El Último Duelo, la dolorosa verdad de una épica medieval
A mediados de los 70s, el joven Ridley Scott encontraría en una novela de Joseph Conrad basada en hechos reales una historia acerca de la vanidad de los duelos en la época de las Guerras Napoleónicas que se convirtió en su ópera prima, ganando reconocimiento en el Festival de Cannes y presentando la visión de un joven que prometía entregar grandes cintas en su carrera.
En 1977, Los Duelistas sería ese primer gran paso de Scott para una larga carrera que sigue vigente poco más de cuatro décadas después en las que el realizador ha entrado en estos temas históricos épicos de buena forma. Quien no recuerda la multipremiada ganadora del Oscar Gladiador (2000), la polémica Cruzada (2005) o la irregular Éxodo: Dioses y Reyes (2014), en donde el inglés entró de lleno en estos universos para crear sus ficciones históricas con diversos resultados en la crítica y la audiencia.
Después de un par de tropiezos con Alien: Covenant y Todo el Dinero del Mundo en el 2017, Scott regresa en gran forma con otra historia basada en hechos reales titulada El Último Duelo, donde el director hace un viaje hacia sus mejores épocas para entregarnos una cinta emocionante que nos cuenta cómo se dió el último duelo a muerte en Francia a finales del 1300 así como la dura realidad de un sistema dominado por los hombres y una mujer que se atrevió a alzar la voz.
Uno de los puntos más destacados de esta historia es la división en capítulos que representan las perspectivas sobre los hechos de los que somos testigos. Así, vemos la visión de Jean de Carrouges (Matt Damon), Jacques Le Gris (Adam Driver) y Marguerite de Carrouges (Jodie Comer), emulando la maestría del nipón Akira Kurosawa en el clásico Rashomon (1950), jugando de forma efectiva con ello hasta conocer la versión de la mujer que revela las conveniencias de las posturas masculinas en una época en donde no tenían voz, voto ni credibilidad.
Aunque el guion suelta una postura bastante dura ante el machismo de las épocas feudales, lo interesante de la escritura de Damon y Affleck, apoyados por el trabajo de Nicole Holofcener, es el balance que hace de las tres. La aportación de la escritora nominada al Oscar es muy destacada, aportando una perspectiva como mujer, una mirada y voz que fuera en contrapunto con las otras dos y que sentara las bases para ese clímax en que la lucha a muerte sucede pero que sólo resulta un punto para resaltar un grito de liberación por parte de Marguerite de Carrouges y las demás mujeres que lo atestiguan.
Esta ficción histórica se basa en el libro de 2004 de Eric Jager “El ultimo duelo: Una historia real de crimen, escándalo y juicio por combate en la Francia medieval”, un trabajo de investigación que le llevó diez años de análisis de fuentes históricas con siglos de antigüedad, que revela la turbulencia de la Edad Media con un nivel de detalle muy interesante el cual Scott refleja a su estilo. Algo interesante es que el autor de la obra siempre consideró que esta brutal historia podría dar como resultado una cinta bastante interesante.
Más allá de un estupendo guion, las actuaciones también dan mucho de que hablar. Por una parte, tenemos a estos dos protagonistas que no son nada empáticos. Matt Damon es un tipo rudo, macho, quien siempre se inclina por actuar más que pensar y que le obsesiona de alguna forma no perder el poder y la reputación que su nombre, De Carrouges, acarrea. En contraparte está Le Gris, con un Adam Driver que va desde el encanto hasta la traición y la cobardía en un rol que causa mucho odio por sus actos, igual de deleznables que los de su enemigo.
Pero si hay alguien que destaca aún más es Jodie Comer, que en las tres versiones de la historia, nos muestra diferentes caras que nos llevan del infierno al empoderamiento, de la sumisión y su posición entre las sombras hasta la luz de la libertad que puede obtener al luchar porque su voz, su verdad, sea escuchada en un mundo donde el patriarcado dominaba lo político y lo religioso, desatando un duro paralelismo con nuestro presente que nos hace reflexionar qué tanto hemos avanzado como sociedad con el paso del tiempo.
Scott demuestra en esta cinta todo el oficio que ha ganado con los años. Apoyándose en una correcta elección de locaciones que llevaron al equipo de filmación a Irlanda y Francia, no sólo en los fastuosos castillos o en la labor de estudio, sino también en el pequeño pueblo de Périgord Noir, población al sudeste del país galo que fue el lugar en el que el inglés realizó Los Duelistas, en un auténtico regreso a sus orígenes que lo lleva a entregar una obra destacada que puede sonar fuerte para la temporada de premios.
Otros puntos que destacan en la realización de esta cinta son la fotografía que va desde lo mininalista, utilizando luz natural en interiores así como filtros interesantes, en especial el azul que luce de forma espectacular en ciertas secuencias como la final, demostrando la maestría de Dariusz Wolski. Asimismo, la música de Harry Gregson-Williams es una belleza que por momentos remite a ciertos acordes de Gladiador, dándole una epicidad y emotividad increíble a la película, dándole uso a ciertos elementos de composición para cada uno de los personajes, algo que es de aplaudir y que, curiosamente, la ausencia de la misma hace que el momento climático sea aún mejor.
Curiosamente, como pasa en esa ópera prima, el absurdo del duelo a muerte recae en el orgullo también en este filme, pero es aún peor. Aquí, los hombres se enfrentan por un orgullo herido, pero su motivación ignora tanto la voz como el destino al que Marguerite puede ser condenada. Eso le añade una capa al relato bastante dolorosa en la que este último juicio por combate registrado oficialmente en la historia se convierte en un acto de injusticia pero a su vez en un grito femenino para decir ‘ya basta’ que resuena hasta la actualidad. A pesar de ser testigos de una dura escena de abuso sexual que puede ser incómoda, es ahí donde vemos la postura de los hombres que, a la fecha, siguen legitimando actos de esta índole.
Así, Ridley Scott demuestra que está de vuelta y nos recuerda porqué es uno de los grandes directores de la historia del cine, uno que es capaz de transmitir el terror en el espacio, usar la ciencia ficción como reflexión de la condición humana o incluso recordarnos la dolorosa verdad de una épica medieval que resuena en nuestra actualidad.
Ficha Técnica
Título original: The Last Duel
Dirección: Ridley Scott
Reparto: Jodie Comer, Matt Damon, Adam Driver, Ben Affleck, Clare Dunne, Marton Csokas
Distribuidora: 20th Century Studios
Duración: 153 min.
Año: 2021
Calificación: 9 / 10
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