«Párvulos»: un apocalipsis entre intolerancia y dilemas
Las historias de zombies siempre nos han fascinado por toda la parafernalia que implican. Esto ha dado pie a numerosos trabajos que dan una interpretación a como sería vivir en estas condiciones.
Párvulos: hijos del apocalipsis (2024) es la más reciente cinta de Isaac Ezban (director de Mal de ojo del 2022). En esta ocasión se contará una historia de zombies, pero con planteamientos nunca antes vistos.
Un grupo de tres hermanos Benjamín (Mateo Ortega Casillas), Oliver (Leonardo Cervantes) y Salvador (Farid Escalante Correa) se las ven solos para sobrevivir a los percances que conllevan un mundo en ruinas e infestado de infectados; pero curiosamente para ellos la principal amenaza esta en el interior del sótano de su casa, donde se guarda un oscuro secreto.
El mundo post-apocalíptico de Isaac Ezban tiene un par de elementos que llaman la atención por alejarse de los lugares comunes de cintas del género. De un lado se presenta una amenaza interna que involucra una conexión familiar muy fuerte que presenta planteamientos y dilemas que entre mezclan el afecto y los sentimientos con la supervivencia; por el contrario, también en el exterior yace una segunda amenaza, más allá de los infectados, se trata de un grupo con una visión radical, encabezado por Enoc (Noé Hernández).
El cambio de paradigma esta presente en muchas vertientes; pues como se mencionó antes la cinta no le da tanto protagonismo a los infectados: al punto de ser un complemento, más que el problema en sí. Se aprecia un mundo casi fantasma con pocos recursos donde se recurre a la caza y a la recolección para sobrevivir; pero lo cierto es que la cinta no se detiene mucho tratando de retratar lo caótico del entorno, lo que interesa más son las relaciones humanas de los personajes principales y algunos secundarios. Mismo que se refleja en el constante conflicto que pulsa desde el sótano, las afueras, pero también esta presente entre los mismos hermanos; donde su diferencia en edades les hace pensar las cosas diferente a la hora de decidir algo.
Esta producción no se enfrasca en el terror; tiene distintas facetas conforme va avanzando. En un inicio es muy misteriosa, para luego encontrar un descanso situaciones tan surrealistas que dan pie a una comedia inusual. Y finalmente vuelve a abordar el terror de formas distintas. Para algunos quizás el humor se salga de las manos, pero me parece que la forma en que se presenta va muy ad hoc a la visión infante de algunos de los hermanos. Por otro lado, esto da origen a los cuestionamientos más pertubadores. Quizás la última parte de esta historia sea la que más opiniones generé, pero es una crítica social que va de la mano de sucesos actuales donde la intolerancia afecta a la sociedad.
La fotografía es en casi en blanco y negro, con algún colorido en algún elemento concreto como la sangre en heridas o un cartel. Esta decisión favorece la angustia y drama que la obra esta puntualizando; pero a su vez con la ligera coloración le da más impacto a esos momentos cumbre.
Párvulos es una cinta de terror que da más miedo por su lado humano que por el zombie. Ya que problemas tan presentes en la sociedad como la intolerancia y el odio no se esfuman a la par del orden mundial. Nos recuerda que nuestros lazos familiares nos acompañan incluso en los peores momentos, algo que probablemente no nos deje decidir de forma tan clara. Esta originalidad en guion la hace una de las más ejemplares cintas de terror mexicanas.