The Zone Of Interest: cuando la indiferencia y la atemporalidad van de la mano
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Zona de Interés emplea la indiferencia en su narrativa y evoca a la atemporalidad de un trágico suceso.
Uno de los periodos más trágicos de la humanidad es la Segunda Guerra Mundial por diversas razones. El séptimo arte le ha concedido un espacio único en la memoria del celuloide, con películas que abordan distintas perspectivas de este momento histórico por más de medio siglo. Cada director le otorga una visión específica acerca de lo que desea transmitir su historia. Tal es el caso de Jonathan Glazer, quien con su laureada The Zone of Interest (2023) se propone crear una obra que por medio de su indiferencia logre su cometido.
En 1 semana podrás conocer las atrocidades que se cometen del otro lado del muro. No dejes de escuchar… ???#ZonaDeInterés, nominada al Óscar como mejor película. Estreno 15 de febrero, sólo en cines. pic.twitter.com/fWrrA5C1vK
— Diamond Films México (@DiamondFilmsMex) February 9, 2024
Zona de Interés opta por dejar a un lado el retrato crudo, visceral y explícito de los campos de concentración de Alemania para enfocarse en conocer a la familia Höss, encabezada por Rudolf (Christian Friedel), comandante de Auschwitz y su vida durante la guerra. Su esposa Hedwig (Sandra Hüller), junto a sus cuatro hijos posee todas las comodidades y lujos en su casa, lo que incluye un hermoso jardín, una alberca y un invernadero que resalta la arquitectura de la propiedad.
Su confort va cambiar cuando Rudolf sea trasladado fuera de Auschwitz y ante la negación de Hedwig por dejar su vida perfecta, él se muda a su nueva posición.
Dentro de su narrativa no cuenta con mayores complejidades argumentales y su trama en forma lineal se intercala con un par de secuencias centradas en una niña que deja alimentos en las zonas de trabajo para los prisioneros de los campos, centrando a la audiencia en la forma de vivir de la familia Höss dentro de su esfera social y política.
Con una notable presencia en las nominaciones en los Premios de la Academia, The Zone of Interest no resulta en una cinta fácil de llevar, pues su ritmo y puesta en cámara son los principales retos para el espectador. Se presenta como una propuesta contemplativa donde lo aparente rutinario revela mucho más en su trasfondo.
Desde el comienzo, la pantalla negra va incluyendo el score de Mica Levi y de algunos sonidos ambientales, la resistencia de la audiencia se pone a prueba, pues tarda en mostrar su primer fotograma.
Posteriormente es complicado compaginar con la cinta en sus primeros 15 minutos, donde se ve a la familia Höss pasando un día de campo en el río y su camino de regreso a casa. Pasado este metraje, la película toma forma y se va estableciendo la visión de Glazer, que engloba un apartado técnico peculiar en su producción.
Jonathan Glazer's 5x Oscar-nominated The Zone of Interest is now playing nationwide and in the UK. https://t.co/sRizl8LaPi pic.twitter.com/YgwjISzeb7
— A24 (@A24) February 9, 2024
Cabe resaltar la dirección del cineasta, que elige filmar con encuadres abiertos y cámara fija sin ningún movimiento que dote a la cinta de dinamismo en su cinematografía. Sin embargo, su forma de entablar las relaciones entre los personajes es a partir de sus interacciones cotidianas, que fue posible gracias al posicionamiento de las cámaras en puntos distantes a los actores, lo que genera que la naturalidad en sus acciones sea más orgánica y realista.
Y es del desprendimiento de esta intención que Zona de Interés deja su mensaje claro: lo que no se ve, pero que se percibe gracias al sonido es desgarrador. Durante la primera mitad de la historia el entorno encapsulado en la residencia de los Höss permite observar la indiferencia con la que viven en contraste con lo que rodea su periferia, siendo los campos y las zonas de trabajo los ambientes más infernales posibles, pero que no es tomado con importancia para ellos.
Esta visión permite explorar cómo era la vida de las familias de los comandantes de dichos campos, que evoca una atemporalidad con sucesos actuales y la contemporaneidad, pues el ser humano es indiferente ante lo que no lo afecta en absoluto, preocupándose solo por su bienestar y el de los suyos. De aquí el diseño sonoro juega un papel fundamental, al crear un fondo terrorífico que los personajes ignoran sin importar si se trata de desgarradores gritos, disparos o lamentos.
No obstante, no a todos los personajes los va dejar indiferentes, pues la breve aparición de la madre de Hedwig resulta ser el personaje con el que se logra una empatía y aunque su salida queda ambigua solo en una carta de despedida, se comprende que el horror logró afectarla.
Basada parcialmente en la novela de Martin Amis (quien falleció el día de la premier en el festival de Cannes de 2023), Glazer decide realizar cambios abruptos a la obra original que contemplaba una ficticia historia de amor con un lenguaje alienante, para mejor crear un guion con el objetivo de develar el sufrimiento detrás de lo aparente. Esto junto a decisiones creativas como presentar el segmento de la niña filmado con una cámara térmica que solo ilustre la figura de calor le dan una visión puntual a este retrato realista.
5 nominaciones a los Oscar le brindan a Zona de Interés una oportunidad para explorarla. Su mayor compromiso recae en la paciencia y resistencia del espectador por adentrarse en la obra de su artista, pero si se atraviesa esa barrera, el mensaje y propuesta logran ser incisivas, críticas y no dejan apática a la audiencia a comparación de sus personajes.