Tótem: descripción de una violencia nebulosa
Las desapariciones en México han sido cada vez más crecientes en los últimos años. La entidad de desaparecido hace referencia a un ente extraño; pues por una parte no podemos decir que esta muerta la persona (porque no nos consta) pero tampoco podemos decir que esta viva (porque no esta con nosotros). Lo que sería casi como estar en una especie de limbo.
El término ‘desaparecido’ fue acuñado durante el contexto político de las dictaduras latinoamericanas de la década de los setentas, donde se sometía cualquier disidencia, en contra del régimen en turno, mediante la práctica de desaparecer a estos individuos. Aunque es de este periodo de donde nace la expresión, no fue en este momento histórico donde se suscitó por primera vez esta práctica; se tienen antecedentes de desapariciones forzadas realizadas en los tiempos de Francisco Franco, en España, y en la Alemania nazi.
Con reflexiones y datos históricos, como los descritos previamente, el documental Tótem despega en un formato de narraciones en voz off. Dividiéndose en dos partes, y por dos locutoras: aparentemente una mexicana y después una chilena, se toca en el primer apartado cosas como lo que se describe en el párrafo anterior y siguiente: hechos, definiciones y antecedentes.
En el documental se explica que existen distintos tipos de desaparición. Por una parte está la fosa clandestina que consiste en enterrar varios cuerpos en un hoyo en el suelo; otra es la renta de casas para después enterrar cuerpos en los patios de la misma; también existe la técnica de «pozolear» que consiste en disolver cuerpos en tambos; una más es la incineración o coloquialmente llamada «zarandear» por la similitud que existe con la forma de preparar el pescado zarandeado; y por último la desaparición burocrática que es aquella cuando el estado vuelve a desaparecer un cuerpo.
Tras terminar la primera narradora, se da pie a la segunda que prefiere abordar ahora desde un punto menos técnico y descriptivo lo de las desapariciones: mediante reflexiones (de hecho lo descrito en el primer párrafo con respecto al «limbo», proviene de una forma muy interesante de pensar de esto y que se relata en parte del documental), queriendo pensar lo que sienten las víctimas y puntos de vista más intra-personales. A lo cual se toma de molde y guía una vieja leyenda.
Cuenta la leyenda que hubo un presidente que tras el recién hallazgo de una cabeza Olmeca quería que esta fuera exhibida en la Ciudad de México; para esto puso en marcha toda una travesía para mover la mítica estructura de piedra sobre tierra y mar, literalmente. Para su mala suerte, mientras la cabeza iba en un bote y la aparición repentina de una tormenta; hizo que esta se volcara al agua en el río Grijalva.
Esta narradora, que me parece es también arqueóloga o algo similar, cuenta que ella descubrió que las cabezas Olmecas funcionaban a manera de Tótem y que conllevaba una connotación de ofrenda hacia la ‘muerte juguetona’. Y algo curioso es que este tipo de objetos, los totems, se puede visualizar como una superficie/relieve que sobre sale de la tierra. Y las fosas clandestinas poseen en descripción lo opuesto, ya que son huecos que se esconden en la superficie; por lo que se les podría llamar de cierta manera ‘anti-totems’. De hecho, las personas que buscan a gente desaparecida emplean una técnica de búsqueda que consiste en ‘pinchar’ con una estaca de dos metros la tierra y oler la punta que en caso de poseer un hedor putrefacto significa posible presencia de restos humanos en su interior.
Tótem inicialmente fue concebido como un ensayo pero gradualmente fue adquiriendo en su interior elementos muy diversos y que lo hacen un documental menos convencional de los habituales que se enfocan en el cineasta, director, algún miembro de su familia, amigo o círculo cercano. Sin embargo, Tótem opta por salir de esta zona e ir más allá con una composición muy interesante en cuanto expresión narrativa y acompañamiento de imágenes cortesía de Televisa, INAH y otras.