“Esta serie puede detonar un resentimiento estancado que tenemos los mexicanos hacia los estadounidenses, hay que tomar la serie con mucha madurez” Manuel Villegas en “La Cabeza de Joaquín Murrieta”

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La nueva serie de Amazon Prime, “La Cabeza de Joaquín Murrieta” que nos ubica en la época de la fiebre del oro, posterior a la pérdida de Texas en manos de Estados Unidos para contar la historia del “Robin Hood” mexicano. Mauricio Leiva-Cock, David Pablos y Humberto Hinojosa Ozcáriz son quienes llevan la dirección de este western y nos llevan por diferentes caras de este evento que marcó la historia de México y que pocos hablan. 

 

En esta narrativa entra la historia de David Ochoa, un joven militar mexicano que trabaja para el ejército estadounidense y tiene el firme objetivo de vengar la muerte de su hermano. Manuel Villegas es el encargado de interpretar a este personaje y en entrevista para Unplugged News nos platica acerca del trabajo de construcción, su experiencia grabando la serie y su punto de vista sobre los temas que toca esta serie.  

 

“En algún momento alguien me dijo: Tu personaje es el primer pocho de la historia. Porque se da el lujo de mirar a otros mexicanos como diferentes y no como un igual. Aunque guarda más parecido con los mexicanos que con los estadounidenses, precisamente es el dilema en el que vive David”, explica Manuel sobre esta confusión respecto a la identidad del personaje, un punto medular dentro de la historia. 

 

“Siento que hasta cierto punto está desubicado. No sabe hasta dónde sí, a dónde no, a qué pertenece y yo creo que ese proceso lo vivieron las personas de ese entonces. Si te pones a imaginar si hoy en día sucediera una invasión de Estados Unidos a México y te preguntaran de dónde eres, tú dirías: ¿Soy estadounidense? ¿Mexicana? Soy mexicana de cuando México no pertenecía.. pero ahora ya soy estadounidense”, explica. 

 

Confiesa que por su perfil, sus rasgos y personalidad, ya lo tenía en la mira David Pablos para interpretar a este joven militar. “En ese sentido dieron fácil conmigo porque tengo muchas similitudes con el personaje de David: en color de piel, en forma de ser, en forma de expresarse y el proceso de construcción ha sido bastante interesante y enriquecedor”.

 

“Entre los actores tenemos también un dicho que es que cuando te den un personaje, celébralo a más no poder porque al final de cuentas no había otro actor para interpretar ese personaje mejor que tú. Si te llegó un personaje es porque era para ti, no hay de otra”, expresa. 

 

Para la construcción de sus personajes, Manuel, tienen una técnica que es “bajar la información al cuerpo a través de la música. “Siendo un personaje histórico, necesito información histórica, datos duros, en un principio y de ahí pasamos a datos duros combinados con sensibilidad, es decir ¿Qué música se escuchaba? y si el dato me dice, se escuchaba esto en estas zonas, de tal año a tal año. Escuchas la música y dices “ah, cómo suena en mi cuerpo”. 

 

“Un militar se mueve distinto a nosotros que somos civiles, tienen un entrenamiento tan rígido. Caminan de una forma y caminan de una forma en específico. Hago exploraciones corporales que me permitan ir encontrando ese camino”. Señala que la canción que más le ayudó fue Tres Polkas de Violeta Parra, “trabajaba mucho con las polkas porque era lo que se escuchaba en esa época y específicamente la de 3 polkas me recuerda mucho al personaje de David y es muy bello”. 

Si bien la serie habla de hechos históricos, hay escenas que son desgarradoras, para los actores ha sido un gran trabajo psicológico lograr una interpretación de ese nivel. Por su parte, Manuel, señala que “una de las escenas que más me marcó fue cuando va en la carreta, hablando con el personaje de Adela que le dice “Es que tu hermano ya estaba por morir y si lo dejaba vivo iba a sufrir mucho”. David escuchando todo eso, te parte el alma. Creo que esa es una de las escenas más densas emocionalmente para mi.”

 

Desde un punto de vista introspectivo con su personaje, encuentra similitudes con el personaje que interpreta en “La Rebelión”. «Yo creo que si tienen un parecido en algo grande a un personaje que se llama Diego, en tanto que ambos viven en su mundo. Tienen un mundo interno tan amplio, que lo externo no los modifica tanto. Como si estuviera todo el día solo tampoco pasaba nada. Viven para ellos”.

 

Tras dos meses y medio de grabación en Durango, Manuel nos comparte que convivió de maravilla con los demás actores: Manuel Bernal, Liam Sharpe, Alejandro Speitzer, Becky Zhu Wu, Steve Wilcox y Emiliano Zurita. En los rodajes se hacen familias. Todos estábamos hospedados en el mismo hotel y es cenar y desayunar con ellos, pasar todo el día en el set. Todavía existe un grupo de Whats app y está bastante activo. Lo duro de eso son las despedidas. Yo siempre lloro al menos”. 

 

Respecto a la relación con David Pablos se lleva una grata experiencia al ser un director con gran experiencia. “Es un director que sabe trabajar con calma y con mucha paz porque tiene muy claro lo que quiere y no necesita hacer un escándalo para pedirlo. Es muy claro con lo que necesita y con lo que él quiere ver en la pantalla.” 

 

Mientras que el trabajo con la producción, ha sido de gran calidad y todo este trabajo tan cuidado se refleja en la pantalla. “Fue un proyecto muy organizado, todo estaba al pie de la letra, lo que se necesitaba como actor estaba a la mano. Yo no recuerdo haber tenido alguna incomodidad con la producción y me llevo eso. El llegar a otros espacios y decir, vámonos con calma, vámonos tranquilos porque esto lo aprendí allá y se trabaja bien bonito de esa manera.” 

 

La importancia de presentar este tipo de propuestas históricas desde una mirada fresca y con diversos ángulos, es una labor importante para conocer y reflexionar la construcción de México. “Esta serie puede detonar muchas cosas. Cuando veo ciertas escenas, me llena de rabia en algún momento y de impotencia de que no puedo hacer nada porque me gustaría cambiar las cosas”. 

 

“Siento que esta serie puede detonar un resentimiento estancado que tenemos los mexicanos hacia los estadounidenses aunque nosotros lo neguemos. Del trato hacia nosotros, del clasismo, el racismo y hay que tomar la serie con mucha madurez. Porque aunque es ficción, no deja de decir la verdad y puede ser muy duro. Vivo a la expectativa de qué cosas va a detonar socialmente”, comparte. 

 

Un joven actor con un trabajo impecable tanto en teatro como frente a cámaras en la serie de “La cabeza de Joaquín Murrieta” inicia un siguiente nivel dentro de su exitosa carrera. Además lo podrás ver este año con el estreno de El Capo 4: “una de las razones por las que acepté este proyecto es por el desenlace que tiene mi personaje. Es decir, no se hace una apología del narcotráfico, sino que se muestra de una forma muy cruda y es como de “todo tiene sus consecuencias”, finaliza.

 

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