21 Semana de Cine Alemán: No (Reseña)
Cuando uno es joven en general está acompañado más de virtudes que de padecimientos; son estas mismas ganas de ‘comerse al mundo’ las que pueden hacer que se cometan decisiones a la ligera: pudiendo ser estás no las mejores.
En la película alemana «No», de Dietrich Brüggemann, nos muestran a Dina y Michael, una pareja que plantea si separarse o no; deciden no hacerlo y nos muestran como empiezan a formalizar más y más su relación: casarse, tener un hijo, luego un segundo, etcétera. Conocemos un poco del trabajo de cada uno, ella es actriz y él médico cirujano; además de algunos acontecimientos importantes en la familia, como el fallecimiento del padre de Michael. Progresivamente vamos viendo que empiezan a haber en las escenas situaciones surrealistas y carentes de toda lógica; pero con bastante humor.
Cada suceso se va mostrando en orden cronológico, en un formato de escenas que muestran una sola situación, con planos casi estáticos: que no salen del encuadre y que al terminar se apaga la pantalla para solo indicar el tiempo transcurrido entre la escena terminada y la subsecuente. Bajo este esquema se desarrolla toda la película, hasta llegar a un total de 15 escenas.
Una pareja que constantemente se mira apática, sin entusiasmo y poniendo en duda si su decisión primera de decir «no» a la separación fue la correcta. Por otra parte, las rupturas con la realidad pueden interpretarse como un pretexto por parte de los observadores para escaparse un rato de su realidad monótona y acartonada; esto en el caso de las que no pueden ser concebidas de ninguna forma realistas. En el caso de las otras, las que sí pudieran suceder, se han de interpretar como una pizca más de mala suerte a sus infortunios ya existentes.
Si me lo preguntan, pensaría que la decisión de seguir la relación sin darle una discusión más profunda de sus debilidades fue un error; si Michael hizo la sugerencia, aunque sin ser escuchado, ha de haber sido por algo. Una cosa que se me hace muy curiosa; que pasa en la vida real de cada uno, y desde luego en la película; es el hecho que a veces las personas envidian o desearían tener ciertos elementos de nuestras vidas, esto claro sin conocer a fondo la realidad de las mismas, cuándo nosotros mismos no nos sentimos plenos con ellas: esto se ve muy claro en una escena dónde Michael visita a un dentista.