“Ahora que estamos juntas”, El documental que describe el acoso callejero a las mujeres y sus efectos
¿A cuántas mujeres les ha pasado que salen a la calle sin importar el atuendo que traen y les gritan algo? ¿A cuántas niñas les ha ocurrido que al crecer se dan cuenta que sufrieron de acoso? ¿A cuántas féminas les ha sucedido que van en la calle y de pronto un tipo las llama, simplemente para mostrar su miembro o decirles algo indecoroso o vulgar? El acoso callejero es uno de los efectos de violencia social más comunes y fuertes en la sociedad actual, sin importar la edad, el atuendo, el lugar o la hora, este tipo de situaciones se dan a lo largo de la vida de las mujeres en repetidas ocasiones. Por eso es que la directora Patricia Balderas Castro decide retratar muchas de las situaciones que varias mujeres han atravesado por efecto del acoso callejero.
Narrado desde un punto de vista muy respetuoso e incluso testimonial, “Ahora que estamos juntas” va describiendo como fue su camino alrededor de descubrir la violencia sistémica en la que vive, al igual que todas las mujeres que la rodean. Describiendo su situación personal, al recordar su primer acoso, mientras se sorprende de sí misma, al sentir ira e impotencia. Además de mostrar otros puntos de vista de las mujeres que tienen que vivir su vida cotidiana, tras experimentar una situación como esta. Molestas, burladas, vulneradas y repetidamente desamparadas ante una sociedad y un sistema indiferente impune y bárbaro.
Del mismo modo retrata el movimiento social desencadenado por este y otros efectos similares, pues las mujeres ya no se quieren quedar calladas. Si bien, muchas lo guardan en lo más íntimo de su ser, ahora también manifiestan su molestia a través de marchas, pintas, representaciones, performances y demás. Mientras también fortalecen su gremio, buscando a otras como ellas por medio de grupos de apoyo, demostrando que no están solas. A pesar de que el sistema en el que viven, no las apoye y respalde.
Durante casi una hora y media se reflexiona acerca de cómo las mujeres, tienen que auto cuidarse de distintas formas contra el acoso callejero. La ropa, los lugares por donde van, incluso lo que implica defenderse de tal hecho. Pero también sobre como procurarse buscar ayuda, hablar con otras chicas que han vivido lo mismo y también evitar la autoagresión, pues siempre es posible llegar a pensar que una misma es la culpable. Por ende, hacerse responsable de sí misma conlleva a recapacitar en distintos escenarios, desde cómo se visten dependiendo de lo que harán o donde estarán, como visibilizar ante la sociedad la situación actual para las mujeres, e incluso el pensar, a que podrían estar dispuestas para defenderse de una agresión. Lo necesario para sentirse bien en la calle, en un mundo que las oprime y que no les da un espacio público para ellas.
También, se muestra un periodo muy particular del movimiento feminista en la historia de la sociedad mexicana, debido a que se retratan varias marchas ocurridas antes de la pandemia, momento en que el fenómeno cobra mucha fuerza y visibilidad. Si bien en esos años se les consideraban como terroristas, anarquistas o insensatas, las mujeres plasmadas en el documental simple y sencillamente están manifestando que están siendo violentadas. Con esto, Patricia, la directora, pretende demostrar algo simple, pero muy real y fuerte, un piropo un grito, un chiflido, un tocamiento o una opinión no solicitada, puede conllevar a romper y a traspasar a una persona de una forma terrible, en especial si es un evento repetitivo, y se experimenta a lo largo de su vida. Del mismo modo también nos muestra que estas situaciones se dan desde edades insólitas, con niñas de primaria, de 8 años, de secundaria de 11 años, en la adultez e incluso en la madurez, todo eso por medio de distintos testimonios.
“Ahora que estamos juntas” es una película muy reflexiva e íntima que inicia en lo personal y luego se mueve al lado familiar, tocando el tema de madre e hija expuestas a estos efectos. Expone lo colectivo mostrando los grupos de ayuda y sanación sobre el tema, retratando lo social, exhibiendo parte del efecto macro de las movilizaciones. Cerrando el círculo en lo transgeneracional, pues demuestra que se ha ganado terreno en este ámbito, pero que queda mucho camino por recorrer para las generaciones que siguen. Demostrando que son muchas las mujeres que han pasado por este tipo de abusos y que sin importar que no exista una justificación para la violencia en que son sometidas, si existe una justificación para expresar de forma radical que sigue habiendo violencia para las mujeres, en su vida cotidiana.
El documental “Ahora que estamos juntas” ha estado en distintas partes del país, en instituciones, exhibiéndose y generando una campaña de conciencia. Próximamente llegará a salas de cine comercial acompañada de una campaña de impacto para vislumbrar ese tema tan común para todas las mujeres.