Bernardo Castilla, Kauss y David Pablos: detrás de la sangre y la miel
La carrera solista de Bernardo Castilla da sus primeros pasos con “Blood or Honey”, pieza místico-sensorial que se destaca por el sonido del piano de cola y la presencia de los sintetizadores, material que fue lanzado el pasado viernes 26 de agosto en todas las plataformas streaming. Producido por Kauss y estrenando su video musical que cuenta con la dirección del reconocido realizador mexicano David Pablos (El Baile de los 41, Las Elegidas, La Cabeza de Joaquin Murrieta), en Unplugged News charlamos con las tres mentes detrás de este interesante lanzamiento musical.
De Glass Cristina a Bernardo Castilla: el origen de Blood or Honey
Inicialmente, Bernardo habló del paso para crear este proyecto, dejando un poco de lado a su banda, Glass Cristina, para crear este primer tema. «Creo que fue encontrar el momento correcto. Es algo inevitable, como artista y músico, tengo un archivo de canciones que valen la pena sacar y creo que ya estaba llegando al límite. Blood or Honey me llegó de la nada un día como a las 10pm. Estaba en mi departamento, me senté en frente de mi piano de pared y me empezó a llegar y la canción se escribió en un día. Ahí tengo la nota voz de la canción original que es sumamente muy similar a la versión final«.
«Esta canción se hizo muy especial para mi porque a diferencia de todas las que tengo no es una canción convencional, ésta se distingue un poco de lo hecho en Glass Cristina, pero me faltaba una pieza musical sumamente importante que era encontrar al productor correcto. Le mandé ese primer demo a Kauss y me mandó su propuesta. Eran sintetizadores, percusiones y lo que me encantó es que no cambió absolutamente nada, solo sumó a lo que ya teníamos, a la atmósfera que se estaba creando de una manera muy poco intrusiva pero muy complementaria«, declaró el músico yucateco.
Para el productor Kauss, era importante conservar la esencia de esa primera idea. «Lo interesante de la versión final, es que quedó prácticamente intacta de cómo nació y fuimos a partir de ahí construyendo las otras partes porque esta es una pieza armada por pequeñas partes y que trae una paleta de colores a través del arreglo. En específico, esta primera parte del verso que fue con la cual le propuse un punto de partida a Bernardo. Quedó intacta y de ahí partió todo este resultado«, afirmó.
El Camino hacia la experiencia de Blood or Honey
Para Castilla, el llegar a este punto de lanzar su primer sencillo como solista, acompañado del video de David Pablos, ha sido una experiencia maravillosa. «Me siento increíble. Me sorprende a lo que se ha llegado. No me puedo imaginar un mejor resultado del punto de partida que fue ese sentimiento al estar componiendo esta canción al punto final que es tener tanto la música como el video conviviendo. Nada se pelea. Es muy especial encontrar algo que fluya de tal manera para dar un resultado como el que tenemos. Realmente estoy encantado con la historia de la narrativa, estoy diciendo algo muy concreto y se pauta claramente en el video«, manifestó el artista.
Si bien la música y lo visual se conjuntan en un perfecto balance, curiosamente no hubo mucho contacto entre Kauss, Bernardo y David para lograrlo. «Eso es lo interesante. A mi, lo que me gusta es la combinación de ambas. La canción en sí es muy buena pero el video es lo que le da sentido, nos mete en un universo visual. Ya tenemos todo este mundo sonoro que sí es bastante contrastante y depende de qué punto cronológico estemos, vemos en algún escenario lo que le da cohesión. Aquí juega un papel fundamental la parte visual y creo que David lo hizo excelente. El video es mi cosa favorita y como no estuve involucrado en esto puedo decir que es increíble ¡A mi me encanta! Es un proyecto muy completo artísticamente«, declaró el productor.
Bernardo y David ya tenían un contacto en común al trabajar en El Baile de los 41, por lo que Pablos tenía toda la intención de trabajar con él y se dio en este primer sencillo. «Me gusta mucho lo que hace. Cuando me mandó esta canción fue algo inmediato. Lo que me genera este sencillo es lo que quise traducir en imágenes y creo que el tema mismo determinó lo que sería el video musical. Obviamente también la letra y una charla que tuve con Bernardo para saber qué ideas tenía él en la cabeza, eso ayudó a que todo fluyera«, mencionó el realizador.
«Fue un proyecto muy orgánico aunque no me gusta usar esta palabra, pero creo que todo se dio de una manera muy natural y muy consecuente y no hubo que forzar nada y la realización también fue así. Llegamos con una idea preconcebida de lo que iba a ser, la locación también va determinando cosas, otras que se van transformando de acuerdo a lo que te encuentras. Más allá del resultado, para mi fue un proceso muy disfrutable porque implicó trabajar de manera muy íntima con pocas personas y viniendo de trabajar en sets muy grandes y muy complejos, disfruté esto, disfruté poca gente, un equipo con el que realmente había la posibilidad de explorar y que todos estaban en una misma sintonía. Fue un proceso muy disfrutable«, afirmó David Pablos.
