«Puan»: una gran comedia de proporciones filosóficas
La educación es uno de los pilares principales en la formación de una sociedad pensante, crítica y libre. De aquí, que sean de vital importancia las personas que asuman estos cargos; pues en ellos recae una responsabilidad que tendrá consecuencias futuras en la sociedad, más allá de las aulas. En los confines de estos círculos, quizás muchos no sepan, es común que sea peleado el acceso a estos puestos de poder, más aún si se consideran trascendentes por su relevancia; tales como a nivel licenciatura, maestría, doctorado e investigación, por mencionar algunos. Se describen como peleados, o reñidos, por lo exclusivo que pueden llegar a ser; pues en ocasiones su único acceso implica esperarse al retiro de alguien más para poder suplirlo.
A veces estas sucesiones parecen bastante «cantadas«, es decir, la persona que suplirá pareciera evidente. Pero, bien dicen que en la guerra y en el amor todo se vale; y que nunca se debe dar nada por sentado, mientras no esté materializado. Esta situación un tanto inesperada la emplean, con el mejor humor, los directores argentinos María Alché y Benjamín Naishtat en su comedia «Puan».
En la facultad de filosofía de la Universidad de Buenos Aires, tras la muerte de el distinguido profesor Caselli, ha quedado libre una vacante importante. Marcelo Peña (Marcelo Subiotto) es la aparente opción incuestionable para el puesto, por ser el discípulo directo de Caselli. Sin embargo, esta aparente obviedad parece desvanecerse poco a poco por la repentina llegada, desde Alemania, de un antiguo discípulo de Caselli: Rafael Sujarchuk (Leonardo Sbaraglia). Generando así una disputa indirecta por el puesto, que a la vez refleja una disputa de visiones.
La obra de Alché y Naishtat se compone de dos personajes principales, Marcelo y Rafael, que aspiran al mismo objetivo pero que desde su presentación pueden verse como dos entes con suertes opuestas. Y más relevante aún, formas de pensar contrarias. De lo cual podemos extraer varias cosas: lo clásico vs lo contemporáneo, lo impopular vs lo afamado, lo simple vs lo complejo; además de más cuestiones.
Puan se relata en todo momento desde el punto de vista de Marcelo Peña, lo que nos permite conocer más a detalle como es la vida del profesor. Y es durante esto que podemos observar que él mismo se percibe como alguien no muy afortunado, contraste que parece exaltarse más con la llegada de Sujarchuk. Lo que convierte la narrativa, en algo más personal, de mayor peso; pues para Marcelo no esta en disputa simplemente la cátedra, sino su honor. Pues fallar en este flanco, significaría la consolidación absoluta del fracaso en su vida.
A mi gusto la cinta tiene una trama interesante de la cual le saben sacar mucho provecho; pues logra colocar de lo mejor posible a todos sus personajes en el contexto del mundo filosófico, durante su desarrollo no se hacen faltar varias referencias, pero lo que es mejor aún, y que sería imperdonable que no fuera así, son los chistes y actos cómicos que giran en torno a este ámbito. Porque, a manera de las viejas comedias griegas de Aristófanes, dentro de estos episodios y chistoretes, en varias ocasiones, se encuentran encriptados mensajes de valor y reflexión.
Marcelo Subiotto actua de forma muy transparente, pues deslumbra muy bien la pena que tiene Marcelo Peña y genera una empatía amplia con el espectador. Por otro lado, no se diga la fidelidad en actuación de parte de Leonardo Sbaraglia, quién es altamente pretencioso y esta descolocado del mundo promedio. Ya que por ejemplo uno de los mensajes que explora la película, intencionalmente o no, es acerca de la educación descontextualizada; es decir, el hecho de impartir las clases, a manera de manual o receta de cocina, sin tomar en cuenta el contexto. Lo cual muchas veces se deja de lado, pero es de vital importancia para una mejor enseñanza.
Finalmente, emito que Puan es una cinta que mediante distintos tonos de comedia nos narra de buena forma una historia sobre pedagogía y filosofía. A la cual, por sus atinados y graciosos planteamientos; debe dársele sin duda una oportunidad.