The Mauritanian, una batalla por la inocencia en Guantánamo
Uno de los hechos que marcó al mundo de forma histórica fue el ataque terrorista del 11 de Septiembre del 2001, aquel donde la realidad superaría por mucho a la ficción con las impactantes imágenes de la caída de las Torres Gemelas en Nueva York y el inicio de una persecución tras la pista de Osama Bin Laden, presunta mente maestra detrás de este acto.
A partir de ese día, la paranoia y los aires de una nueva guerra azotaron el clima del mundo. Pero una de las más graves consecuencias fue la discriminación y xenofobia generada ante las personas que provenían de esta zona de Medio Oriente y que profesaban la religión islámica, mismos a los que se les trataba como sospechosos sin siquiera tener bases sólidas en una administración política de Bush que se preocupaba por resultados sin pensar jamás en las consecuencias.
En medio de este panorama, surgió la persona de Mohamedou Ould Salahi, quien fue acusado sin muchas bases de haber sido uno de los principales reclutadores para el ataque realizado por el simple hecho de que uno de los secuestradores de los aviones pasó una noche en su casa. Así, comenzaría la travesía de Salahi, una que lo llevaría no sólo a luchar por su libertad sino a develar los actos detrás de una de las más salvajes, inhumanas y atroces prisiones estadounidenses: Guantánamo.
Basada en los escritos del mismo Mohamedou mientras estaba encerrado en esta prisión, The Mauritanian nos habla de esa pelea por la justicia en un mundo lleno de paranoia donde parecía importar más el encontrar culpables que la verdad detrás de los hechos, algo que generó una peor cantidad de víctimas.
El director Kevin Macdonald (El Último Rey de Escocia, 2006), al lado de Jodie Foster (El Silencio de los Inocentes, 1991) y Tahar Rahim (Un Profeta, 2009) comentaron acerca de este filme en un panel organizado por el medio Deadline, donde tanto el realizador como el protagonista comentaron que lo que más les llamó la atención del relato de Mohamedou fue su empatía, su visión de la vida y cómo a pesar de lo que sufrió nunca perdió esa chispa de bondad.
Una de las cosas que capturaron a Macdonald de la obra escrita por Salahi eran las partes donde «se pone en los zapatos de sus torturadores, los comprende, no los juzga. Incluso habla de unos soldados puertorriqueños que lo llevaban después de lo que le hacían de vuelta a su celda y se identifica con ellos porque sabe que no encajan«.
Justamente ese lado humano lo refleja muy bien el actor Tahar Rahim, ese lado que nunca pierde la esperanza ni las ganas de luchar, esa actitud positiva a pesar de la adversidad. «Eso es algo que aprendí de él, de su forma de vida. A pesar de todo lo que vivió, no guarda ningún rencor en contra de ellos«, comentó. Además, para él «Salahi puede ser un alma dotada. Me platicó que convertir el enojo en perdón libera tu mente y te da el poder de cambiar a la gente. Lo logró con sus guardias. Con quienes se volvió su amigo. Es admirable que nunca cayera en la desesperación en algún punto de su encierro”, afirmó el nominado al Globo de Oro en la categoría de Mejor Actor de Drama por su papel en este filme.
Si hay algo importante que destacar de este filme es, justamente, las actuaciones por parte de Foster, Rahim y Cumberbatch, que procuran mantener este drama de fórmula similar al de un biopic en buen nivel, intentado darle una profundidad a este relato que a veces carece de una mayor relevancia más que un recuento de estos hechos históricos vividos por el autor del texto.
La estructura del guion nos presenta de inicio la vida de Mohamedou, su día a día hasta que es arrestado por los militares estadounidenses sin mayor razón que la mera sospecha. A partir de ahí, el relato se construye de saltos temporales entre el momento en que Nancy Hollander (Foster) y su asistente, Teri (Shailene Woodley) toman el caso de su defensa y los años pasados en Guantánamo por parte de Salahi.
Es ahí que Macdonald opta por las herramientas que tiene, incluso cambiando el aspecto del radio de pantalla para tratar de involucrarnos aún más en su narrativa, tratando de meternos de lleno en la experiencia personal de este protagonista inocente que tiene que soportar la tortura, la humillación y los actos de los soldados estadounidenses empeñados en hacerlo admitir culpas de hechos no cometidos así como en la investigación jurídica para armar la defensa del caso.
Todo esto se ve a través de los ojos tanto de las abogadas que lucharán por su libertad como desde la perspectiva de un patriota exacerbado que de repente se enfrenta a la amarga verdad de la situación en la que se encuentra metido, haciendo una mordaz crítica a ese sistema de justicia militar estadounidense que sólo buscaba encontrar a quien culpar sin importar los hechos o la falta de evidencia.
Curiosamente, Jodie Foster casi no interpreta papeles basados en hechos reales. Pero admitió que poder interpretar a Nancy fue interesante. “No suelo aceptar estos roles de personajes reales porque no soy muy fan de las biopics, ya que solo muestran la vida de un personaje y después mueren. Pero desde que leí esta historia, me llamó la atención. Al conocer a la verdadera Nancy, quise captar su esencia pero también jugar con lo que la cinta ofrecía para el personaje, un choque entre los excesos y la sobriedad jurídica que ella tenía”, comentó la veterana actriz y directora acerca de su interpretación que le ha valido una nominación al Globo de Oro por Actriz de Reparto.
A pesar de caer en la fórmula de los dramas basados en hechos reales, The Mauritanian nos trae recuerdos de la infame base de Guantánamo, de esa cacería de inocentes que llevó a actos crueles de tortura vistos de forma más cruda en obras como El Camino a Guantánamo (Whitecross y Winterbottom, 2006) o de forma dramática en Camp X Ray (Sattler, 2014) pero que aquí nos ofrece un aire de esperanza, una luz en medio de esa oscuridad vivida por tantos prisioneros sin culpas que nos recuerda que la lucha por la libertad es algo fundamental en medio de un relato que critica esa (in)justicia impartida por propia mano.