Viaje todo robado (Reseña)
Una sorpresiva comedia mexicana que toda la familia puede disfrutar.
Un “fracasado” padre de familia que trabaja en una oficina de contabilidad encuentra milagrosamente un puño de billetes en el dispensador de papel higiénico del baño de su trabajo.
¿Qué es lo primero que hace con aquel dinero?, no, no es pagar las colegiaturas vencidas de las escuelas de sus hijos y tampoco es pagar las mensualidades atrasadas de la camioneta que recientemente sacó de la agencia y mucho menos es liquidar la deuda que su esposa adquirió en juegos de apuestas al por mayor., ¿entonces que es lo que hace?, se arma de valor (y cinismo) y se lleva a toda su familia de vacaciones a San Antonio, Texas.
Aunque la primicia no es nada del otro mundo, “Viaje todo robado” es una película que se mantiene a flote por si sola, y es que se toma su tiempo para presentarnos a sus protagonistas y el entorno en el que se están desenvolviendo antes de que el “viaje” mencionado en el titulo inicie, lo que hace que cuando todo toma forma, uno como espectador ya sienta cierto interés por sus personajes y sus problemas, y parte de esto es el talento de los actores que interpretan esos personajes.
Bruno Bichir como el patriarca de la familia está estupendo y aquí demuestra todo lo que ha aprendido durante sus largos años de carrera. Cuando un actor logra desprenderse de todas las ideas que se ha formado a lo largo de su vida sobre si mismo y se divierte haciendo un papel en pantalla se nota, y Bruno sabe lo que hace. En contraparte, Ana Claudia Talancón se convierte por primera vez en su vida de cine en madre de familia de dos hijos adolescentes, que además de los problemas típicos que una madre pudiera tener, se le suman los problemas acarreados por su adicción al juego. Talancón es indudablemente una estrella que brilla en todo lo que hace y en “Viaje todo robado” deja claro que nadie en mucho tiempo podrá robarle el lugar que con tantos años de trabajo se ha ganado.
El talento joven de la cinta también destaca y de buena manera, German Bracco tiene esa inocencia necesaria para hacerte creer que es el típico adolescente de preparatoria confundido entre lo que debe ser y lo que los demás esperan de él, e Irka Castillo es una dulzura de niña que logra conmover en cada minuto que aparece en la pantalla, en fin, la familia nuclear protagonista de esta cinta da justo en el blanco.
“Viaje todo pagado” es una cinta engañosa, en sus avances se dibujaba como una comedia con situaciones inverosímiles y un ritmo frenético, pero realmente va mucho más allá. Como ya comentábamos, las historias en pantalla se toman su tiempo y te dan tiempo a ti de pensar en lo que tú harías en dichas situaciones, ¡sin dejar de ser cómico!, y es ahí donde radica el mayor éxito de la película, la comedia no desaparece aun en las situaciones en las que la familia se encuentra más desesperada.
Y aunque pareciera que todo lo que mencionamos es miel sobre hojuelas, si existe el negrito en el arroz en el largometraje y es que hay un par de momentos que podrían haberse ahorrado o que no aportaron mucho sentido al producto final, que tampoco le resta puntos pero pudo haber resultado un circulo perfecto, algo que no sucede mucho en el cine nacional.
El mayor logro de “Viaje todo robado” es que como pocas películas mexicanas hacen, apunta al mercado familiar, deja de lado el humor vulgar, las groserías cada dos segundos y los desnudos para tratar de reunir de nuevo a la familia entera en las salas de cine con una película con la que más de una de ellas se va a sentir identificada.
“Viaje todo robado” ya se encuentra en todos los cines del país, y te aseguramos que es una película que te va a entretener de inicio a fin, asi que prepara tu equipaje para uno de los viajes en carretera más divertidos de la gran pantalla.