La Civil: una escalofriante cinta de una dura realidad mexicana

Uno de los estrenos más esperados de este año debido a la gran recepción que tuvo en el pasado Festival de Cannes es la cinta de Teodora Mihai, La Civil, que después de su paso por el Festival Internacional de Cine de Morelia encuentra su fecha de estreno en México el 19 de mayo. Unplugged News estuvo presente en la conferencia de prensa donde se contó con la presencia de la realizadora, la protagonista Arcelia Ramírez y el coprotagonista Álvaro Guerrero.
«Al principio de la investigación, no quería precisamente abordar el tema de desapariciones sino mostrar el punto de vista de adolescentes que crecen en un ambiente difícil donde uno puede salir de la casa en la mañana y no regresar en la noche y yo me preguntaba, cómo debe ser un padre en esta circunstancia y cómo un niño- adolescente creciendo así. Empecé a hablar con muchos niños, adolescentes y familias que había vivido situaciones fuertes y así fue que encontré a Miriam Rodriguez y me impactó mucho lo que quería transmitir la señora y ahí empezamos el diálogo, pero al final la película es un conjunto de historias que utilizamos en una trama de ficción que está dentro de la realidad que llegamos a conocer», explicó Teodora acerca de lo que buscaba plasmar en el filme.
Posteriormente, Arcelia Ramírez ahondó en cómo fue para ella el desarrollar el papel de Cielo en esta dura y emotiva cinta. «Sin duda es uno de los personajes más importantes de mi vida, desde que leí el guión y conocí esta historia, pues resuena por lo que todos los días escuchamos en las noticias de este país, cuántas familias, mujeres, hombres, hermanos, hermanas buscan a sus seres queridos desaparecidos, entonces sentí un privilegio poner este tema desde un punto de vista y poner esta complejidad creada por Teodora Mihai y Antonio De Rosario en el guión«.
Ramírez continuó hablando acerca del tema y la responsabilidad de este personaje. «Era importante ponerlo desde esta perspectiva, una vez más sobre la mesa para reflexionar, para indignarnos, para ocuparnos. Me sentí también enormemente responsabilizada, así que pusimos todo lo que estuvo de nuestra parte, toda la conciencia, la convicción, el corazón, las entrañas, la rabia, el dolor, para darle voz y vida justa a cada personaje y a esta ficción, entonces esto por supuesto que se hizo en conjunto, reo en la condición de mi quehacer que es un trabajo en equipo».

La actriz también resaltó que fue un trabajo que realizó de la mano de Mihai todo el tiempo en tiempos y situaciones no tan sencillas. «La película se realizó en el mero pico de esta situación tan tremenda que nos ha tocado vivir. Así que nos vimos como un mes y medio todos los días y con todas las medidas de sanidad para hablar, hacer un trabajo de análisis, de conocimiento de la historia, del personaje de cada escena, de cada intención de todo este recorrido que padece Cielo. Además, no hubo manera de hacer trabajo de campo e incluso Teodora no consideró necesario que yo viera el material audiovisual de toda la investigación, me dijo “yo quiero que lo hagas en tu imaginario, que la crees tú y que hablemos las dos. Yo te voy a dar todo el material que he recogido. Conocía perfecto su historia y cada uno de los matices y colores y temperaturas del personaje, así que fue un trabajo delicioso«.
Arcelia también habló de su relación profesional con Álvaro Guerrero. «Somos actores que estudiamos en la misma escuela, lo cual nos da un lenguaje común, un compromiso, una comunicación muy plena y particular,así que sin decir mucho ya estaba ahí el torrente de energía y de emociones y de sensibilidad. Fue realmente hermoso trabajar con él y todos ellos. Puedo decir que, desde lo práctico hasta lo profundamente íntimo, fue una travesía apasionante».
