Puras Cosas Maravillosas, reflexiones de la vida, la muerte y la depresión

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¿Qué eres capaz de hacer por los que te importan? ¿Para ti cuáles son las cosas más maravillosas de tu vida? Esas cuestiones tan profundas son algunas de que nos muestra el exitoso monólogo de los dramaturgos ingleses Duncan Macmillan y Jonny Donahoe llamado Puras Cosas Maravillosas.

En su versión en español, Sebastián Sánchez Amunátegui lo adapta y dirige, con esa visión y magia que lo caracteriza haciendo que se tenga contacto con el publico, y que Pablo Perroni interpreta de forma maravillosa, siendo el actor y productor de este proyecto que regresa para una nueva temporada.

La obra, que dura aproximadamente hora y media, se plantea como una especie de charla de forma amena entre el protagonista y la audiencia, similar a cuando lo haces con un amigo, lo que le da un atractivo emotivo e interesante a la puesta en escena.

Y es que gracias a ello, uno como espectador se va involucrando, haciendo parte de esta hermosa historia al púbico, tocando un tema del cuál sigue habiendo un taboo en la sociedad pero que resulta tremendamente necesario hablar: la depresión, esa enfermedad silenciosa de la que muchos en este mundo somos presa así como de la pérdida de la batalla contra la misma, es decir, el suicidio.

El relato pasa por diversos momentos, comenzando con un niño de siete años que espera la llegada de su papá a la escuela y le dice que “su mamá esta en el hospital por hacer algo estúpido”. Es a partir de ese momento de quiebre donde los recuerdos de la inocencia comienzan a crear en el protagonista (Perroni) una lista de cosas maravillosas por las cuales vivir, creándose con una visión diferente conforme crece.

Puras Cosas Maravillosas es una historia que nos hace pensar y reflexionar sobre un problema que afecta a gran número de personas a nivel mundial, del cual muy pocos piden ayuda. Nos muestra sin temor o prejuicio un lado humano de lo mismo de forma dolorosa y divertida con ese remolino de emociones que tienen las personas cercanas a alguien con depresión y tomando parte de la misma. Pero también, la obra nos hace recordar cosas tan sencillas en la vida que son maravillosas, incluso los pequeños detalles, como un helado.

Con una sola persona en el escenario que nos atrapa con su carisma y empatía, la puesta tiene un juego de iluminación que hace un ambiente dramático y una música que liga a cada recuerdo de su vida en donde podemos escuchar Jazz, rock, funk, soul, mismos que se vuelven parte fundamental dentro de la historia.

Cabe resaltar que a pesar de que se tiene interacción con el público en este casi monólogo, se toman medidas sanitarias conforme a lo estipulado por las autoridades, y es así como se llega al año de esta nueva temporada que concluirá el 28 de marzo del presente año en el Foro Lucerna.

¿Y tu, tienes una lista de cosas maravillosas?

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