Flow (Reseña)
La fábula post apocalíptica animada desde los ojos de un gato llega a los cines mexicanos
El cineasta Gints Zilbalodis, reconocido por su obra Away (2019), regresa con Flow, su segundo largometraje animado. Esta película, que se centra en varios temas como la amistad, la lealtad y el compañerismo, y ha generado conversaciones por su gran propuesta visual y narrativa.
La historia de Flow sigue a un gatito negro en un mundo postapocalíptico que ha sido devastado por una inundación cataclísmica. Solitario, el protagonista aborda un velero, donde se encuentra con otros animales cuyas personalidades son tan diversas como reconocibles: un capibara relajado, un lémur acaparador, un labrador retriever lleno de energía y un ave muy serena. Sin una sola línea de diálogo, la película transmite las emociones de sus personajes a través de gestos, movimientos y el diseño sonoro, elementos que destacan por su sencillez y profundidad.
Aunque es una fábula post apocalíptica como ya se ha visto anteriormente en la animación con 9( Acker, 2009), Wall- E (Stanton, 2008) o Titan A.E (Bluth, 2000), está se centra principalmente en una perspectiva animal y no humana. En este caso, observando el mundo desde los ojos de un gato, favoreciendo a qué la película no se centre en una intención moralista.
Por otra parte, el estilo visual de Flow es una de sus características más llamativas; ya que, Zilbalodis utiliza una animación de sombreado que, aunque menos detallada que la de grandes estudios como Pixar o DreamWorks, resalta por su calidez y emotividad. Además, los animales están diseñados con texturas que simulan trazos dibujados a mano, siendo este un enfoque que prioriza la humanidad en lugar del fotorrealismo. Aunque está elección fue debido a las limitaciones del presupuesto, fue un gran acierto pues reforzó la conexión emocional entre el público y la narrativa.
Además, las comparaciones con el videojuego Stray son inevitables, debido al contexto postapocalíptico y al protagonismo de un gato, pero en este caso, Flow logra diferenciarse con una narrativa que depende exclusivamente de sus imágenes y sonido. La película evita cualquier exposición innecesaria, permitiendo que la acción fluya de manera natural y manteniendo un ritmo ágil, envolvente y emocional.
Con una duración de 85 minutos, Flow utiliza cada segundo para capturar al público de todas las edades. Las secuencias de acción, como las persecuciones o las luchas contra las olas, están dirigidas con tomas largas e ininterrumpidas que resaltan la tensión y el peligro. Esto sin mencionar el diseño sonoro, el cual juega un papel fundamental, ya que los maullidos, ladridos y otros sonidos animales son un vehículo narrativo, que detalla el carácter y comportamiento de cada uno de los personajes.
Coescrita por Zilbalodis y Matiss Kaz; y realizada en colaboración con compañías de producción francesas y belgas, está película no solo es una aventura visualmente impactante, sino también una profunda reflexión sobre la vida y las relaciones humanas.
Este film promete conquistar tanto a los amantes de la animación como a quienes buscan historias conmovedoras que inviten a reflexionar. Con su enfoque único, Gints Zilbalodis reafirma su lugar como una de las voces más originales en el cine animado en estos últimos años.
Es por ello que, si a ti te mueven los gatitos, capibaras y el mundo de la animación… o simplemente gustas de ver grandes narrativas, te recomendamos darle un vistazo a Flow, la cual estará en cines a partir del 1 de enero en tu cine favorito.