Guerrero compartió su experiencia en el proyecto. «Uno generalmente tiene pocas oportunidades como actor el poder de intervenir en un trabajo que sirva más que para el ego personal, es algo que uno siempre quiere, generalmente no tenemos la oportunidad de incidir en la sociedad y poder hablar y tratar de nuestro grano de arena de solucionar los grandes problemas que tenemos en nuestro país y esto fue para mi este caso. Ya había tenido un acercamiento en teatro con la temática de los hijos desaparecidos, que es escalofriantemente desgarradora, por supuesto que tengo hijos pero nunca he estado en la situación de qué alguien haya desaparecido, ni siquiera alguien cerca de mi, pero me imagino que esa es una situación espeluznante y que nos está lacerando en este momento, entonces yo en este proyecto vi la oportunidad de ello. Hubo otros factores como el hecho de empezar a platicar con Teodora de su idea de lo que iba a hacer y otra cosa importante es,como dijo Arcelia, trabajar con ella, tenemos mucho tiempo de conocernos porque provenimos de la misma escuela, del Centro Universitario de Teatro, pero de mi parte siempre ha habido una admiración sin medida con respecto a Arcelia y cuando me dijeron que ella iba a estar en el proyecto dije “Esto es garantía de que esto iba a estar bien” y cosa que no me equivoqué», afirmó el histrión.
A su vez, Guerrero no dejó de lanzar elogios al gran trabajo de su compañera, Arcelia Ramírez. «Como gente de teatro admiro a los buenos actores y a los que son comprometidos, una actitud que poco a poco se está perdiendo o en muchos se está perdiendo de la seriedad con el que se asume el trabajo de actuación y fue realmente algo admirable que hizo Arcelia Ramires y también sobre todo y eso no lo voy a hablar yo, en circunstancias personales muy difíciles que ella tuvo que atravesar todavía le hizo más grande la actitud con respecto al trabajo porque ella es una profesional y una inmensa actriz con unas capacidades tremendas».

Guerrero hizo hincapié en la visión femenina detrás de la película, defendiéndolo pero también en ese machismo silente que ejerce su personaje. «Me tocó representar la parte masculina que queda callada sin saber qué hacer en un problema real que es muy común en nuestra sociedad machista, la inmovilidad de los hombres. Eso a mi personalmente me costó trabajo, porque dije “Ahora este hijo de la chingada ¿por qué se queda callado? ¡cabrón! ¡Por qué no hace nada!” Y ahí tenía que estar yo con mi cara de sope actuando, porque nunca hago nada No es fácil estar en esa situación asumiendo un cabrón pocos huevos, pero bueno así es. A veces eso es lo que nos toca hacer, personajes con los que no estamos absolutamente de acuerdo pero fundamentalmente nosotros pensamos y queremos que esto sirva para algo«.
Al ser cuestionado acerca de su opinión y lo que cree que se podría hacer en esta sociedad con este dilema, Guerrero expuso: «Personalmente no puedo decir qué se puede hacer ante este problema, lacerante con lo que tenemos en el país porque resulta que le echamos la culpa a todos, pero nunca echamos el dedo para acá, para la sociedad ¿Qué estamos haciendo nosotros para que esto suceda? ¿Cómo asumimos nuestras responsabilidades ante este grave problema? En resumen, es tratar de contribuir en algo para solucionarlo«.
La realizadora rumana, que consiguió apoyo de parte de los Hermanos Dardenne y Cristian Mungiu como coproductores de este filme ahondó más en el planteamiento moral de su relato: «Me di cuenta que desde un principio que el tema es una gran herida para México y que justamente no quería caer en ningún tipo de amarillismo, quería tratar el tema con mucha sensibilidad y con muchos matices, entonces desde el guión hasta el montaje estuve muy cuidadosa en eso de crear personajes que son complejos, que dentro del bien hay mal, adentro del mal hay bien. El personaje de Cielo, que empieza por la violencia y está reducido a ser una víctima, pero que a lo largo de la historia, pasa ciertos límites morales y llega a ser parte de aquello que la hizo víctima en primer lugar. Eso me llamaba muchísimo la atención, esa ironía«.
Y es que uno de los objetivos de La Civil era mostrar cómo el lado humano de las cosas resulta ser algo más que el bueno y el malo. «Quería enseñar los dos lados, esa complejidad venida de ello y el hecho de que cuando el conflicto se vuelve tan personal y cuando toca a la familia es ahí que prácticamente no se sabe donde está la salida. Pero hay que debatir eso, hay que ver dónde está la raíz y donde hay que intervenir», dijo Teodora.

