Mi Villano Favorito 4 (Reseña)
Sin lugar a dudas, la saga de Mi villano favorito se ha convertido en una de las más queridas por el público desde su lanzamiento en el ya lejano 2010. Hemos sido testigos de la evolución del personaje Gru junto a su familia: su esposa Lucy, sus hijas Agnes, Edith, Margo y, claro, sus incondicionales minions. Esta marca se ha convertido en un lugar común de diversión para chicos y grandes.
“Mi villano favorito 4” (Despicable Me 4), dirigida por Chris Renaud y Patrick Delage, nos narra una nueva etapa del personaje. En esta ocasión, Gru está viviendo la paternidad desde cero con su hijo Gru Jr. Sin embargo, la tranquilidad de la familia se verá perturbada por Maxime Le Mal, un villano que le guarda rencor a nuestro protagonista desde la época estudiantil y que hará todo lo posible por acabar con él.
No es novedad que para muchos resultó un tropezón la tercera entrega, con personajes poco convincentes como el repentino hermano perdido de Gru. Esta cuarta entrega se percibe como la apuesta más ambiciosa; pues es la que trae consigo la integración de más personajes nuevos y tramas simultáneas. La norma general había sido introducir un nuevo personaje que se una a Gru (la esposa, el hermano y, en esta ocasión, el hijo) y un villano a combatir (Vector, el Macho, Balthazar Bratt y ahora Maxime). Esta vez, la historia le apuesta a dos personajes más y a una versión diferente de los minions denominada los mega minions.
La calidad de la animación y el diseño de personajes se mantienen a la altura de las entregas anteriores, con el mismo estilo colorido y detallado que ha caracterizado a la saga. Esta consistencia en la animación sigue siendo uno de los puntos fuertes de la serie, ofreciendo una experiencia visualmente atractiva para todas las edades.
Esta diversidad de tramas presentadas, pese a todo, no resulta agobiante ni enredada; pero creo que inevitablemente ocasiona un daño y es restar importancia a la historia principal. Por un lado, tenemos como parte del argumento inicial a un hijo que no es tan afín a su padre, es decir, Gru Jr. con Gru. La historia se construye de forma que este lazo se refuerce durante la travesía; sin embargo, no se siente ningún momento destacable de esta paternidad como sí sucedía en la primera cinta. Por otro lado, Maxime, a pesar de tener una personalidad tan marcada y única, tiene un tiempo en pantalla mucho menor que sus símiles de las antecesoras entregas como el Macho o Balthazar.
Es por ello que considero que algunas de las tramas principales quedan limitadas y desaprovechadas. Es una cinta entretenida y tan disfrutable como las dos anteriores entregas; pues me parece que desde la segunda cinta en adelante, la franquicia ha tenido dificultades en construir una narrativa que, además de cómica, sea emotiva y que deje un claro mensaje al final. Esta cuarta entrega no fallará en el humor y en presentar un antagonista llamativo con una personalidad muy marcada, como ya ha sido el sello de la casa a lo largo de sus cintas, aunque con menor exposición.
