Candyman (Reseña)

Hace casi treinta años, los proyectos Cabrini-Green, vivieron un terrorífico acontecimiento, cuando Helen Lyle desencadenó una serie de eventos sangrientos alrededor de ella al atreverse a recitar “Candyman” cinco veces frente a un espejo. Sus acciones le costaron la vida. Sin embargo, el que haya logrado salvar a Anthony McCoy de las llamas de la fogata anual de Cabrini, nos trae, en 2021, la película homónima, Candyman.

Nia DaCosta dirige esta nueva cinta y, apoyada en la producción y el guionismo de un Jordan Peele, que ya dejó de asombrar a ajenos con su talento en la producción, pero sigue sorprendiéndonos con sus obras, no solo busca darte escalofríos y que saltes de tu asiento, también sirve como una nueva crítica en apoyo al movimiento Black Lives Matter.

La premisa contiene a un Anthony McCoy (Yahya Abdul-Mateen II) ya en su etapa adulta, quien fue alejado por su madre de los edificios multifamiliares a una etapa temprana después de los eventos de la primera película. Ahora reconocido como un artista en ascenso, vive en un modernizado Chicago, con su novia, Briana Cartwright (Teyonah Parris), una curadora de arte.

La pareja reside en un edificio cercano a Cabrini-Green, el cual fue demolido para dar paso a la construcción de desarrollos inmobiliarios que gentrifica la ciudad de los vientos. Troy, hermano de Briana, viene de visita con su pareja y le cuenta la historia de Helen Lyle a Anthony y Brianna. A pesar del escepticismo de la última, Anthony investiga esa misma noche respecto a Helen y conoce su propia historia, sin aún descubrir que es la suya.

Después de que se le exigió obras nuevas que pudieran reflejar más lo que es la comunidad negra dentro de la ciudad, es motivado por la historia de Helen y se dirige a los proyectos. Tras la picadura de una avispa, sale de los arbustos William Burke (Colman Domingo), quien le cuenta sobre la investigación de Helen sobre el Candyman, y cómo él mismo había tenido un encuentro con el hombre de los dulces, cuando era niño.

Anthony pone las manos en la obra y construye una exposición respecto al mito de Candyman. Durante la exposición, se reparten panfletos con la leyenda que inspira los lienzos presentados. Una de las críticas, cuestionó el porqué de la obra y tachó de trillado el tema que Anthony seleccionó, pues se enfocó en la historia original de Candyman, cuando fue asesinado por su romance interracial.

Curiosamente, éste es el punto de la historia donde el público asistente comenzó a pensar que, más que una película de terror, la obra de Nia DaCosta tomaría un giro político en algún punto. Aunque la cinta no se casa con ese concepto todo el tiempo, da muchos guiños al mismo BLM.

Después de la exposición, el una vez profesor de Anthony y su novia deciden tener relaciones en el estudio donde se llevó a cabo la exposición. La chica decide ver el espejo y decir cinco veces Candyman. Casi al instante, un garfio le abre el cuello y comienza a desangrarse. El profesor trata desesperadamente de huir, pero Candyman es más rápido y termina con su vida.

Tras las noticias, Brianna está en shock, mientras que Anthony celebra que haya sido nombrado en televisión. La trama se mueve hacia adelante y parece que los personajes han olvidado los atroces asesinatos. Anthony comienza a perder la cabeza al imaginarse a sí mismo como Candyman, y la picadura de su mano comienza a pudrir su brazo de poco a poco.

Tony Todd regresa como Candyman en esta entrega y es responsable de terminar con todos aquellos que se creen inocentes y lo invocan frente al espejo. Sin embargo, parece que habrá un pase de antorcha con Yahya Abdul-Mateen II, en cuanto a la interpretación del mítico degollador. Asimismo, Vanessa Estelle Williams hace su regreso como Anne-Marie McCoy, madre de Anthony. La actriz luce como si el tiempo no hubiera pasado sobre ella y su personaje sirve de revelador para Anthony quien busca esclarecer su origen.

Nia DaCosta y Jordan Peele apuestan por la secuela directa (porque hay otras dos más) del clásico de terror de 1992, no solo para que te haga temer sobre las cosas que dices frente al espejo, sino también para dar una nueva revisión al problema enorme de racismo en Estados Unidos.

Candyman estaba reservada para junio de 2020, pero debido a la pandemia sufrió un retraso. Sin embargo, medios especializados han jugado con el juego que la cinta hubiera tenido en los eventos que rodearon al asesinato de George Floyd a manos de la brutalidad policíaca. Misma brutalidad que es exhibida para el final de la cinta.