El Peso del Talento, o el ciclo infinito de Cage siendo Cage
Dentro de los grandes actores de antaño, sin duda es Nicolas Cage, según algunos, alguien que se caracteriza más por interpretarse a sí mismo en otras películas, pero con un nombre diferente. Es momento de sumarle una más a la lista de aquellas producciones, pues aquí Cage interpreta ni más ni menos que a Nick Cage, un famoso actor de Hollywood que entre su haber filmográfico tiene películas como Con Air, Face Off, Gone in 60 Seconds, The Rock, entre otras, cintas que tal vez a más de uno les suenen, siendo una extensión de su persona llevada a la ficción.
Yéndonos por partes, para hablar de este espectáculo llamado El Peso del Talento, tenemos al director Tom Gormican, quien realmente no ha tenido una carrera cinematográfica demasiado extensa, teniendo solo una película más, Las Novias de Mis Amigos, en la cual fue el director asi como guionista en un capítulo de la serie, Ghosted. A pesar de esto, se puede notar una dirección bastante orgánica, posicionando a los personajes exactamente en donde deben estar de modo que el ritmo de la cinta se sienta fluido y agradable al espectador.
En este filme, Nick Cage es un actor que se siente desfasado del mundo de la actuación y hasta de su propia familia, por lo que deberá reencontrarse a sí mismo en un viaje de negocios a España, lo que conllevará en una aventura real para este actor al conocer a uno de sus fanáticos más fervientes. A pesar de caer en algunos clichés de sus películas pasadas, la temática de este filme hace que su actuación caiga bastante bien, no se siente reiterativo, tiene un desarrollo bastante bueno para la historia que se cuenta en esta ocasión.
Nuestro co-protagonista, un multimillonario español de nombre Javi Gutiérrez, interpretado por Pedro Pascal, servirá como una especie de gurú que guiará a su histrión favorito por un nuevo camino que le traerá una nueva perspectiva sobre su carrera. Pascal hace un trabajo intermedio de comedia fascinante, después de verlo (si se puede decir ver) en The Mandalorian con un aura más seria y sin hacerse el gracioso. Este papel resulta curioso para el chileno, pues le encajó bastante bien al no ser el típico acompañante que está para tirar comentarios graciosos para que la película no se sienta tan pesada, pues Gormican le da bastante peso a su personaje, tiene un gran desarrollo y, sin duda, hay cosas como verlo llorar que provocan bastante ternura a la vista.
La problemática principal de este guion, así como su antagonista, es que se siente bastante genérico, cayendo en la explotación de los filmes de acción. Sin embargo, funciona, porque el fin de esta cinta no es entregarnos un villano de los más icónicos ni una problemática que le rompa la cabeza al protagonista por como la va a resolver, sino que la trama girará en torno a una sátira y parodia sobre algunos de los estereotipos, tanto de los actores como de las temáticas que tienen las películas, dándonos una combinación entre genero de acción y comedia, ambas bien ejecutadas en su momento.
Entre todo ello, el realizador sabe entregar secuencias de acción sin tanto CGI, nos brinda momentos de humor bastante adecuados para los fines de este relato cuyo encanto cae en la misma meta ficción en la que sucede, además de que, como no podía ser de otra forma, ofrece kilos y kilos y kilos de referencias a muchos clásicos del cine y a la carrera de Nicolas Cage en sí misma.
En primera instancia, pareciera que El Peso del Talento sería una cinta genérica más con Cage como protagonista, y de alguna forma si lo es, pero, por todos los elementos ya mencionados, es bastante disfrutable. Es una película que será de buen gusto para el espectador, especialmente para los fans de este actor, pues aunque contiene un humor en ocasiones simple, es cómico a final de cuentas. Y es que la esencia de este filme está ahí constantemente: ver a Nicolas Cage, siendo Nicolas Cage, haciendo cosas de Nicolas Cage.
