«Anora” (Reseña)
Una tragicomedia estadounidense sobre los excesos y el deseo por el sueño americano
«Anora» es una de esas películas que define de manera perfecta los excesos y el deseo que llega con el sueño americano. Así mismo, Sean Baker confirma a la vez que consagra su posición como el mejor realizador de su generación, coronando una carrera que tiene obras tan destacadas como icónicas: El Proyecto Florida, Tangerine o Red Rocket.
Este año, «Anora» se alzó con la Palma de Oro, galardón máximo del Festval de Cannes y que es muestra de que es una contendiente directa al puesto de mejor cinta del 2024. En este que es su opus magnum, Baker trae dos ingredientes centrales en su filmografía: lo trágico y lo cómico, siempre envueltas de historias llenas de corazón, la desazón pero sobre todo, una base totalmente humana.
Anora, una joven trabajadora sexual de Brooklyn, tiene la oportunidad de hacer realidad el cuento de Cenicienta al conocer y casarse impulsivamente con el hijo de un oligarca. Pero cuando la noticia llega a Rusia, su cuento de hadas amenaza con derrumbarse, ya que los padres se desplazan a Nueva York con la intención de anular el matrimonio.
Es el llamado a coronar a Sean Baker como el autor cinematográfico por excelencia de la escena estadounidense actual a la vez que universal. Si, hay un entorno, multitud de referentes de Estados Unidos pero el manejo de estos a través de la escritura del también guionista, hace posible que cualquier persona pueda tomar suyas las historias ofertadas e incluso, identificarse con las situaciones.
Mikey Madison es uno de esos nombres que deslumbra y consigue su merecido foco en esta cinta. Su talento visto en Once Upon A Time In Hollywood o Scream 5 desbordaba en un tiempo bastante limitado en pantalla y que con un protagónico tan brillante como en «Anora» demuestra que ella merece más roles principales.
Madison dibuja a Ani y su principal base narrativa: su trasfondo como mujer que ejerce la profesión «más antigua del mundo» pero que también sueña en grande, desea algo tan genuino como sobresalir en esta vida y también la encarnación del anhelo por experimentar con fuerza del sueño americano.
Es innegable que Mikey Madison merece todos los halagos a su gran actuación. Su lenguaje gestual, su abanico emocional, el reto que enfrenta al pasar de un estado de ánimo al otro con tal facilidad, componen una deslumbrante interpretación que hace imposible no ver como gran omisión el que no esté como una de las candidatas a Mejor Actriz en todas las premiaciones por venir.
Yura Borisov como Igor también destaca y se posiciona como el vehículo ideal para que la audiencia pueda caminar por esta experiencia. Cada que sale en pantalla se roba la atención combinando la comedia con la completa tensión, teniendo en sus ojos un arma emocional impresionante, merecida sería su nominación para Mejor Actor de Reparto. Si bien es el típico antagonista de Baker que suele ser callado pero muy importante, es excepcional la construcción que consigue el cineasta.
Por supuesto, Sean Baker hace de un presupuesto diminuto para la industria algo digno de aplauso. Con audacia y sabiduría, su historia sencilla se basa en lo meramente humano, una fórmula que parece tan obvia pero que se ha dejado de lado en favor de la forma. «Anora» es hermosa como producción, posee corazón, no teme mostrar un lado banal pero complejo de la cultura estadounidense siempre con su componente de caos para darle mayor fuerza, insertada de manera orgánica.
En lo técnico, hay mucho que reconocer. Su parte visual es atrapante, aprovechando ese magnetismo en lo neón o lo brillante que Sean Baker demuestra con esos colores que van de lo púrpura a lo rosa, complementado con una selección de temas que incluyen a Gary Barlow, t.A.T.u, Blondie o Take That.
Le agradecemos muchísimo de nuevo a nuestros amigos de Universal Pictures por la invitación. Anora tendrá un preestreno este 9 de enero en algunos cines y se estrenará a nivel nacional el 16 de enero. ¡No se la pueden perder!