La Duquesa de Malfi: Todo tiene que morir para que nazca el amor.

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Tras el fallecimiento de la reina Isabel I de Inglaterra, dio inicio el reinado de Jacobo I, todo el teatro que se hizo durante ese periodo se le denominó como Jacobino; en donde las puestas en escena que se representaban se mezclaba la tragedia con todo y escenas de sangre o de violencia, sin olvidar la comedia, ; así como estar recitadas en verso intercalando la prosa; así como añadir música o danza como apoyo a contar las historias.

Uno de los dramaturgos que representan a este periodo es John Webster, quien en el año de 1614 presentó en los escenarios por primera vez “La duquesa de Amalfi” (“The Duchess of Malfi”), una sombría tragedia, que en poco tiempo fue considerada como una obra maestra.

La Duquesa ha enviudado por lo que sus hermanos ciegos por la codicia, la ambición y para no perder su derecho a la herencia, obligan a su propia hermana a casarse con alguien más simplemente por interés; ella rechaza ese compromiso, porque ella tiene un anhelo mucho más allá, sin perder sus valores, su bondad, su gran inteligencia, sus convicciones; por tal motivo a espaldas de sus fraternos, le jura un amor puro a un humilde miembro de la corte, sintiendo una gran pasión desenfrenada por él; a quien con el paso del tiempo desposa y tienen sus propios hijos; lo que traerá consigo una tragedia para ellos, debido a que dentro del palacio hay un espía que poco a poco irá descubriendo lo que ahí ocurre.

Es una gran puesta en escena y a destacar que es la primera que se representa en México “La Duquesa de Malfi”, que tiene todos esos elementos que hacen del teatro jacobino muy especial. Donde se mezcla los combates escénicos con la música de la época, donde están las diferentes clases sociales y cómo se van entrelazando los poderosos con los más humildes, los clérigos con los feligreses, la tragedia con la comedia.

El sueño que tuvo desde muy joven Daniel Martínez, desde los años 90; finalmente en este 2024 logra llegar a la realidad, adapta de manera fiel, orgánica y precisa “La Duquesa de Malfi”, conjuntando un gran elenco encabezado por Paulina Treviño, quien muestra sus dotes interpretativos de pasar del llanto a la euforia, de ser muy tierna e inocente a entregarse a los frutos de la pasión; en tan poco tiempo y está cobijada, así como respaldada por un estupendo cuadro de actrices y actores, todos comprometidos con sus personajes.

Los duelos con espadas están muy bien logrados junto a todos los elementos de la escenografía, las luces, las sombras; que hacen que el espectador se emocione, que quiera ver más allá. Conocer todo sobre la Duquesa, sus hermanos, el espía que se encuentra en la corte y ese amor prohibido.

Imagen muestra de La duquesa de Malfi

Conforme avanza la historia uno se puede ir dando cuenta hasta dónde puede llegar alguien por la ambición, a parte de que también los personajes se cuestionan qué es bueno o malo, si seguir o no adelante con cierto plan; todas las consecuencias que tienen algunos actos para ellos y su entorno; cómo esa sed de poder puede llevar hasta la locura.

Los temas que se abordan pese a que fueron concebidos en 1614, se sienten tan actuales en este 2024 y hay que reconocer tanto la adaptación como a la dirección escénica, utilizando vestuarios escogidos a la perfección, junto a una banda sonora exquisita, los peinados de época, el maquillaje y esos combates bien coreografiados.

Actividad: La duquesa de Malfi

La obra se presentará del 2 de marzo hasta el 14 de abril, de viernes a domingo en el Centro cultural Helénico, ubicado en Avenida Revolución 1500, cerca de las estaciones Barranca del Muerto del metro y Altavista del metrobús respectivamente.

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