La Hija del Pantano (Reseña)

Una mujer enfrenta su tortuoso pasado para defender a su familia.

“La Hija del Pantano” es una película de drama, crimen y misterio que inicia hermosamente retratando la convivencia de una niña y su padre en medio del bosque. Helena (Brooklynn Prince) es una niña que tiene un desarrollado sentido sobre la naturaleza, entendiendo el significado de las huellas, los sonidos y el comportamiento de los animales. Debido a ello también cuenta con un alto entrenamiento de supervivencia dentro de este mismo ambiente, todo esto enseñado por su padre al cual ama y admira. Ellos dos y la madre de Helena viven juntos en una cabaña, lejos de la civilización, sin luz, agua entubada o cualquier otro tipo de comodidad de la ciudad.

Poco tiempo ha pasado cuando la trama da un giro inesperado, en cuanto llega un forastero perdido en una moto. Inmediatamente la madre de Helena busca huir del lugar, llevándose a su hija, situación que es muy sorpresiva para la pequeña. Pues Helena era una niña que vivía en las profundidades del bosque con su familia, pero ahora se pone en entredicho que la madre fue secuestrada por aquel hombre con quien después engendró a Helena, quien sin haber sabido esto antes, ahora se encuentra en shock mientras está con su madre en la comisaría. El prólogo de la película termina cuando el padre de Helena es detenido por la policía tratando de huir con la pequeña.

Años después Helena (Daisy Ridley) es adulta, una persona un tanto inadaptada, pero una mujer casada con una linda hija que asiste a la escuela mientras ella trabaja en una oficina, en una ciudad rural. Un día es notificada de que su padre ha escapado de la cárcel, desenmascarando su lúgubre pasado ante su esposo Stephen (Garrett Hedlund) quien ahora duda de ella, pues siempre le ocultó la verdad sobre su padre.

Mientras la paz de Helena es perturbada profundamente, al pensar que su padre podría regresar por ella y acosar a su familia, decide tomar distintas medidas precautorias, en lo que al mismo tiempo va cayendo en distintos momentos de paranoia, pues va encontrando pistas de que su padre está cerca. Debido a que su familia ahora es lo más importante para Helena, decide ir a su antiguo hogar en el bosque, a encontrar a su padre y enfrentar las consecuencias de ver de nuevo a aquel hombre controlador y radical que le enseñó cómo sobrevivir.

Una parte de la historia es revelada por medio del cuerpo de ella, debido a que está lleno de tatuajes hechos por su padre durante su infancia, al mismo tiempo que recuerda los momentos en los que su padre los hizo y el significado de cada uno de ellos, todos son consecuencia de su entrenamiento en el bosque, sintiéndose de algún modo marcada por él.

La trama durante momentos puede ser un tanto predecible, pero a lo largo de la historia se va revelando poco a poco el pasado de esta mujer, sus demonios y también como se fue resolviendo su vida e integrando al mundo normal, ya sin su padre y en compañía de su madre. Al mismo tiempo es posible apreciar sus contrastes debido a que lucha por sobrevivir a pesar de sus demonios, reales e imaginarios, mientras se avivan sus recuerdos positivos y negativos en el bosque, mostrando a una Helena valiente, intrépida y despiadada desde la infancia, ahora como adulta está dispuesta a seguir las huellas de su presa y cazar a su predador.

“La hija del pantano” cuenta con una línea narrativa que salta del presente al pasado una y otra vez para revelarnos sus misterios, empezando bien, pero perdiendo fuerza a lo largo de una hora 49 minutos que dura. Y si bien esta acompañada de una bella propuesta fotográfica, los momentos de tensión y los giros inesperados no son tan contundentes y el final no revela nada que el espectador no espere o desee. Sólo será el ¿cómo? y el ¿cuándo? lo que mantiene la tensión en la pantalla.