Mulan, la leyenda revive para dividir a los fans

Hablar de las versiones live action de Disney es un cuento de nunca acabar. Si bien ha habido intentos que medianamente han cumplido en ciertos sentidos (Aladdin, Ritchie, 2019), otros han sido fracasos rotundos (Dumbo, Burton, 2019) pero no hay duda de que todos han tenido un empuje taquillero impresionante.

Pocos de estos proyectos no han pasado de una recaudación buena en dinero, resultado que a la compañía del ratón le ha dado el suficiente valor para seguir haciendo estos remakes/refritos sin importar el riesgo de perder un poco de la magia que caracterizaba a esos clásicos animados al convertirlos en piezas de acción viva.

No cabe duda de que si hay una princesa en el mundo de Disney que representa el empoderamiento de la mujer es, justamente, Mulan. Ahora, después de meses de espera, llega al fin a algunos cines del mundo y al sistema digital de Disney+ la cinta inspirada en la leyenda de la guerrera china en su versión live action, de la mano de una directora como Niki Caro que sabe lo que es contar una historia de fortaleza de género.

Gracias a su experiencia en cintas como La Leyenda de las Ballenas (Whale Rider, 2002), Tierra Fría (North County, 2005) y la serie Anne with an E (2017), esta directora tomó las riendas de un proyecto cuya polémica cayó desde el anuncio de su realización al querer darle un tono más serio que eliminaría el perfil musical de la animación y, sobre todo, borraría del mapa a ese peculiar dragón llamado Mushu, esto con la promesa de dar un enfoque más respetuoso a su esencia.

El resultado nos ofrece justo una mezcla de ambas cosas, tanto de la animación clásica de finales de los 90 así como una visión que toma elementos de la cultura china como el género del wuxia, las artes marciales e incluso la visión que en Asia permea acerca de la labor y el lugar que ejerce la mujer históricamente en esta región, donde el mayor honor para su familia es casarse con un buen hombre.

Si bien la actualización del relato resulta interesante, Mulan no deja de lado la constante división entre los que piden que un live action sea una calca viva de lo que vieron en la animación que no siempre funciona (El Rey León, Favreau, 2019) o algo más experimental que se salga de lo establecido y proponga su propia esencia, punto con el cual cumple esta adaptación haciéndola una de las más destacadas en ese sentido, tal vez junto a El Libro de la Selva (Favreau, 2016).

Más allá de ese constante debate entre la necesidad de hacer estas actualizaciones o nuevas versiones de los clásicos de Disney, los valores de producción en esta versión son muy destacados. Esto se ve, por ejemplo, en la cuestión de vestuario donde el diseño es muy adecuado, no sólo remitiendo al del filme animado sino también a los trajes de los guerreros chinos de buena forma. También el uso de las artes marciales y el wuxia que a veces no luce tan espectacular como debiera.

El guion parece sacar la mejor parte de la leyenda china y la versión animada, adaptándola esta vez a los temas del género y el empoderamiento de forma natural gracias a que su mismo origen lo permite. Esto hace que el planteamiento de la fortaleza de lo femenino sea relevante en estos días. Aunado al eterno juego donde, en Asia, la figura de la mujer poderosa en épocas de las dinastías, era inconcebible y causante de acusaciones como brujería, situación que también plantea el filme en el uso de un nuevo personaje en forma de villano que funciona en cierto punto aunque su resolución sea floja o poco convincente.

La labor de Yifei Liu como Mulan es destacada, ya que absorbe el peso de la cinta y lo hace bien acompañándose de grandes actores a su alrededor como Donnie Yen, Jason Scott Lee, Gong Li e incluso hasta Jet Li, quienes aportan su pequeño grano de arena a este ambicioso proyecto con personajes secundarios o incidentales en una cinta que visualmente luce espectacular aunque le falte un mayor impacto en la acción que propone.

Las quejas en cuanto a la ausencia de un dragón que fue reemplazado por un fénix se hacen de lado y funcionan en el sentido no sólo del renacimiento de Mulan como la guerrera en que se convierte finalmente saliendo de sus «cenizas», sino también en que las figuras de los dragones eran usadas como ancestros de algunos emperadores en la antigua China, lo que hace de éste un pequeño detalle interesante.

La cinta no ofrece nada nuevo conforme a los demás live action de Disney pero acierta en reforzar la idea del empoderamiento femenino sin necesidad de forzarlo como en otras cintas. A pesar de ello, la cinta tiene sus fallas en el guion que son notorias al dejar ciertos huecos en las justificaciones de algunos personajes o en hacer hincapié en la inclusión de valores a lo Disney, como lo es la familia y el tema del honor.

Dejando de lado estas diferencias notorias, Mulan se erige como una buena cinta que es capaz de reforzar un mensaje en una época donde las princesas pueden convertirse en guerreras sin necesidad de forzar esta idea, dándole un final congruente pero a todas luces «disneyano» que la hace un bien desarrollado live action que cumple mejor que otros pero aun así puede sentirse innecesario.

Ficha Técnica

• Título Original: Mulan
• Directora: Niki Caro
• Año: 2020
• Elenco: Yifei Liu, Donnie Yen, Gong Li, Jet Li, Jason Scott Lee, Tzi Ma, Yoson An
• ¿Dónde se puede ver?: Disney+ y salas de cine selectas en el mundo

CALIFICACIÓN: 6