El Carretón del Desierto: cuando la cultura llega a los lugares más inhóspitos
México es un país de hermosos documentales, producciones de mágica sencillez y que son vehículo para que las personas conozcan historias tanto difíciles de digerir como que llenan de alegría el corazón. Justamente, «El Carretón del Desierto» es uno de esas experiencias cinematográficas enmarcadas en el segundo rubro.
Este documental de casi 80 minutos acerca a la vida que llevan Kasia, una polaca, y Jaime, un español, integrantes de la compañía teatral que le da nombre a esta incursión a cargo de Jorge Prior. Su historia es curiosa e interesante. En Europa trabajaron durante una temporada para juntar el dinero suficiente para ser artistas ambulantes, encontrando en México un paraje ideal para desarrollar su visión de llevar un rayito de esperanza a chicos y grandes.
Al llegar a territorio mexicano, caminaron largas distancias por los desiertos, dentro de sus mochilas unos títeres a la vez que trabajaban de rancho en rancho, construyendo “el carretón”, que es al mismo tiempo teatrino, transporte, cama y refugio ambulante. Ellos están acompañados por la Familia Nudo, títeres que los han acompañado en Europa y ahora en México.
El director Jorge Prior tiene una amplia experiencia en Televisión Educativa, desde Telesecundaria hasta series como Frontera Norte, Pueblos Artesanos, Historia del arte mexicano, etc. o que acercan a las masas el arte con la cultura como la Hora Marcada con Televisa o reportajes en Imevisión. Así mismo, esta carrera suma un historial en documental y producciones cinematográficas tales como El ombligo de la luna (1986), Pruebas de Amor (1991), ¿qué sueñan las cabras? (2011), Malgré Tout, Jesús Contreras (2014)
Prior regala una mirada cercana, entrañable, poderosa a esta pareja peculiar, a su alegría por llevar sus actos a parajes inhóspitos, con personajes que demuestran el amor que han adquirido en sus viajes por el paraje desértico mexicano. Nada mejor que escuchar a Kasia y Jaime con sus acentos europeos adoptando palabras, dichos y hasta refranes mexicanos, siempre con mucho respeto, admiración para los habitantes de estos escenarios que muchas veces son olvidados.
La fotografía es hermosa, se aprovechan las diferentes etapas del día, los distintos niveles de vegetación, el contacto de la naturaleza, los burros y caballos que los acompañan, encontrando escenas en las que se transmite el vínculo que estos dos creativos han construido con ellos, siempre desde el lugar del forastero que aprende, que deja de serlo para aportar a las comunidades arrivadas.
El sonido es excelente. Los diálogos de las entrevistas que permiten conocer la historia de esta compañía se complementan con los sonidos del viento, los animales de ganado, la arena, los árboles, los insectos y algunas representaciones que este dúo da día con día, combinando música en directo con historias sencillas pero llenas de mucho corazón.
Es así como «El Carretón del Desierto» es una excelente oportunidad para que la gente se acerque a propuestas mexicanas de alto valor, demostrando que la cultura no tiene barreras y que a veces solo requiere de pasión para transportarse, experiencia que todos podrán vivir a partir del 15 de marzo en cines nacionales.
