Saturday Night (Reseña)
De la mente de Jason Reitman, llega “Saturday Night”, la historia detrás de la primera noche de lo que terminaría siendo un programa revolucionario para la comedia norteamericana: “Saturday Night Live”.
Para aquellos que no están tan inmersos en la cultura norteamericana, Saturday Night Live, conocido también como SNL, es un programa de variedades que inició sus transmisiones en 1975. Famoso por su formato, en el que cada episodio es transmitido en vivo y sigue la misma estructura pero con distintos elementos, ha revolucionado el mundo de la comedia al estar conformado por sketches, personajes recurrentes, apariciones de celebridades e interpretaciones de los actos musicales del momento.
SNL ha sido la cuna no sólo de momentos icónicos en la cultura pop sino también de la carrera de un sin fin de comediantes que cambiaron el medio. Es gracias a SNL que la carrera de personas como Adam Sandler, Eddie Murphy, Will Ferrel, Tina Fey, Amy Poehler, Maya Rudolph, Mike Myers, entre muchos, muchos otros, pudo despegar hasta llegar al super estrellato.
“Saturday Night” es una especie de biopic en el que están recreando lo que pasó en la primera emisión, por lo que todos los personajes en realidad son representaciones de todos aquellos que estuvieron presentes en aquél día que cambiaría la historia de las transmisiones norteamericanas.
En este caso, se remonta a la primera generación de comediantes que iniciaron con el legado del programa y del género, por lo que vemos apariciones de Dan Ayrkryod, John Belushi, Chevy Chase, George Clarín, Jim Henson, Andy Kaufman, Gilda Radner, Garret Morris entre muchos otros.
La historia está contada a partir del creador del programa, Lorne Michaels, quién debe enfrentarse al caos que es definir un producto que no ha terminado de formarse mientras lidia con los egos de los actos, las dudas de los inversores, la violencia de la vieja escuela y la presencia de sus problemas personales- todo en el marco de los 90 minutos antes de que comience la primera emisión en vivo de su programa.
La película tiene un ritmo que desde el inicio se remonta al caos de una producción audiovisual, excepto, que todo es desde una perspectiva cómica, por lo que el ambiente nunca cede completamente al estrés. Es un ritmo que se mantiene casi a lo largo de toda la película, bajando un poco la velocidad hacia el tercer acto – mismo que hace que en ocasiones te pierdas un poco como audiencia y anheles regresar al caos con el que abrieron.
Asimismo, se siente una perspectiva de profunda admiración hacia todos los involucrados en SNL – tal vez sea así porque el director de la película, Jason Reitman, es hijo de Ivan Reitman, quién colaboró con varios integrantes del elenco del programa.
Es imposible no plantearse si el velo de misticismo que rodea la narrativa de la película parte de la admiración que un hijo tiene hacia su padre y sus amigos, quienes después se convertirían también en sus colegas, y no desde la veracidad de las cosas. Si algo, nos remite al profundo respeto que Jason Reitman siempre ha sentido por el legado de su familia (véase también ésto en Ghostbusters: Afterlife).
Si bien, no es una mala película, es una que se siente como un chiste muy local del cual no somos totalmente partícipes. SNL es algo inherentemente americano, que si bien, con el internet ha gozado de más exposición internacional, no ha llegado a ser el mismo monstruo que es en Estados Unidos.
Por lo mismo, es una película que no tiene el mismo punch que tendría en su país o en quienes tal vez estén más familiarizados con los personajes que nos plantean. Eso sí, afortunadamente, la ignorancia hacia el programa no impide que se disfrute el caos de la historia, misma que está llena de chistes y momentos irreverentes que provocan risas en la audiencia en todo momento.
“Saturday Night” es una película que muestra el profundo respeto que se tiene ante SNL, su elenco, su crew y todo lo que ha derivado del mismo. Esto es evidente desde el casting (que es impecable), los chistes, el diseño de producción y todos los detalles que se nota fueron minuciosamente cuidados.
“Saturday Night» se estrena en cines mexicanos el 6 de marzo, y es imposible perdérsela si lo que buscas es pasar una noche de risas.
