Un Lugar En Silencio: Día Uno (Reseña)
La historia se desarrolla justo antes de los eventos de la película original, durante el primer día del apocalipsis, y explora el caos y la desintegración de la sociedad. En esta entrega, Lupita Nyong’o interpreta a una joven con cáncer que visita Nueva York mientras presencia el colapso de su mundo cuando monstruosos alienígenas con un oído extremadamente agudo llegan a la Tierra con la intención de exterminar a la humanidad. Para sobrevivir, las personas deben mantenerse en absoluto silencio, evitando hacer cualquier ruido que pueda delatarlos ante los alienígenas.
“Un Lugar en Silencio : día uno” nos ofrece una experiencia cinematográfica intensa y única. Esta precuela de la famosa película de John Krasinski se suma a la tendencia de películas de terror donde criaturas espeluznantes dictan las reglas de supervivencia. Michael Sarnoski demuestra un talento impresionante. Su dirección es meticulosa, utilizando el silencio de manera efectiva para crear una atmósfera de constante tensión, peligro y a la vez con una combinación de nostalgia y vulnerabilidad y emociones encontradas que hacen que la película tenga un buen desarrollo y te metas cada vez más en la historia y en los personajes.
El guion, se destaca por su simplicidad y eficacia. La falta de diálogos extensos no disminuye en absoluto el impacto emocional de la historia. Al contrario, cada sonido, cada gesto y cada mirada están cargados de significado, permitiendo a los espectadores sumergirse completamente en la experiencia de los personajes. La narrativa se mueve a un ritmo cautivador, alternando momentos de calma tensa con explosiones de terror y acción.
Algo importante de mencionar es que el diseño de sonido es, sin duda, uno de los aspectos más impresionantes de la película. En un film donde el sonido es tanto una herramienta de supervivencia como una amenaza mortal, cada ruido se amplifica, creando una atmósfera envolvente y aterradora.
Sin duda alguna “Un Lugar en Silencio” es una cinta muy atinada al cine de terror y suspenso. Su capacidad para mantener a los espectadores al borde de sus asientos, combinada con una narrativa emocionalmente rica y actuaciones brillantes, la convierten en una experiencia cinematográfica inolvidable. No solo es una película que entretiene, sino que también deja una impresión duradera sobre el poder del silencio y la fuerza de la familia.
