«El Aro 4: El Despertar» (reseña)
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La adaptación cinematográfica de El Aro ha sido bastante bien recibida dentro de la cultura pop, colocándose a la par de otras producciones tales como: Halloween, Viernes 13, Pesadilla en la calle Elm y La Maldición. Una historia que tiene por premisa la manifestación de una entidad maligna, llamada Sadako, que viene por sus víctimas después de pasados 7 días que estas han visualizado un VHS ‘maldito’. La idea original proviene de una novela Ringu, del autor Koji Suzuki, pero tal fue su éxito que no tardo en llegar a la gran pantalla.
En 1998 fue por primera vez adaptada al séptimo arte en Japón bajo el nombre de Ringu, de la mano del director Hideo Nakata; tal fue la buena aceptación que cuatro años después saldría a luz una versión Hollywoodense denominada The Ring. A esto llegaron más secuelas de ambas producciones y en esta ocasión toca hablar de la cuarta parte de la versión japonesa.
El Aro 4: El Despertar (2022), titulada originalmente como Sadako DX, es una película denominada como de Terror y dirigida por Hisashi Kimura. Narra la historia de Ayaka una chica muy inteligente, con coeficiente intelectual de 200, y que pone en tela de juicio la veracidad de la leyenda del videocasete maldito; tema que está siendo tendencia debido a un médium que lo está volviendo conversación. Esto acompañado con la novedad que la maldición ha ‘mutado’ pues ahora Sadako extingue a sus víctimas en un lapso de 24 horas.
Es por ello por lo que la protagonista tras sufrir los percances de la maldición (en ella, su familia y círculo cercano); emprende junto con otras personas una búsqueda de respuestas que conduzcan a una explicación y posteriormente cura.
La película pierde el rumbo con respecto a las predecesoras, pareciendo que las reglas previamente descritas son redundantes; pues pasan a ser completamente ignoradas. Pues ahora, además del cambio en el tiempo que tarda en matar Sadako, resulta que ya no es la figura clásica de Sadako (una mujer de pelo largo) la que observan sus víctimas antes de morir, sino que ahora estos ven a Sadako en forma de sus seres queridos muertos; la justificación es que Sadako ésta jugando con sus mentes.
Las actuaciones dejan mucho que desear, realmente no inspira miedo alguno; sino que gracia al ser tan mal ejecutadas. Cuesta trabajo creer que un personaje está siendo atacado, pues se percibe más como si estuviera realizando un sketch. Es por este tipo de interpretaciones que la parte de actuación se ve demeritada. Además, la construcción de los personajes les falta mucha presencia; por ejemplo: cada que la protagonista utiliza su inteligencia, para elaborar un plan o algo, efectua un peculiar movimiento con sus manos y orejas; otro caso es cuando un personaje, de los principales, cada que dice una supuesta frase profunda hace un movimiento con su dedo y nariz; lo cual me parece en ambos casos un sinsentido o recurso simplón, si es que trata de ser cómico.
Hay continuamente un humor presente de inicio a fin, pero es a partir de un punto que es sobre explotado y vuelve tediosa la película. Es aquí donde deja de ser relevante toda línea principal de la historia y cae en el terreno de lo absurdo. Con chistes, a mi gusto, demasiado sosos y que hacen cuestionar el hecho que la película se promocione así misma como del género de Terror.
Una franquicia que se aprecia como un producto sobre explotado sin miras claras de lo que busca contar, o que si en algún punto lo tenía: se ve abruptamente desvanecido por lo antes mencionado; y lo que es peor es que va ‘arrastrando’ consigo lo bueno, ya sea mucho o poco, que pudieron haber aportado las anteriores peliculas de la saga. Es una decadencia a todas luces, con un producto de mala calidad en los principales rubros: guion, actuaciones y efectos especiales.
Lamentablemente El Aro 4 es una mala película de terror que inclusive si busca ser parodia de la saga: lo hace de forma muy mala y desafortunada.