Elena: Teatro Milán 1985, de memorias, misterios y la importancia de la audiencia
La pandemia ha dado un golpe duro al mundo cultural de este país y del mundo obligando a estos espacios a operar con mínima capacidad después de tener que cerrar sus puertas a la audiencia, aquella que funciona como un motor, un corazón que le da vida a estas experiencias.
La reapertura de estos escenarios tampoco ha sido sencilla. Pero Mariana Garza y su esposo Pablo Perroni no quieren dejar pasar la oportunidad de ofrecer un espectáculo que de a la audiencia una experiencia que respete la sana distancia, las medidas de seguridad y sobre todo la importancia del público en estos recintos culturales, en especial el teatro.
Reabriendo las puertas del Teatro Milán, recinto que recuperaron hace algunos años para remodelarlo y realizar varias puestas en escena que han sido interesantes, Garza y Perroni proponen esta experiencia interactiva que nos hará recorrer la magia, la mística y el poder que el público tiene para darle vida a una obra en «Elena: Teatro Milán 1985«.
Escrita por Joserra Zúñiga y dirigida por Miguel Septién, esta dramaturgia mezcla el presente del recinto con una historia de cierto drama y suspenso que lleva al espectador por un recorrido a través de todo este lugar contando este misterio sin resolver que involucra la aparición de un maniquí en la escena del teatro y una obra que fue montada en 1985 pero que por el fatídico sismo jamás fue presentada.
En ella, el nombre de la actriz Elena resuena como un eco que pareciera ser la causa principal de este misterio que nos va llevando por diferentes partes del histórico lugar. Desde el inicio, la experiencia se convierte en algo bastante particular que escapa la dramaturgia para hacer énfasis en la audiencia que se ve sumergida en este hecho abruptamente.
Así, los diez asistentes a este espectáculo comienzan a seguir los pasos de esta investigación que mezcla lo histórico con la ficción dramática hasta que llegamos a un punto de quiebre donde una voz anuncia que ahora el espectador forma parte del espectáculo, dando un giro interesante hacia el pasado y la obra de 1985 que jamás fue vista.
Es así que el trayecto sigue por todos los recovecos, desde el escenario del Foro Lucerna, hasta el sótano o las partes detrás de escena para ir desentrañando todo lo que hay detrás de una experiencia teatral pero sobre todo haciendo hincapié en la importancia de la audiencia, misma que adquiere una total relevancia al final de la puesta en escena donde el telón cerrado se abre para darnos una despedida emotiva que hace recordar cómo el espíritu del teatro reside en su público.
Esta obra, sin duda, es una experiencia interesante y diferente que nos demuestra que el show debe continuar pero que sin el aplauso de la gente, sin la audiencia, los teatros son recintos que se mantiene solitarios con sus fantasmas, esos que de repente toman su lugar en el mismo momento de que la primera ovación se escucha, algo que hace una perfecta alegoría a lo que se vive actualmente en esta industria.
Sin duda ‘Elena: Teatro Milán 1985‘ resulta ser un experimento interesante de creación teatral donde hay guiños a la importancia de estos eventos culturales y la necesidad de reactivarlos, pero también un recordatorio de cómo el corazón de este mundo artístico sigue siendo la gente, todo esto en un experimento que hará que el público viva una experiencia inmersiva como pocas.
La obra se presenta del 3 al 25 de septiembre los jueves y viernes. A partir de las 19 horas comenzarán con las funciones, se tienen planeadas 14 rondas por día que alternarán cada cierta cantidad de minutos. Los boletos se encuentran a la venta a través de Ticketmaster con un costo de $480