Broker. Intercambiando vidas (reseña)
Los años más importantes en la vida de un ser humano, a mi criterio, son los primeros años de vida; porque estos rigen como será el individuo.
En la película coreana Broker, de Hirokazu Koreeda, se muestra a una madre del poblado de Busan quien claudica a su maternidad, por razones que desconocemos en un inicio, dejando a su hijo: un bebe de brazos, en uno de los buzones para bebes que aparentemente son una realidad en esta localidad. Estos buzones aparentemente están a cargo de una iglesia o comunidad religiosa que les da cuidado y tiene en una orfandad a los pequeños; sin embargo, hay gente ahí dentro que se dedica a quedarse con los bebés para venderlos. Sucede que el hijo de la mujer es apartado del resto de niños por estos individuos que tienen su negocio ilícito.
La madre arrepentida va al día siguiente por su hijo, pero le dicen que no lo tienen. Al final se entera de todo lo sucedido y se une a estos vendedores de niños para al menos escoger los vendedores más adecuados y llevarse una parte del dinero. Ellos sin saberlo, están siendo vigilados por unas agentes policiales que necesitan descubrirlos infraganti vendiendo el niño para poder arrestarlos.
La existencia de dichos buzones resulta algo muy polémico, y se nota que el director lo sabe y quiere hablar de ello. Los mismos personajes que se dedican a vender niños en una especie de limpiar culpas se lo atribuyen a la colocación de este tipo de buzones; pues a su criterio estos hacen que más mujeres opten por renunciar a ser madres. También bajo otros argumentos como que la adopción es muy tardada y el tipo de padres que adoptan es una suerte, que en cambio ellos corroboran que sean buenos adoptadores. Por no decir, que son personas que se aprovechan de dos tragedias: los niños que han sido desamparados y personas que tienen la ilusión de ser padres, motivo por el cual están dispuestos a pagar cantidades exorbitantes de dinero. Aunque, por otra parte, podemos ver como en estas negociaciones los compradores desaíran a los bebés por sus atributos físicos como por “tener cejas poco pobladas”. Y gracias a la presencia de la madre; se evita que personas así adopten a su hijo.
Un aspecto que llamó mi atención es como nos muestra el director que estos niños, los cuales son un poco más grandes y que no han logrado ser vendidos, han generado un afecto por los sujetos encargados en vender niños; esto creo se debe porque para ellos no importa si permanecen en un orfanato o son vendidos: eso no cambia el hecho que sus padres hayan tenido que abandonarlos o quizás hayan fallecido. Desde su óptica es mejor cualquiera de estos dos escenarios a quedar completamente desahuciados.
El mensaje presente en la película es fuerte porque, aunque te muestran que los personajes no son del todo malos; su actuar es bastante cuestionable. Al final de la película, tras toda esta travesía y lo que sucede creo que el mensaje principal tiene que ver con que en ocasiones no sabemos porque la gente hace ciertas cosas. En este caso me refiero a la madre, cuando nos terminan de explicar lo que la incentivó a tomar esta cuestionable decisión. Y la importancia de la crianza, pues vemos que ella sabe que es muy importante que tenga su hijo una adecuada. Siendo la última escena, la que ratifica esto.