The Owl House: el poder de una gran historia animada LGBTQ+
Disney es una plataforma muy importante en muchos aspectos, entre ellos, la animación. Llegar a ella se considera todo un triunfo, y aún más si el producto resulta ser un éxito, como recientemente fue el caso de The Owl House, el proyecto de Dana Terrace que nos presenta la historia de Luz Noceda (Sarah-Nicole Robles), una adolescente de Connecticut que un día se topa con un portal que la transporta a las Islas Hirvientes, un mundo lleno de magia en donde conoce a Eda (Wendie Malick), una bruja rebelde que se niega a entrar al sistema de aquelarres que somete a los pobladores a adherirse a un solo tipo de magia, por lo que ella vive un poco apartada de la sociedad en su famosa “Casa Búho”, junto a King (Alex Hirsch), un pequeño y adorable demonio con aires de grandeza, y Hooty (Alex Hirsch), una especie de búho bastante irritante, que es el guardián de la casa. Juntos ayudarán a Luz a adaptarse y perseguir su sueño de convertirse en bruja.
Desde el anuncio del lanzamiento de la serie el público estaba sumamente interesado, no solo por la trama, igualmente por el pasado de la creadora, que al haber participado en Gravity Falls, y que había rumores sobre la participación de su creador, Alex Hirsch, se pensaba que sería la fórmula perfecta para éxito. En cierto sentido lo fue, el público acogió con gran cariño la historia de Luz y durante la emisión de la primera temporada todo apuntaba a que el futuro de la serie era bastante bueno, encontrándose dentro del top 5 de las series infantiles más vistas por cable, por lo que sorprendió la cancelación del show, dejándolo con tan solo una temporada más y un especial que tendrá la duración de una película promedio.
La única explicación refiere que no encajaba con la marca, lo que lleva a la sospecha de que su cancelación se debió más por la representación de la comunidad LGBTQ+ que hace la serie, por la que ha sido censurada en algunos países y quizá por los problemas previos a su creación, donde ciertos grupos aseguraban que era una serie que promovía el satanismo.
La decisión dejó al fandom algo preocupado acerca del desarrollo de tramas y personajes, porque se había mostrado un mundo muy rico en historia y el corto plazo para desarrollarla parecía imposible. Por fortuna, Dana Terrace supo manejar estas cuestiones, entregando una gran segunda temporada.
Evidentemente tiene sus fallos, pero no son graves teniendo en cuenta el contexto, se siente apresurado y algunos personajes se quedaron un poco planos como es el caso de Willow (Tati Gabrielle) y Gus (Issac Ryan Brown), los amigos de Luz, que incluso no compartieron mucho tiempo en pantalla, por lo que la percepción sobre su vínculo cambió, se sabe que son amigos, pero ya no es algo muy importante a comparación de la primera temporada. En cambio, la creadora optó por desarrollar la relación de Luz y Amity (Mae Whitman), lo que se agradece bastante porque regalaron escenas hermosas.
Hasta cierto punto la cancelación no afectó, algunos personajes quedan fuera pero no se extrañan. El apresurar las cosas le otorgó un dinamismo a la serie que ya hacía falta en productos así, sin tanto relleno, todo lo que sucede va al punto. Esto puede abrumar al espectador e incluso confundirlo si se tiene en cuenta que se emite en el canal y no siempre llevan una continuidad, así que quizá la segunda temporada no será lo ideal para ese formato, pero funciona bien si se ve dentro de la plataforma.
En suma, The Owl House entregó una historia bien construida, muy madura, que toca temas un poco oscuros si se ven desde cierta perspectiva -como el plan de Belos-, pero nada que sea alarmante. El final de la segunda temporada deja con expectativas muy altas sobre el especial que concluirá todo, resulta difícil creer que los protagonistas podrán recuperarse después de lo sucedido, y si es así, ¿qué pasará con Luz, el mundo humano y las Islas Hirvientes? Porque con las experiencias pasadas acerca de la resolución del conflicto de protagonistas en otras dimensiones, crea un poco de incertidumbre y miedo.
Esto puede derivar en un final agridulce y hasta triste, o en una basura -si, te estamos viendo a ti, Star vs las fuerzas del mal-. Solo queda esperar que Dana aterrice la historia, ate todos los cabos, que en el proceso regale más escenas Lumity, que trate con cariño a Eda y King por el bien de la salud mental del fandom, y que demuestre que la plataforma del ratón cometió un gran error al hacerla a un lado.