A Ciegas, un suspenso serie b que se deja ver
En el ámbito cinematográfico, el suspenso indica “un estado de incertidumbre, aprensión o ansiedad relacionado con una decisión o una evolución que está por suceder”. Alfred Hitchcock, el maestro de este género, decía que el suspenso conlleva una principal característica con que se identifica: «cuando el espectador sabe más que los personajes de la película».
Ese juego se da de buena forma en el largometraje de bajo presupuesto realizado en Canadá llamado A Ciegas, del director Randall Okita, donde una joven ex esquiadora de nombre Sophie (Skyler Davenport) consigue cuidar una casa lejana de toda civilización por un fin de semana para pasarla tranquila. Pero ese plan se ve interrumpido cuando unos asaltantes entran en la misma. Entonces, Sophie tendrá que recibir ayuda de Kelly (Jessica Parker Kennedy), una ex veterana que la guiará a través de una app que le permitirá ser sus ojos durante este incidente.
Tomando como base la premisa del ‘home invasion’, Okita desarrolla este thriller de suspenso remitiendo a clásicos del sub género, sacándole provecho a la virtud actoral de Skyler Davenport, quien es una chica ciega en la vida real y hace todo lo posible para transmitir esa ansiedad provocada por la soledad y angustia, mas allá de tener una actitud bastante arrogante que causa dificultad en generar empatía hasta tener que enfrentar la situación que la rodea.
Una de las virtudes es cómo la narrativa saca provecho del uso de la tecnología como posible solución al dilema de la protagonista. Esto, aunado a la colaboración de la coprotagonista, Kelly, como esa guía que quisiera hacer más pero no puede, dándole voz a la audiencia que, justamente, sabe más que la misma Sophie, lo que detona de mejor forma el suspenso del relato escrito por Adam Yorke y Tommy Gushue.
Sin embargo, ese es uno de los problemas que tiene la cinta pues su desarrollo durante la primera mitad, si bien obedece a los factores del cine serie b donde todo lo que se muestra al final tiene su importancia, el planteamiento se torna muy pesado ante la falta de acciones por parte de la protagonista que parece solamente ser usada para dar un tour por la casa que se convertirá en un personaje.
Dentro de sus detalles argumentales que le quitan fuerza a la historia, también hay que destacar puntos positivos dentro de A Ciegas. Una de ellas es la música de la cinta, que corre a cargo de la dupla de Lodewijk Vos y Joseph Murray, mejor conocidos como MENALON. Su labor mantiene la tensión que necesita este thriller, jugando un poco con tonos al estilo sintetizador y electrónico que funcionan muy bien, recordándonos a los principios del gran John Carpenter.
Para que la casa mencionada se convierta en un escenario de tensión, la película se ayuda mucho de una buena estética derivada de la fotografía de Jordan Oram y Jackson Parrell, que juegan de manera efecriva con colores fríos y cálidos para transmitir eaa sensación de amenaza, como un escenario donde el peligro y la ceguera pueden ocultarse en cualquier recoveco entre esas luces azules o incluso rojas, ya no digamos en medio de la oscuridad.
Así, esta pequeña cinta de suspenso es un proyecto que se deja ver y propone cosas interesantes a nivel visual pero cuyo punto flaco es el ritmo que tarda en meter al espectador de lleno en la tensión de la situación, sintiendo que esta hora y media de película pudo funcionar aún mejor con una más corta duración y un primer acto no tan largo. A pesar de ello, logra buenos puntos en un suspenso práctico con un 0ar de giros que valen la pena.