«Hijos de Perra»: otro tipo de película perruna

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Es común que en el caso de una relación tóxica al individuo al que se ejerce la toxicidad, si es que ambos no lo son, genere una especie de aceptación y normalidad hacia su violentador; pues si no fuera así, no seguiría formando parte de esa relación.

En la comedia ácida Hijos de Perra (Strays), de Josh Greenbaum, se nos presenta una relación así entre Reggie, un perrito de nobles sentimientos y su dueño Doug. Desde un inicio nos muestran como Doug es un mal dueño con Reggie; pero el perro es tan noble e ingenuo que no logra ver el desprecio que le tiene su amo: al punto de querer deshacerse de él.

Es en uno de estos intentos que Reggie, intoxicado por el falso concepto que tiene de Doug, busca la forma de regresar a su “dulce” hogar. Es en este camino donde se hace de amigos perrunos que lo quieren hacer desengañar de la realidad en la que orbita su mente. Durante esta nueva etapa, que Reggie no decidió vivir pero que simplemente surgió, es que empieza a irse despegando de esas ideas que tiene o al menos eso parece.

 

Es interesante en un primer instante ver como Reggie esta tan obcecado con el hecho que Doug es alguien que lo trata bien; él no se da cuenta o bien no quiere ver las cosas como son. Negando el nuevo hecho: que ahora es un perro callejero.

Si bien el protagonista y línea argumental de la película gira en torno a Reggie, vamos conociendo distintas situaciones de los otros perros que se llegan a robar toda nuestra atención. Y que llegan a ser demasiado irreverentes en general y recordando su humor a películas, dígase de paso de la misma casa productora, como Oso Intoxicado y Ted.

Strays Reviews - Metacritic

Al espectador que gusta de este humor, como de las dos cintas antes mencionadas, es probable que Hijos de Perra, no sea la excepción a la regla. Para otros se puede sentir por momentos incomoda y que se encuentra saturada de mucho humor absurdo que la vuelve pesada.

Creo que el humor no es muy inteligente, tampoco digo que debería serlo, pero lo comento por si alguien se llega a sorprender que no sea así. Aunque sí por momentos en uno que otro chiste o referencia es bastante acertado; se burla del género de películas de perros como: «La razón de estar contigo» o «Marley y Yo». Y algo que sí cumple, hasta cierto punto, es en ser algo diferente a lo convencional. Pues siempre este género se ha caracterizado o porque son romances que involucran a un perro o porque es una comedia familiar tipo Dr. Dolittle, o un drama donde el perro perece al final.

"Strays photo 16"

Dentro de los atrevimientos que presenta la cinta, que es muy contraria a la mayoría de estas historias, es que no existe un vínculo propiamente entre el amo y el perro, al contrario el existente es negativo o dañino. La película creo que también parodia a las relaciones humanas y sus vicios, que llegan a extenderse a otro tipo: en este caso entre un hombre y su mascota. Donde incluso el grupo de perros funge, dentro de este posible paralelismo, como los portavoces del clásico «amigx date cuenta».

 

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