La chica Salvaje
¿O la chica Zzzalvaje?
Muchas son las novelas que terminan adaptándose a la gran pantalla después de un largo camino recorrido en las librerías del mundo gozando de éxito y popularidad. Tal es el caso de la joya de la corona como lo es “Harry Potter”, la insípida saga “Crepúsculo” y en un menor nivel (de libro, de historia, ¡de todo!) la saga Divergente. “La chica salvaje” si bien es adaptación también de una novela muy exitosa, se va más por el camino de las películas románticas, algo tipo como “El diario de una pasión” pero sin llegar a aterrizar de buena manera en esa pista.
“La chica salvaje” retrata la triste vida de Kya, una joven que desde muy temprana edad vive la crueldad del mundo, una madre que la abandona con un padre abusador, el desprecio de los otros niños por no tener el mismo nivel social, la burla de los hombres por considerarla casi un animal, en fin, la vida de Kya desde que inicia el filme se nos muestra como un drama total, y de este lado es de donde cojea la película.
Contar la historia y obra de Kya como un dramón tipo telenovela es algo del pasado, se siente tedioso y aburrido, aunque las locaciones y ciertos personajes dan todo de si, su mayor esfuerzo, el producto final como tal no sorprende, avanza de forma lenta y deja de lado elementos que quizás pudieron convertir esta película en algo más decente.
Desde cuando vemos el pantano donde se desarrolla la historia como casi un sueño (es real, el pantano de Tiana de “La princesa y el sapo” se veía más sucio y terrorífico, aquí parece que grabaron esas tomas en alguna de las atracciones de aventura de algún parque Disney) sabemos que la cosa no va a estar bien. Después, aunque llegues a sentir empatía por la protagonista (Daisy Edgar-Jones es una chica HERMOSA y muy talentosa), no puedas pasar por alto las fallas. No es que seamos cuenta gotas pero los detalles en ocasiones son los que marcan la diferencia, pues los errores van desde el ritmo muy irregular de la cinta, hasta cosas como ¿por qué “la chica salvaje” esta mas a la moda que yo si se supone que es salvaje”?. ¡En serio!, en ocasiones los outfit de Kya parecen diseñados por la misma Miranda Priestley, bueno no tanto así pero casi, cuando sabemos que nadie nunca le enseñó ese tipo de cosas por las que los jóvenes comunes se preocupan que son tan banales.
Además de todo esto, el mal desarrollo de la historia de amor principal es como un gancho al hígado, su color rosa en extasía seguramente va a marear a más de uno, pero realmente es que no llega a ningún lado, por que como en otras ocasiones si pasa, aquí realmente no te genera el interés de querer ver juntos a los dos jóvenes principales, es como ¡meh!, y seguramente ese no era el objetivo de la directora Olivia Newman cuando filmó esta película.
Quizás dándole más peso al tema policiaco, a la investigación y viendo la historia desde otra perspectiva esto pudo convertirse en otra cosa, pero realmente es una mezcla mal lograda, de un cliché de películas de amor tergiversado con hilos de misterio.
“La chica salvaje” seguramente les va a gustar a los jóvenes deseosos de este tipo de historias, “de amor”, pero si tienes otras opciones en cartelera será mejor que les des oportunidad.