FICUNAM 12: Donde Duermen los Pájaros, un pesado camino entre el sueño y la realidad
Una gran mayoría estarán de acuerdo en que, si hay una etapa muy confusa de la vida, sin duda es la adolescencia, pues las emociones y experiencias que se nos presentan en esta parte de nuestras vidas son las que, por lo general, delimitarán cómo seremos el resto de nuestras vidas.
El director zacatecano Alejandro Alatorre es el director de este filme, el cual tiene lugar en este mismo estado. Por ello, vemos un par de referencias culturales al estado de Zacatecas, como una de las iglesias principales de ahí, al igual que una fiesta donde se hace una representación de la batalla de Moros y Cristianos.
Como parte de la esencia del mismo filme, habrá secuencias de escena que tienen lugar en el mundo de los sueños del protagonista, el cual deberá diferenciar entre sueño y realidad, algo que se vuelve bastante complicado para él conforme transcurre el filme.
Nuestro protagonista, de nombre Leonardo, es el que se verá inmiscuido en una serie de problemas propios de la adolescencia, tales como la traición de algunos amigos, la fuerte punzada del amor, el rechazo por parte de uno de sus padres, etc. Las decisiones que lo veremos tomar serán bastante significativas para el propio desarrollo de este personaje, pues deberá entender que la vida está siempre en cambio, que las personas no son dueñas de otras y que las personas van y vienen en nuestras vidas.
La música que nos acompaña en este viaje guarda cierto sentido de profundidad, pues el tipo de instrumentos de viento hacen que la atmosfera sea un tanto mística en algunas partes, melancólica en otras y de victoria en unas más, por ejemplo, el algunas de las secuencias de fotografía, otro gran acierto en la película, pues muestra panoramas muy bellos de Zacatecas, un par de lugares que la gente que conozca el estado reconocerá al instante.
A pesar de estos aciertos, hay un par de cosas que no terminan de funcionar en esta película. Uno de ellos es el desarrollo de personajes pues, si bien el desarrollo de Leonardo es adecuado, dejan de lado a los demás personajes, en especial a los padres de este joven y algunos de los amigos que tienen más presencia en los eventos del filme, haciendo que parezcan sin un motivo real de estar en la cinta más allá de ponerle las cosas difíciles al protagonista o de ayudarlo, según sea el caso.
El siguiente punto va ligado al anterior, pues sin personajes con los cuales el espectador pueda empatizar, el ritmo de la cinta se siente pesado, la mayoría de escenas se perciben lentas y fuera de sitio, pues en ocasiones también para el espectador es difícil ver si es un sueño del protagonista o si es algo “real”.
La premisa de esta historia es bastante prometedora, como enfrentamos una nueva etapa de vida pre-adulta, con los altibajos emocionales que nos traen los fraudes amorosos y amistosos, con la relación que formamos con nuestros padres y demás problemáticas de esta etapa de la vida, pero cae en el error de ir demasiado lento con el fin de darle más presencia al protagonista, pudiendo llegar a perder al público por el cansino ritmo en los eventos que vive este mismo, sin mayor interés en pantalla más allá del querer saber como va a salir del embrollo.