Aprobados en Motomami por Rosalía en su primera vez en México

Rosalía toca por primera vez la ciudad de México la noche del domingo 14 de agosto en el Auditorio Nacional. Un concierto en el que la artista entregó toda su energía y talento en el escenario y el público la cautivó al corear a la perfección cada una de sus canciones, sin faltar la lluvia del icónico Dr. Simi. 

Desde horas antes del show, los fans comenzaron a llenar las escaleras del Coloso de Reforma con una ola de outfits atrevidos, divertidos, extravagantes, pero todos con esa personalidad que los define como motomamis y motopapis. 

No tuvo un show telonero, pero no por eso se deja de lado el apoyo a bandas independientes, pues su concierto inicia con la rola de Ni Hao!, banda japonesa de punk experimental de chicas que también fue parte de su inspiración para crear su último álbum.

A las 21:30 en punto, se apagaron las luces en el escenario para empezar a ambientar y dar un gran inicio. Con solo un lienzo en blanco y dos pantallas verticales a los lados, entre sonidos de motos la cantante española salió junto con sus bailarines con cascos luminosos para interpretar Saoko el primer sencillo del álbum Motomami. 

“¡México qué dice!” gritaba, Rosalía para lo que el público, sabía la respuesta: “Saoko, papi, saoko”. Sin descanso, siguió con Candy y Bizcochito con el conocido performance de su rostro con expresión de desprecio mascando chicle que ha causado revuelo en redes sociales. 

Queda claro, que desde El Mal Querer y con mayor énfasis en Motomami, parte importante de la vida de Rosalía la definen las motos y su amor al flamenco, es así como prepara una mezcla con De aquí no sales, que usa el sonido del motor para hacer armonías, entrar con Bulerías, la canción más cercana a lo tradicional en su reciente producción. Un ensamble impecable y emocionante que termina con la presentación del tema emblema, Motomami con los bailarines usando sus cuerpos para hacer una motocicleta como en su presentación de TikTok.

“Hay una canción que escribí estando muy lejos de mi casa, echando de menos a una personita que se estaba haciendo mayor y como yo no estaba ahí, pensaba ¿Cómo puedo hacer para que cuando sea grande sepa que le he tenido presente y que quiero muchísimo?”, compartió con el público antes de interpretar G3N15. 

El mood cambió completamente con Linda, su featuring con Tokisha, seguido de La Noche de Anoche, tema que canta con Bad Bunny. Bajó para compartir el micrófono con sus fans mientras le llovían peluches del Dr. que se han vuelto una tradición en los conciertos mexicanos.  

Tras una vibra tan festiva, las luces se ponen rojas y en una silla junto a un espejo en medio del escenario, Rosalía se sienta para cantar Diablo, tema que habla de una transformación que las personas no aceptan, mientras se desmaquilla y se corta dos mechones de cabello, los cuales lanza al público. 

Hentai fue un tema que dividió opiniones al momento del lanzamiento de su previo sobre que si era una canción innovadora al combinar el lenguaje sexual explícito de reggeaton con una melodía suave o si era una canción sin sentido alguno. Lo cierto es que aquella noche fue uno de los momentos más mágicos, ejecutada solo con voz y piano.

Su voz siguió brillando con De Plata, inspirada en el estilo más solemne del flamenco y para interpretarla, sus bailarines desplegaron una falda negra que cruzaba todo el escenario y ella se aferraba al micrófono interpretando el dolor de la melodía. 

¿Que si fue una montaña de emociones? de la seguiriya nos pasamos a recitar “Abcdefg” donde exclamó “Aprobados en Motomami” por hacerlo de manera impecable. De ahí nos llevó a una fiesta donde subieron personas del público y sonó un remix con mucho dembow en donde sonó desde “La Gasolina” de Daddy Yankee hasta “Despechá”, su sencillo que ya se había hecho viral desde antes de su lanzamiento. 

De repente, detiene la fiesta para decir “les voy a cantar un tema inédito” y suelta “Aislamiento”, una canción suave donde el sonido de las palabras son las que marcan el ritmo y un plano cenital es el paso a “Blinding Lights”, seguida de “Dinero y Libertad”, otra nueva canción. 

Nuevamente nos regresa a “El Mal Querer” con Malamente y vamos a “Motomami” con Delirio de Grandeza. Después, nos prepara para el final con una nueva canción en donde no está presente en el escenario y la letra corre en el lienzo mientras los bailarines limpian y su voz está de fondo. Regresa para el primer final, Con Altura, su colaboración con J Balvin. 

El público aclamando a Rosalía, tal cual empieza la última canción del disco, pero nos sorprende con “Chicken Teriyaki y ahí vamos de nuevo a la fiesta de un viral de TikTok, para posteriormente, prender la luz del flash del celular e interprentar “Sakura” cosa que cautivó a la barcelonesa. Rosalía nos deja enfiestados con “CUUUUuuuuuute”, un rola que va de una zamba a una balada y termina con tu corazón latiendo a mil por hora del tremendo show que acabas de presenciar. 

Habrá quien ame su trabajo y quien no le guste, lo que es un hecho es que la cantante española ha reconocido el entorno actual: entre pantallas verticales, detrás de un smartphone siendo ella misma, haciendo bromas, mostrando sus emociones y su pasión por la música y las motos, logrando una cultura entorno a ella, un meme, un estilo de vida y una forma de actuar con todo y sus mandamientos. 

A pesar de que el Motomami World Tour está spoileado en todas las redes sociales, siempre queda mucho margen para las sorpresas en este performance lleno de emociones del que tú eres parte esencial.