‘Close’: sobre la amistad, adolescencia y las pruebas al crecer

0

Estamos en tiempos donde se exige la tolerancia, la apertura, el ver todo sin prejuicios. Sin embargo, quienes impulsan estas exigencias resultan ser quienes más etiquetan, quienes más juzgan, quienes menos toleran las diferencias y mucho menos una respuesta que resulta en una cachetada con guante blanco, un cerrazón de boca satisfactorio.

Crecer es afrontar un mundo que puede simular ser libre, en el que los hijos pasean a sus anchas pero que en casa viven en una burbuja en la que los padres evitan los riesgos sociales, todo lo que conlleva estar en contacto con otras personas. Pasar de la niñez a la adolescencia suele ser duro, superando cualquier expectativa que se pueda tener, generando todas estas reflexiones junto a una discusión relativa a la amistad, base que utiliza Lukas Dhont en Close, su segundo largometraje como director, para dar un punto de vista bellamente filmado.

La historia se centra en Léo y Rémi, dos amigos de toda la vida que tienen un vínculo tan cercano, fraternal, ajeno a lo que dicta este tipo de lazos entre hombres. Sin embargo, su amistad se verá puesta a prueba cuando regresen a clases y experimenten la presión que imprimen sus compañeros, pasando de un camino cálido a un trayecto accidentado, trágico a la vez que conmovedor.

Con hermosos paisajes, naturalidad en la contrucción de los personajes y una fotografía que eleva visualmente la correcta dirección de cámara, Close es un poema audiovisual que concentra todo su poder en las imágenes, usando los diálogos para complementar lo que ya se ha dicho con las miradas, las sonrisas, las lágrimas o las peleas propias de esa etapa vital tan frenética como lo es la transición a la adolescencia, sin dejar de lado las interacciones  así como las acciones que muchas veces se dan con el fin de ser aceptados por el resto de compañeros.

Resulta agradable y una bocanada de aire fresco que en esta ocasión se presente una amistad sin dobles intenciones, ausente de agenda que empareje a dos amigos. Es un llamado a la reflexión de como se valora una amistad entre hombres, ejemplificado esto con una discusión que tienen Léo y Rémi con dos niñas que de inmediato les indican que sus formas de expresar su cariño de hermanos es inequívoco indicativo de amor pasional pero que les responden con  «ustedes hacen lo mismo y no se dice que sean pareja», un pensamiento tan certero como lógico.

Lo brillante de lo que se ve en pantalla choca con la narración nostálgica de la película, ya que la edición, la posición y tomas de la cámara, hacen al espectador un pasajero más en este trayecto. Se genera una conexión con ambos protagonistas, dejando una sensación de frustración por no poder hacerles entender que las opiniones de sus semejantes poco importan si esa relación es positiva. Los campos de flores, la campiña donde corren los dos niños y hasta el trayecto en bicicleta donde un simple «¿descansaste?» es un signo inequívoco de verdadero cariño se dejan de lado para entrar de lleno en otras actividades, en nuevas amistades o en charlas de temas inéditos, una cotidianidad aceptado pero que no brilla de la misma manera.

Hay que reconocer que las actuaciones son sobresalientes, todo aportan credibilidad a sus personajes, haciendo que el público vea reales a cada uno de los presentes, olvidando que son papeles interpretados. Émilie Dequenne como Sophie, madre de Rémi; y Léa Drucker en la piel de Nathalie, madre de Léo, se alejan afortundamente de ese tendencia de convertir a los adultos en incompetentes para entregar a personajes con autenticidad.

We Create Loneliness: Lukas Dhont on His Oscar-Nominated Film, Close | Interviews | Roger Ebert

Palmas merecen tanto Eden Dambrine como Gustav de Waele, ya que ambos ofrecen grandes actuaciones, demostrando un arco dramático importante al pasar de la cordialidad al rompimiento de este lazo, algo que lleva consigo subidas y bajadas anímicas, todas ejecutadas con poder sin necesidad de diálogos pomposos ni mucho menos de escenas demasiado fuertes para lograr este cometido a buen puerto.

Si bien tiene un ritmo lento y pueda frustar con esos largos lapsos de apreciación del apartado visual, Close es una opción ideal para quienes buscan relatos que aborden esos episodios de la vida que no han sanado o que han estado marcados por el «hubiera», dando el impulso para dejar ir y, si se tiene la suerte, de buscar reintegrar vínculos que han sido cortados por la presión social.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Translate »