Herencia Siniestra (Reseña)
El terror portugués me dolió
Herencia siniestra (Amelia’s Children) es un claro ejemplo de por qué algunas personas están dejando de consumir películas de terror.
Si bien existen cintas de este género que realmente valen la pena, la explotación del mismo ha llevado a la aparición de productos repetitivos y absurdos.
Esta película nos presenta a Ed, un hombre en busca de sus orígenes. Junto a su novia, descubre que proviene de una herencia aparentemente maldita.
La trama evoluciona de manera apresurada, sin permitirnos conocer a los personajes a fondo. En una escena, vemos qué le sucede a Ed de pequeño, y en la siguiente, ya ha encontrado a su familia de manera increíblemente rápida, lo que resulta absurdo y poco creíble.
Los personajes simplemente siguen una historia sin mostrar emociones auténticas. Esto hace que la película sea aburrida, ya que los personajes no expresan nada y solo reaccionan a lo que sucede. Un detalle que desanima es que Ed y su hermano
son interpretados por el mismo actor, lo que da la sensación de estar viendo una mala adaptación de alguna obra de terror.
La película de Gabriel Abrantes mantiene el interés de los espectadores únicamente por la curiosidad sobre la maldición, pero este interés es muy momentáneo. Los personajes, ante situaciones extrañas, simplemente se quedan sin hacer nada, lo que resulta frustrante.
La película intenta generar morbo y asco en el espectador, pero fracasa al dejar estos elementos implícitos. Los objetos grotescos se explican en exceso, lo que les quita impacto y los hace parecer triviales.
Herencia siniestra es una película difícil de ver, con muchas situaciones absurdas que harán que muchos espectadores pierdan interés rápidamente.
