La Hermana de la Elegida: una inconclusa historia de hermandad y monstruos

Dentro de la literatura de fantasía existe la tendencia de “los elegidos”, esas personas, que por circunstancias misteriosas del destino o una profecía comúnmente relacionada con sus poderes mágicos, se ven obligados a tener que salvar al mundo y enfrentar a un villano cuya motivación suele ser la búsqueda del poder. Dentro de la problemática del asunto, están los sentimientos del protagonista, que a veces solo quiere tener una vida normal sin la carga que se les ha impuesto. Entonces, ¿qué pasa cuando el Elegido no quiere serlo? ¿Y si el que debiera serlo no lo es? Justo de eso nos hablan las autoras Collen Oakes y Erin Armknecht en La Hermana de la Elegida.

Esta novela nos muestra la vida de las gemelas Rigmore, que forman parte de un grupo de personas denominadas Excepcionales, gracias a los poderes con los que han nacido. Por un lado, tenemos a Valora, quien es la Elegida y desde una temprana edad ha sido entrenada para enfrentar la amenaza de Erys, una villana con el poder de controlar los monstruos, porque sí, en este mundo existen criaturas de pesadilla que acechan en la oscuridad, o al menos era así hasta la llegada de ella. Y por el otro tenemos a Grier, la hermana que ha tenido que vivir a la sombra de la Elegida, siempre siendo relegada al segundo puesto.

Valora adquiere este importante rol gracias a una profecía que surgió posterior a la muerte de Everett Proctor, un poderoso telequinético que dedicó su vida a intentar derrotar a Erys, pero ella lo terminó asesinando en un sangriento duelo. Curiosamente, en el mundo de las chicas los poderes de los Excepcionales no lo son tanto, pues hay personas con poderes que resultan intrascendentes, como cambiar el color de su pelo o la temperatura de su cuerpo; por ello, el poder de Everett como el de Valora, es tan raro y aclamado. Sin embargo, con el paso de su entrenamiento y al enfrentar a los monstruos, nuestra Elegida se da cuenta que los mismos son insignificantes en comparación con los de su antecesor. Entonces ¿cómo va a derrotar a Erys y su horda de monstruos?

Por su parte, Grier, es la típica chica que ha sido relegada, tiene complejos paternales, problemas de autoestima y aunque tiene el poder de la teletransportación, que no es para nada despreciable, por alguna razón ella y aquellos a su alrededor lo han dado todo por sentado. Todo esto ha generado un conflicto tremendo entre las hermanas que ha provocado una separación, dejando a Valora aislada del mundo con la carga de detener al mal sobre sus hombros y a Grier solamente con una amiga con la constantemente se lamenta de su “patética vida”.

La premisa del libro es buena, pero no alcanza a cumplir lo que promete. Se la pasa dando tumbos al intentar desarrollar a Grier, siendo muy notorio que las autoras no terminan de definir si es o no la protagonista. Es decir, el libro se llama La Hermana de la Elegida, se pudieron haber centrado en ella y dejar a Valora con algunos capítulos, pero literal saltan de un punto de vista al otro, algo que resulta confuso porque parece que «la Elegida» se queda muy plana, en comparación a su hermana, pero, aún así logras empatizar más con ella, porque Grier se la pasa quejándose y subestimándose. Además, los personajes que la acompañan, quienes llegan a tener mayor protagonismo que los de Valora, solo están ahí para enfatizar que ella es subestimada y que es hermosa aunque no lo sepa.

Por su parte, Valora solo es la Elegida con el complejo de no ser suficiente, de ser la superestrella que siempre está bajo los reflectores y por tanto debe ser perfecta. Esto es un cliché, pero por alguna razón, funciona. Quizá por el fracaso que es Grier, o porque de inmediato entiendes lo difícil de la tarea que le encomendaron pues básicamente desde niña le mostraron el video donde su antecesor muere. ¿Qué clase de positividad podrías tener al respecto después de presenciar lo que muy probablemente será tu futuro? Era un tema sin duda interesante, que desperdiciaron totalmente.

Pero la villana es lo peor del mundo por parte de las autoras, pues solamente se ve dentro de las últimas páginas y no tiene muchos diálogos. Los monstruos son los verdaderos villanos, pues si bien ella los comanda, al final muestran que sin ella siguen atacando, no con la misma ferocidad, pero ahí están, como una amenaza latente.

Incluso la construcción del mundo en que todo se desarrolla se siente incompleta. Lo presentan como si se viviera en la actualidad, solo que con personas con poderes raros, monstruos, una señora psicópata que solo quiere atención, pero hay cuestiones que no se explican como la ingeniería detrás de la protección de Everett, que al final del libro resulta ser fundamental. Las inconsistencias nos remiten de nuevo a los personajes, los villanos tienen poderes muy “rotos” y se supone que los Excepcionales no tienen casi nada de poder. Simplemente hay cosas demasiado convenientes para la trama.

Todo esto se podría entender en parte porque es el primer libro de Erin Armknecht, lo cual no está mal; pero no se entiende la colaboración con Collen Oakes, que sí ha tenido otras publicaciones. Quizás el fallo radica en el equipo mismo, ya que da la apariencia de que no pudieron encontrar un punto medio para desarrollar las ideas de ambas; lo que tuvo como consecuencia un libro que se siente a todas luces, bastante inconcluso.