«Infelices Para Siempre»: un deseo, muchas, pero muuuchas vacaciones
Hay varios tópicos que se siguen casi al pie de la letra en una producción local, un ejemplo de ello es la parte cómica y romántica, pues en su gran mayoría de películas mexicanas combinan estos dos géneros, cintas como No Manches Frida (2016), Cásese Quien Pueda (2014), Sexo, Pudor y Lágrimas (1999) entre varias más.
En esta ocasión, Infelices Para Siempre será una entrega más en esta misma categoría en la que una pareja luchará por reconstruir un sentimiento que se había dormido con el paso de los años, pues en su vigésimo aniversario ocurrirá un evento que los forzará a convivir más de lo que les gustaría, con mucho tiempo por delante.
Esta cinta fue dirigida por Noé Santillán-López y producida por Jorge Aragón. Por su parte, Santillán ha dirigido cintas como Una Última y Nos Vamos (2015), Purasangre (2016), Ni Tú Ni Yo (2018) y Veinteañera, Divorciada y Fantástica (2020), en su mayoría en una índole similar a esta producción. Cabe mencionar que Infelices Para Siempre tenía un previó estreno en el 2020, sin embargo, debido a la situación sanitaria de COVID-19 que azotó a todo el mundo, tuvo que esperar casi 3 años más para ver la luz.
En esta historia está protagonizada por Alfredo (Adrian Uribe) y María José (Consuelo Duval, una pareja que está al límite del divorcio, cuya salvación será el deseo de una niña y un suceso extraordinario que les dará mucho tiempo de vacaciones hasta arreglar este asunto. Por parte de Adrian Uribe, además de su ya reconocido personaje de El Vitor, ha protagonizado cintas como Suave Patria (2012) y Tuya, Mía…Te La Apuesto (2018), al igual que un antagónico en Dos Policías en Apuros (2016), mayormente del género de comedia. En el caso de Consuelo Duval, ya ha trabajado al lado de Adrian en su papel de La Nacaranda para la serie cómica La Hora Pico, pero este es su primer papel protagónico en un largometraje.
En ambos casos, teniendo en cuenta que tienen dos de los personajes más icónicos de la televisión mexicana desde principios de siglo, hacen un gran trabajo siendo esta pareja tan dispareja, pues debió ser un trabajo arduo tratar de salir de esos personajes, lo cual logran de modo excelente, se nota la cantidad de años que han trabajado juntos, pues se entienden muy bien y la confianza hace que las escenas se vean naturales.
La fotografía y la música es uno de los puntos fuertes de esta producción, pues las escenas del mar, de los atardeceres son realmente bellas, apropiadas para una escena vacacional, la música hace sentir ese BUM de la playa y ambiente tropical.
En cuanto a la historia sucede algo curioso, por un lado, es el punto más débil de todo el filme, se siente repetitiva y predecible, desde los primeros minutos se puede ver el camino que va a tener a lo largo de la historia, por el otro, el propio mensaje que esta lanza a la audiencia es bastante indicado y conmovedor, lo cual compensa este flaqueo en la historia.
Cuando estas en una relación, ¿qué sucederá en 20 años?, ¿cómo harán para mantener viva la llama?, bueno, quizás la respuesta se encuentre en la moraleja de esta película, solo tengan cuidado con los deseos de los niños.