Mírame (Reseña)
Es una película mexicana dirigida por Pavel Cantú, reconocido cineasta y director de los filmes “Los Secretos de Nostradamus” (2009) y “Hello College, It’s me Lupita” (2019), quien también participó en el guion de su más reciente producción Mírame (2020), en colaboración con Luisa Iglesias, Ernesto Murguía y Verónica Ángeles.
En cuanto al reparto, destaca la participación de los jóvenes Axel Alpuche y Regina Reynoso, y de los actores de mayor trayectoria Leticia Huijara, Darío T. Pie, Antonio Monroy, entre otros.
Realizar una película que asuste al público mexicano es una labor complicada por diversas razones, una de las más importantes reside en el hecho de que el pueblo azteca es valiente por naturaleza, lo mismo que alegre y amoroso, aspectos tan arraigados a la identidad de la nación tricolor, que incluso parecieran estar mezclados en la sangre aun nivel místico, a tal punto, que ni siquiera la muerte logra asustarlos.
Alrededor del Mundo es conocido que, desde tiempos ancestrales, México a través de sus tradiciones, fiestas y costumbres rinde una especial devoción hacia los difuntos, donde grandes y pequeños participan, no solamente en una fecha específica, sino que, expresan la afinidad hacia los
muertos, de tantas formas, que van desde los recuerdos, pasando por rezos, ofrendas y altares, manteniendo así, latente la tradición, que es alimentada más que por el miedo, por el amor.
Mírame es un filme que, desde luego, aborda la temática de los muertos en un contexto de misterio y suspenso, contando la historia de Lalo, un adolescente que se encuentra en duelo tras sufrir una importante pérdida familiar que terminó por cambiar su vida completamente; sumergido en un ambiente de extrañeza y confusión, decide continuar en aparente calma su vida, sin saber que pronto, una serie de misterios y sucesos, sin explicación lógica, se tornarían en el eje de su vida, acto que, más tarde, lo llevaría, en primera instancia, a comprender que la vida es algo más allá del cuerpo.
De este modo, tras vivir bajo la perturbación de una entidad paranormal, decide, emprender un viaje hacia lo desconocido, para averiguar, por qué o para qué, dicho ente lo ha elegido.
La película, como su título sugiere, invita a mirar a los muertos como un aspecto más de la vida, que día a día influye en sobre manera, las decisiones de cada persona, ocurriendo, en muchos casos, que se trata del factor más importante que dirige el rumbo de nuestras vidas, aún, cuando no se reconozca como tal, pues es importante entender, que si bien la existencia de la vida después de la muerte es un tabú, que se remite a la consideración y creencia de cada persona, lo cierto es que, la muerte, como un acto en sí mismo, puede marcar el futuro, incluso, de familias enteras, sea por el recuerdo del
difunto, que trae consigo la nostalgia y el deseo de traer nuevamente a la vida al ser que ha partido, o por cómo se abordó dicho suceso, que no siempre es llevado a cabo de una forma correcta, siendo en este último aspecto, donde se hace presente, lo que bien señala la sabiduría popular: “Hay que tenerle miedo a los vivos, no a los muertos”.
Mírame, es una producción que retrata muy bien como en tiempos modernos en México se mantiene vigente la afinidad hacia los difuntos, desarrollando en la trama una idea fresca de la que un espectador no podría predecir fácilmente el desenlace, además, es de notarse, que la ambientación ocurre en uno de los lugares más emblemáticos de México, Xochimilco, sitio conocido por sus historias de terror, mostrando en su desarrollo, zonas casi desconocidas, que aún conservan ese misterio de los lugares, que en lo popular, se dice están encantados.
La película, sin lugar a dudas, es recomendable para un público poco exigente con las historias de
terror, definitivamente no es una opción para aquellos que de verdad quieran sentir miedo al estilo de
aquellas grandes obras mexicanas de este género.