Hilda, animando nuestra relación con con la naturaleza
Netflix puede ser criticado por la poca creatividad que ha estado teniendo en sus producciones. Sin embargo, este aspecto no aplica en sus productos animados, en los cuales ha venido innovando y presentando una variedad de series, principalmente dirigidas al público infantil, pero que incluso los adultos pueden disfrutar por la gran calidad de guion, doblaje y animación. Tal es el caso de Hilda, una serie británico-canadiense basada en las novelas gráficas homónimas.
Hilda sigue la historia de una niña que vive en un mundo que se podría plantear en el siglo XX, pero que está lleno de magia y criaturas fantásticas. En un principio, ella vive con su madre y su ciervo-zorro mascota Twig, en una pequeña cabaña en el bosque alejadas de la civilización. Un día la situación se vuelve insostenible al tener problemas con las criaturas del lugar, por lo que se ven obligadas a mudarse a la ciudad de Trolberg, la cual, aparentemente se encuentra alejada de las “anormalidades” gracias a una muralla que construyeron para alejar a lo que se considera la principal amenaza para los humanos, los trolls.
La protagonista en un principio se rehúsa a vivir ahí, extrañando su libertad y la amistad que había entablado con las criaturas del lugar. Pero con el tiempo se da cuenta que la ciudad esconde más aventuras de las que creía y, en el proceso, entabla una amistad con Frida (Ameerah Falzon-Ojo), y David (Oliver Nelson), quienes le ayudan a ver que Trolberg puede convertirse en su hogar.
La premisa de la serie podría considerarse como la típica fórmula del “trío dorado”, de los niños que se embarcan en un sinfín de aventuras y peligros; si bien, esto es cierto, el valor de Hilda radica en su guion así como en la construcción de sus personajes, desde los principales hasta los secundarios, todos ellos con una personalidad muy bien definida. La animación no es algo fuera de lo normal, pero la paleta de colores en ciertas escenas es hermosa, sin mencionar que el diseño de algunos personajes como Twig, Alfur e incluso El hombre de madera, son adorables.
Hilda nos presenta una historia fantástica pero al mismo tiempo cercana a nuestra realidad. Podemos ver reflejada nuestra relación actual con la naturaleza a través del mundo de la protagonista. Trolberg es una ciudad construida en territorio de trolls, los cuales se vieron desplazados por la necesidad de los humanos por expandirse y, a lo largo de la serie, nos damos cuenta que no son las únicas criaturas que sufren a manos de las actividades humanas, sino que otros animales del bosque se ven seriamente afectados por las construcciones, la indiferencia y la ignorancia de los pobladores, que en su egoísmo prefieren vivir en un mundo sin magia, que tener que lidiar con el problema de compartir el espacio con las criaturas mágicas.
Sin duda esta es una serie imperdible de Netflix, que de preferencia debería verse en su idioma original con subtítulos, porque realmente el trabajo de los actores fue muy bueno y es lo que en parte aporta profundidad a la historia, la cual, por cierto, terminó su segunda temporada en un gran cliffhanger, que plantea que el problema que había venido en aumento con los trolls va a explotar en la tercera temporada, o quizá, si tenemos suerte podremos ver algo al respecto en la película que se anunció, que aún no hay fecha exacta de estreno pero la tendremos en algún momento del 2022. Así que si están buscando algo para maratonear y ver en familia en estas fechas decembrinas, Hilda es una excelente opción.
