Smiley: una historia de amor meloso
Si te gustan las comedias románticas, esta obra está hecha especialmente para ti. Smiley trata de un encuentro accidental entre dos hombres que no han encontrado a esa persona ideal. Todo comienza cuando Alex llama a su ex para reclamarle por teléfono, sin saber que al otro lado de la línea no está su exnovio, sino un número desconocido.
Este suceso desencadenará un amor único, al puro estilo de comedia romántica de los noventa, por lo que si eres un romántico fan de este tipo de historias, no te decepcionará. Esta obra, sin duda, te sacará varias risas. Aunque no tiene giros argumentales impactantes, su narrativa es bastante fluida y, por si fuera poco, tiene muy buenas escenas que hacen relucir los talentos histriónicos de los protagonistas.
Los dos protagonistas principales saben mantener al público enganchado con la historia (no por nada también hay una serie en Netflix), en especial Mario Sepúlveda, quien tiene escenas muy dinámicas, con varias personificaciones. Esto le permite explorar distintas facetas del ambiente y estereotipos de las citas en la comunidad gay de la Ciudad de México. Por otro lado, está Rodrigo Negrini, quien interpreta muy bien a su personaje. Desafortunadamente, hay algunas limitaciones en el guion que no permiten ver todo el nivel actoral que Negrini puede ofrecer en escena.
Aun así, tienen una química espectacular e interpretan a polos opuestos de aquellos estereotipos de la comunidad. Por ejemplo, Sepúlveda interpreta a Bruno, un arquitecto obsesionado con el cine que ha viajado por el mundo. Es un sibarita que es el epítome de la sofisticación. Negrini, por su parte, interpreta a Alex, un hombre que va al gimnasio a diario, le gusta la fiesta y la música electrónica, y tiene un carisma puro.
Viviendo vidas tan diferentes, es difícil pensar que se pueden enamorar el uno del otro. Pero, a veces, así es el amor. Pregúntate si no te ha pasado esto: buscas a la persona ideal, esa pareja perfecta que tiene los mismos gustos que tú. Es decir, lo que buscas es tu otro yo, en una concepción de que la media naranja es el reflejo de ti mismo. Pero, en la realidad, el amor perfecto no existe y tu “media naranja” no es tu reflejo en el espejo, sino encontrar la alegría en las diferencias de cada uno, así como la emoción de encontrar las semejanzas.
Este es el mensaje de Smiley: te identificarás, la pasarás bien, conocerás un poco de las reglas y estereotipos del ligue en la CDMX y, lo más importante, creerás en el amor otra vez.