Todos somos extraños (Reseña)

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Andrew Haight nos trae su más reciente obra cinematográfica Todos somos extraños, que recalca un cambio si se habla de narrativa y el estilo que tiene Andrew cuando dirige una película, pero los temas que el director trata en sus filmes sí están presentes, como la reflexión sobre la vida y la muerte y los viajes emocionales y psicológicos de conexión humana.

La historia se centra en Adam (Andrew Scott) un guionista con ideas estancadas y con una vida solitaria, atormentado por traumas del pasado que emprenderá un viaje emocional en su antigua casa que desbloqueará recuerdos en contraste con un trágico accidente que le arrebató a sus padres a sus solo 12 años; esta experiencia imaginaria desencadenará una serie de luchas internas que latentemente traerá consecuencias a su inestable salud mental.

Al margen de esta historia, también crece una relación romántica con su vecino Harry (Paul Mescal) que funcionará como el punto de escape de Adam, pero se transformará en un ambiente de esperanza y tragedia. Algo que se tiene que hablar de este filme es que está adaptado de la novela Strangers (1987) de Taichi Yamada.

Todos somos extraños es una película inundada de melancolía, que recuerda mucho al tono de Aftersun Charlotte Wells (2022) y al igual que el título mencionado, cuenta con un guion bien definido, una impecable dirección, una banda sonora cuidadosamente elegida para cada escenario y una maravillosa fotografía, convierten esta película en una experiencia cargada de emociones y que se toma su tiempo en mostrar los aspectos más importantes para unirlos y tomen congruencia.

Algo que hay que resaltar son las actuaciones y en específico la de Andrew Scott como Adam, pues realmente es extraordinario como transmite el dolor y los traumas que vivió el personaje de Adam y que gracias al guion tiene un desarrollo profundo cada vez que tiene un encuentro con los traumas que lo atormentan.

Harry (Paul Mescal), quién es el interés amoroso de Adam también tiene un desarrollo en el filme que más como ayuda al personaje, se siente como el punto de escape de Adam al principio, pero que profundamente se convierte en un compañero en los traumas que tiene el personaje de Adam.

El punto desgarrador y traumático de Adam en el Clímax de la película, ocurre cuando en su imaginación visita a sus padres fallecidos reviviendo recuerdos, pero a la vez tratando de vivir nuevas vivencias que no pudo tener con sus padres en vida, lo cual es un viaje melancólico y cargado de emociones fuertes para Adam, realmente te transmite la empatía con la tristeza y dolor que siente.

Las actuaciones de Claire Foy y Jamie Bell como los padres de Adam son maravillosas y contrastan de manera equilibrada con las escenas conmovedoras que tienen en cada escena en donde están presente, dando a entender que ellos eran los pilares en la vida de Adam y que realmente perderlos fue desgarrador para la vida de Adam.

Todos es una película que nos transporta a una perspectiva vivencial que está lleno de imaginación, tragedia y muchas emociones que transmiten cosas diferentes, se toma su tiempo en acomodar los puntos más importantes de la película para unirse en el proceso y desarrollo de esta misma y al final se convertirá en la búsqueda de la paz y salud y paz mental de una persona, en este caso la de Adam.

Recuerden que Todos somos extraños se estrena el próximo 29 de febrero de 2024 en todas las salas de cine de la República Mexicana, sin duda es una película emocional con la que conectaras de una manera empática y emocional.

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