«Carlos» el documental que muestra la filosofía de Carlos Santana, una leyenda viva de la escena mas vibrante de la música

Sin importar las edades, las nacionalidades o incluso la religión, existe un lenguaje que une a las personas y los lleva a compartir el momento, y ese es la música. Si bien existen muchos géneros y gustos por los cuales cada persona puede inclinarse, de vez en cuando, pasa que un músico logra superar todas las barreras y se consagra en el gusto de todos. Un caso como este es Carlos Santana, guitarrista mexicano reconocido en todo el mundo.
“Carlos” es el nombre del documental dirigido por Rudy Valdez, que narra la vida y obra de Carlos Santana. Una pieza filmográfica que acerca al público y a los fans a una faceta más interior del guitarrista, pues desde el inicio el mismo Carlos Santana nos da la bienvenida para contarnos sus historias de la infancia, el amor y admiración hacia su padre y madre, pero también su misticismo y relación con la música.
Iniciando con su primera conexión con la música, en la que su padre, siendo violinista, le muestra de la forma más orgánica cómo puede comunicarse con los pájaros a través del sonido armónico de la música, haciéndole ver al joven Carlos que, si puede hablarles a las aves, podrá incluso tocar su instrumento y comunicarse con los corazones de las personas. Una bella metáfora que trastocó su alma y fue transportada a sus canciones y sus deseos de tocar la guitarra. Pero el inicio de este joven músico mexicano que creció en uno de los barrios mas pobres de Tijuana no fue fácil, pues comenzó tocando el violín, mientras ayudaba a su padre en la banda de mariachi a la que pertenecía. Todo esto para contribuir a la economía familiar.
Tras conocer el rock and roll y a varios de sus exponentes, decide dejar el mariachi para dedicarse a la guitarra y a aquel género musical que solo fue el inicio de algo más grande. Posteriormente, su familia y él se mudan a San Francisco, donde descubre la discriminación y la violencia, pero el sigue trabajando para ayudar a su familia, estudia y ensaya con su banda aun sin nombre. Desde el comienzo, Carlos sobresalió para músicos y conocidos del medio, lo que lo llevó a tocar en el Fillmore Auditorium, recinto icónico del lugar, donde grandes bandas se daban cita y el mismo Santana y su banda eran teloneros de artistas como The Who, Steve Miller y Howlin Wolf.
Si bien, la historia nos va llevando de la mano a través de la trayectoria de este gran guitarrista, no es en lo que se centra el foco del documental. El director va un poco más allá, escarbando en la personalidad de Carlos, con carencias, adicciones, incertidumbres e inseguridades, pero también, profundamente místico, meditabundo y amoroso, creyendo siempre en sí mismo. Manteniendo una relación interior con sus vivencias, aquellos que lo rodean y su forma de ver y hacer su arte.
Ganador de 10 Grammys a lo largo de su carrera, se mantiene sencillo pero seguro de sí mismo, siempre creativo y espiritual, mostrando a través de la lente que es una persona vibrante, enamorado de la vida y de la guitarra que siempre toca. Muestra que para él fue toda una intensa experiencia el haber tocado en Woodstock, sin embargo, el haberle cumplido la promesa a su mamá de comprarle una casa, no tiene precio.
Ya vimos #Carlos, el documental sobre el legendario #CarlosSantana que llegará a #Cinepolis el 23 de septiembre ??
— Unplugged News (@unpluggednewsmx) September 19, 2023
Cobertura de @flashnayeli@Cinepolis @MasQueCineLatam #CarlosSantanaEnCinepolis pic.twitter.com/q7L6ukzhmK
También muestra entrevistas con sus hermanas, que narran su propia experiencia y la de su madre, al ver a su hijo crecer, ganando fama, iniciando un largo camino espiritual y su andar por las drogas. Mientras que, en entrevista con Carlos, cuenta como fue cada uno de los detalles alrededor de toda esta vorágine de eventos, al mismo tiempo, narra cómo logró mantener su identidad.
La película recupera varios momentos de las giras y los conciertos de Santana, también videos caseros hechos por el guitarrista, además de fotografías de su infancia y juventud. En cuanto a la edición, el documental no tiene pierde y la producción de sonido está muy bien realizado tratándose de conciertos antiguos, además del bello rescate de archivo.
Al final nos muestra aquel deseo de Carlos de seguir adelante haciendo lo que más le gusta, compartiendo su virtuosismo con las audiencias y otros como él. Una película que, sin importar la edad o el gusto musical, te dejará con ganas de escuchar a Santana y pensar en la frescura de su personalidad.