Cobra Kai, Temporada 3
Pegar primero, pegar fuerte, sin piedad. Ese lema era el que marcaba al dojo de Cobra Kai en la saga original del Karate Kid, misma que fue retomada hace un par de años por YouTube cuando quiso entrar a la batalla del streaming pero fallando cual Johnny Lawrence en la final del torneo contra Larusso y el Miyagi Dojo.
Sin embargo, a pesar del fracaso de YouTube, la serie de Cobra Kai se convirtió en el producto más exitoso de la plataforma, quedando después de dos temporadas y una pausa donde no se sabía que destino tendría la serie, una sensación de que este relato derivado del Karate Kid visto desde la perspectiva de Johnny Lawrence (William Zabka) tenía aún mucho por dar.
Para agrado de todos, Netflix levantó la mano y obtuvo los derechos para continuar distribuyendo y realizando este relato del enfrentamiento de dos viejos rivales que encaminan ahora a una nueva generación de jóvenes karatecas pero sin dejar de lado las diferencias, al parecer irreconciliables, entre ellos.
Después de lo sucedido en la escuela con Miguel (Xolo Maridueña) en el enfrentamiento entre los alumnos de Cobra Kai y Miyagi Dojo, tanto Daniel Larusso (Ralph Macchio) como Johnny Lawrence (William Zabka) tendrán que poner en perspectiva lo que están haciendo con estos jóvenes en un camino que los llevará a reencontrarse con sus motivaciones y enfrentar a un enemigo común en su camino: John Kreese (Martin Kove).
La tercera temporada basada en los personajes escritos por Robert Mark Kamen en los 80s nos trae de vuelta todo lo que le ha caracterizado pero con un poco más de nostalgia además del regreso de algunos personajes de la saga original del Karate Kid que ayudan al desarrollo del arco de Johnny y Daniel, mismo que por fin parece dar el paso que necesitaba.
Una de las cosas más interesantes que la tercera temporada de Cobra Kai nos entrega es el desarrollo del villano, John Kreese, quien deja de ser el malo unidimensional para esta vez darle un contexto que le da fuerza a su personaje, su manera de ser y el porqué de sus comportamientos. Esto ayuda mucho al resultado final de esta temporada donde Larusso y Lawrence llegan al clímax de su relación de amigos/rivales para encaminarlos hacia lo que se venía cocinando dos temporadas atrás.
Otra ventaja es que los personajes siguen desarrollándose de buena forma, usando elementos de la saga de manera respetuosa para encaminar el arco de los protagonistas, Larusso y Lawrence, quienes parecen tan diferentes pero podrían ser muy similares. En esta temporada, se vuelven a enfocar en ellos mayormente sin dejar de lado ese triángulo amoroso curioso entre Samantha Larusso (Mary Mouser), Miguel (Maridueña) y Robby (Tanner Buchannan) quienes también tendrán que enfrentar las consecuencias de aquella pelea con la que terminó la temporada dos.
Algo que es de apreciarse es que la serie sigue la misma fórmula de género que la saga original, algo que se agradece. Esa mezcla entre drama, comedia y acción se nota aún más en esta temporada con ciertas secuencias de pelea bien montadas y el regreso a lugares que nos remontan a la segunda parte del Karate Kid de una manera interesante pero bastante funcional.
Esto va muy de la mano con el manejo del tono en la serie que sigue esos mismos pasos, y aunque muchos podrían considerar que la mano de Netflix ya se nota en la serie, no es así. La tercera temporada ya se había grabado desde el 2019, por lo que aún se hizo con un presupuesto moderado pero que entrega grandes momentos. La atmósfera de la serie se sigue notando muy natural, dándole mucho más peso a los personajes bien desarrollados y delineados. Eso, aunado a una edición que también ayuda al ritmo de la serie, algo que ha sido una constante desde que inició el proyecto.
Sin duda alguna, la tercera entrega de Cobra Kai resulta ser la mejor hasta el momento en una serie que ha cumplido desde el inicio con satisfacer a los fans, gracias a la gran labor de escritura de personajes realizada por Jon Hurwitz, Josh Deal y Hayden Schlossberg, entre otros, que nos han sabido dar un enfoque diferente donde no todo es bueno o malo, sino que hay una mayor dimensión y profundidad en los personajes de una saga clásica que además los vuelve atractivos para la audiencia.
Con un final de temporada que deja con ganas de más y que apunta para comenzar a resolver los problemas de cada integrante de este universo, Cobra Kai sigue siendo una de las series más emotivas, nostálgicas y bien llevadas que nos regresan esos aires ochenteros trasladados de buena forma al presente, uniendo así a viejas generaciones con las nuevas que comienzan a ver que el karate no pasó de moda en los 80s, sólo se tomó un descanso.