La realizadora de raíces rumanas agregó: «Yo soy narradora, yo no soy política, ni militante, mi lugar en el mundo es conmover, es lo que yo intento con las historias que a mi en primer lugar me tocan y que quiero compartir con el público y de ahí, de esta historia, cada quien tiene el llamado, la responsabilidad de interpretarlo, de cambiar de mentalidad, cada espectador puede cambiar varias cosas, hay quien puede cambiar leyes o su propia mentalidad de su propia familia, hay muchas opciones. Con la película espero haber dado mi granito para que ello suceda».
En la plática con los medios, Mihai también confesó que el proceso de padar de un documental a esta ficción dura no fue tan sencillo. «Fue un proceso difícil de pasar de un género al otro, pero al mismo tiempo me daba cuenta que la señora Miriam, quien fue mi inspiración, estaba manejando información muy sensible, estaba tomando riesgos y yo no quería poner ni a la señora ni al equipo, ni a nadie en riesgo. Quería en toda libertad poder hablar del tema, de manera más general, porque no se trata de apuntar con el dedo al Estado o a una región, cuando sabemos que lamentablemente es una realidad para muchos Estados y hay muchísimos casos. Me di cuenta que la ficción podía darme esta oportunidad, esa libertad y por eso, para mi se cerró este ciclo que fue desde la investigación hasta el estreno, fueron 7 años de mi vida que estuve con la historia de Cielo«.
Aquí, Ramírez señaló que para ella construir a Cielo, decidió no investigar acerca del caso de Miriam Rodriguez. «No es su historia, mas bien nos concentramos en el guión, en el personaje que estaba escrito y a partir de ahí había que entender quién era ella y las relaciones que establecía en este vacío al no encontrar apoyo, justicia. Todos estos círculos de violencia a los que ella accede. Se pierde, los recorre como un laberinto terrible».
Teodora complementó: «El personaje estaba inspirado en Miriam. Su historia fue una cachetada para mí y la violencia de las palabras en comparación con su físico de ama de casa, de mamá, era tan grande que necesitaba entrar en diálogo con ella, sencillamente para comprender por qué y cómo uno llega a esa conclusión. Esa frase fue de dónde fuimos construyendo poco a poco lo que iba a ser el personaje de Cielo, pero el personaje representa a muchas mamás y muchas personas que buscan, con respeto para todas estas personas».
Arcelia también le echó flores al gran trabajo de Teodora detrás de cámara. «Ella le dió volumen y dosifica, había que exacerbar, darle emoción, normalmente había que contener, cuidar mucho el tono. Había planos muy duros como “el descenso a los infiernos”, yo así le llamó, cuando llegó a la funeraria, se repitió muchas veces y fue impresionante verla trabajar con su fotógrafo. A nosotros como actores de teatro nos encanta repetir escenas que se sienten como si fueran la primera o la última. Cada escena es diferente, pero es muy agotador al finalizar porque lo diste todo en cada una, es un gran desgaste físico».
Finalmente, Mihai denotó la importancia del set de grabación en Durango y la labor al lado de su director de fotografía para construir este descenso a los infiernos. «Fue uno de los puntos muy importantes para la preproducción y yo quería absolutamente un Estado donde se pudiera trabajar tranquilamente. Yo me sentí tranquila en Durango. Es un Estado que ha acogido a diferentes producciones nacionales y extranjeras. A mi y a mi fotógrafo que es uno de los mejores de Rumania, nos encantó la luz y la paleta de colores. Fue un privilegio trabajar con ellos»
Aparte, Mihai concluyó con un recordatorio importante acerca de La Civil.»No olvidemos la cuestión de género, de resolver y buscar respuestas. El guión fue escrito por una mujer y un hombre, estamos todos en esto y necesitamos unirnos para lograr una conjunción y verdadrros cambios que impacten en nuestro tejido social».
Cobertura de Aj Navarro; agradecemos la transcripción de la conferencia por parte de Alinne Fragoso.
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