«La Cocina» (Reseña)

«La Cocina» es la mejor película mexicana del año y una de las mejores cintas del 2024. Además de que funge como una calca perfecta del caos y el movimiento que se vive detrás de una cocina, muestra las miles de historias que resguardan quienes preparan estos platillos y cómo una simple cocina puede simbolizar una puerta a diferentes países y a un enorme choque de culturas.

El director mexicano Alonso Ruizpalacios (“güeros”) quiso adaptar durante años la obra teatral londinense de *The Kitchen* de Arnold Wesker y lo logró. No puedo comentar qué tan fiel sea la adaptación del cineasta mexicano, ya que no he tenido la oportunidad de ver la obra, pero la película sí fluye (en partes) al mismo ritmo y con la intensidad que una obra de teatro lo hace.

Empecemos por el gran trabajo que hacen nuestros protagonistas Raúl Briones (“Una película de policías”) y Rooney Mara (“Carol”), quienes tienen una química envidiable, y Rooney Mara siendo el corazón de la película y la llave que desencadena la secuencia final de locura que tenemos al final de la cinta.

También hay que mencionar lo bien que lo hace el elenco de reparto, con una gran mención a la actriz mexicana Anna Díaz, quien es nuestro personaje de entrada a este mundo nuevo y nuestros ojos en la película cuando entramos a la multiculturalidad y esta “cocina (torre) de Babel” llamada The Grill.

Y es justamente al entrar en la cocina a través de los ojos de Estela (Anna Díaz) que nos adentramos a un lugar multicultural y a lo loco que es trabajar en una cocina, sea cual sea tu rol, desde chef hasta lavaplatos, y también a tener que lidiar día con día con gente externa (comensales), gente de otros países que no tienen tus mismas ideas pero que comparten el sueño y el hambre de superarse; eso es más fuerte que cualquier otro rasgo.

La cinematografía en esta cinta es de primer nivel, sobre todo los tiros de cámara, que llegan a ser un mismo personaje dentro de la cinta, especialmente cuando nos referimos a un plano secuencia que de verdad te adentra de lleno en la cocina y el caos que se desenvuelve en la trama.

Si bien el uso del blanco y negro en toda la película no está muy justificado, hay escenas en las que sí sirve y acentúa perfectamente lo que la puesta en escena quiere decir, otro gran acierto.

Donde la película sí tiene un gran fallo es en su ritmo: es muy lenta y no ayuda que hay muchísimas escenas donde se alargan, pero muchas. Hay veces que menos es más. Muchas películas han sufrido de este síndrome este año, y desgraciadamente “La Cocina” no se salva.

Sin dar detalles, hay una gran escena que muestra perfectamente esta multiculturalidad y los diferentes tipos de personas de las que he hablado durante toda la reseña, pero… el impacto inicial, y sobre todo la gran escena que estaba siendo, se arruina por completo al alargar demasiado la escena, “el chiste”, sin siquiera llegar a algo satisfactorio.

Simplemente se llega a sentir forzado y sin justificación. Y ese es el problema con muchas escenas en esta película. Tiene una duración total de 2 horas con 19 minutos, pero honestamente se pudieron haber ahorrado más de 40 minutos que no aportan mucho a la trama y solo alargan escenas que no lo necesitaban.