Explorando lo onírico: la dualidad de la sangre y la miel
La creación musical de Bernardo radica entre lo real y lo onírico, manejando una dualidad interesante que va desde el título que habla de la sangre y la miel. «El título no iba a ser ese, pero conforme lo fui cantando más y más me di cuenta que Blood or Honey ya estaba escrito. Originalmente la canción se iba llamar “A Thousand Waves” por este constante sentir que te azota. La canción habla de los azotes energéticos como la vida que te levanta y te tira. Esa es la dualidad. En lo personal me considero una persona muy sensible que puede percibir esas cosas extremas constantemente, tanto el lado dulce de la vida como la tangente donde experimento las emociones un poco más turbias de una manera muy corporal. Es algo que también he trabajado a lo largo de mi trayectoria como actor, como intérprete y creo que es algo que me representa mucho. Puedo llegar a ser una persona muy extrema y es algo que habla de mí y de la dualidad de la vida, que también lo disfrutas«, confesó.
«Eso es algo que a mi me gusta mucho«, agregó Kauss. «Produzco principalmente música electrónica, pero éste es de los primeros proyectos grandes desde la forma en la que se hace hasta el resultado. Es algo complejo en sus diferentes partes, y por eso también me gusta la electrónica y ciertos géneros dentro de ello. Hace tiempo estaba leyendo sobre el post dubstep, que el dubstep lo asociamos con ritmos sumamente agresivos. Eso era lo que dominaba a mediados de los 2000 en la escena underground de Londres y era el género por excelencia ¿Que pasa después? Es tomado por los gringos, surge una figura como Skrillex y entonces la gente que consumía dubstep, deja de consumirlo hasta que llegan un par de productores que lo agarran y lo convierten en algo lleno de colores, de armonías y es como esta dualidad que puede ser estructuralmente agresiva y la florean. Es mi estilo de hacer las cosas y por eso siento que queda tan bien. Es este dramatismo creado en la canción pero tiene también elementos como el piano que pueden ser muy pasionales o muy dulces e incluso generar tensión a partir de cosas muy pequeñas. El título le queda muy bien pues la sangre y la miel es la mezcla de algo dulce que también puede ser pesado».
Para Pablos, también la dualidad fue parte fundamental para la creación del video. «Eso fue lo que me propuse a hacer en imágenes. Le decía a Bernardo que, por un lado, el tema tiene que ver con algo muy placentero, la sensación de flotar y también la sensación de que uno entra en una pesadilla, de que los opuestos conviven y creo que esa es una gran metáfora para muchas cosas en la vida. Se retrata visualmente, de principio a fin y la canción es una metáfora que aborda este tema de los contrastes«, dijo.
El Balance Perfecto: el trío creativo de Blood or Honey
La colaboración entre artistas no suele ser fácil pero entre David, Kauss y Bernardo parece existir un balance de tres creativos que resultó ser muy productivo, ejerciendo cada uno un papel determinante para que Blood or Honey pueda ser la pieza que es. Al respecto, Castilla dijo: «Sorprendentemente a nivel musical, no entiendo tanto el proceso de producción como Kauss. Viví la grabación de los componentes, del final, de la cacofonía de todos los sonidos, de esa invitación de todos los elementos A Nidia, que es la soprano, a Armando Lopez que es el saxofón, incluyó también risas de varias personas. Él se aventó una chamba enorme de alinear todo para que quedara bien, pero de primera instancia lo escuchabas todo y ya sonaba como algo que convive de buena forma. Si se dio una facilidad en ese sentido, nada más que debe estar todo el proceso de producción que se aventó y el de postproducción que nos aventamos David y yo con Jason que es nuestro editor, todo fluyó de manera natural».
Por su parte, el productor declaró: «Algo de lo más bonito de este proyecto es que no importa la disciplina que sea, la música y el cine son cosas colaborativas muchas veces, entonces tuvimos la fortuna de tener muchos músicos y cada vez que entrábamos y grabamos a un músico de alguna sección en especifica que ya sabíamos que queríamos de él, también le dábamos libertad. Yo no soy saxofonista, ni toco la guitarra pero al final de cuentas cada músico llega y pone su granito de arena y crea este resultado final y uno lo que hace es refinarlo y pulirlo un poco».
Para cerrar, David Pablos hizo hincapié en ese espíritu colaborativo fundamental. «Sin duda eso es importante, pero creo que algo destacado para que se de esa complicidad es también el escuchar a la otra persona, brindarle su espacio, el saber que el mejor resultado viene a partir de que suelta, de que escuchas y dejas que la otra persona proponga, ese es uno de mis grandes aprendizajes en el cine y creo que lo traduzco de buena forma en esta experiencia«, concluyó.