Atentado en Madrid (Reseña)
En un día común y corriente Santiago, un taxista, deja a una pasajera en el aeropuerto. De la nada, una bomba ha explotado, dando inicio a la pesadilla que lo llevará a involucrarse con el terrorismo, rompiendo la tranquilidad que le daba la monotonía de la familia y la rutina.
En esta película española, el inicio engancha y despierta interés en el espectador respecto al devenir en el protagonista. No obstante, al momento de dibujar a los terroristas se hace uso de ciertos estereotipos que están muy presentes en la sociedad española.
Marroquíes, musulmanes, influenciables, son algunas de esas características. Este punto que se ha visto varias veces representado en pantalla quita posibles sorpresas. Para contrarrestar esto, se ha decidido por darle mayor hincapié a los dilemas morales, a los debates internos sobre el comportamiento de estos agentes del derrocamiento en el statu quo.
La parte de mayor fuerza para este relato son las actuaciones. Luis Tosar que interpreta a Santiago e Inma Cuesta como la comandante Pilar, soportan de buena manera la película. De hecho, el personaje de Cuesta es el más interesante, con un trasfondo sin explotar que tiene mucho potencial, el que mayor relevancia tiene para el espectador.
Esto no aplica, lamentablemente, para los secundarios. Gerardo Galván compañero de Pilar (Roberto Enriquez), el especialista en bombas Jesús, Selma (Intissar el Meskine) y, hasta cierto punto, el principal antagonista (Abdelatif Hwidar), poseen una base de construcción de personaje solida e impactante pero al que no se le dedica mucho tiempo para ir construyendo de la mejor manera.
El guión termina por forzar algunas situaciones en detrimento del flujo orgánico de la historia. Esto se hace en pos de lograr una película entretenida, con altas dosis de tensión y suspenso, con el público en vilo por conocer que sucederá a continuación.
Por ende, Atentado en Madrid es la opción correcta para ir al cine a disfrutar de una rato de entretenimiento efectivo, sencillo y funcional.