Una Corte de Niebla y Furia: continúa la saga de Feyre y Tamlin (Reseña)

La espera por leer A Court of Silver Flames (ACSF para los compas) tiene un poco ansiosa tanto a su servidora como a todos los fans de esta saga; por lo que para calmar los nervios que causa este nuevo lanzamiento, hablaremos un poco sobre Una Corte de Niebla y Furia, la segunda entrega de esta saga; y que según la opinión de la mayoría del fandom que sigue la historia es, hasta el momento, el mejor libro.

En la entrega pasada dejamos a Feyre en Bajo la Montaña, donde experimentó cosas que repercuten fuertemente en su vida dentro de este libro. Posterior a su pelea con Amarantha, en donde nuestra protagonista pierde la vida pero es revivida y convertida a fae gracias a la magia de los Grandes Señores de Prythian, ella regresa a la Corte de Primavera junto con Tamlin, dispuesta a tener el final feliz que tanto había soñado. Sin embargo, muy pronto descubre que esto no será tan fácil, porque la dictadura bajo la que fueron sometidas las Cortes ha provocado un ambiente tenso, todos están intentando sanar sus tierras y a ellos mismos; y Feyre no será la excepción.

Todas las pruebas por las que tuvo que pasar fueron destrozando su mente y su alma, por lo que se nos plantea la historia de un personaje con estrés post traumático, que enfrenta las consecuencias de su cautiverio, donde se mostrará su camino hacia la redención, en donde romperá y forjará nuevas relaciones, que eventualmente, la llevarán a por camino en el que quizá no haya retorno.

Por haber liberado a todos, Feyre se vuelve un símbolo de paz entre todos los habitantes, por lo que si bien, muchos la quieren, otros buscarán destruirla para romper con ésta frágil etapa de tranquilidad. Hyberno, el territorio que perdió la guerra en donde los humanos consiguieron su libertad, cada vez está más cerca y buscará finalizar la conquista que Amarantha había empezado, con el fin de restaurar el antiguo orden. Este conflicto provoca que muchos de los personajes muestren su peor cara; tanto nuestra protagonista como Tamlin (Gran Señor de la Corte de Primavera), mostrarán a lo largo de la historia, diferentes tipos de trauma.

Por su parte Feyre intenta adaptarse a su nueva vida como ser inmortal y a su vez lucha con el sentimiento de culpa por haber asesinado a aquellos faes, que ahora son su gente, además, tiene que lidiar con los estragos de haber estado cautiva en una celda por tres meses. Ella intenta mantener todo esto a raya, aparentando que todo está en orden mientras planea su boda con el Gran Señor, sin embargo, éste último en lugar de ayudarla a salir de los problemas por los que estaba pasando, decide de igual forma ignorar el elefante en la habitación, y proyectar sus problemas en ella, controlando prácticamente cualquier aspecto de su vida, desde cómo se viste hasta cuando sale de la casa; lo que evidentemente provoca que ella se sienta de nuevo en una especie de cautiverio.

Afortunadamente, tenemos nuestro pequeño rayito de sol dentro de la historia, el cual, viene de la mano de un personaje que, por su comportamiento en el primer libro, fue toda una sorpresa descubrir su verdadero ser; nos referimos a Rhysand, el Gran Señor de la Corte Oscura, con el que Feyre hizo un pacto Bajo la Montaña, en donde él le ayudaba a sobrevivir a cambio de que pasara una semana de cada mes en la Corte de éste. Si bien, en principio el trato suena un poco turbio, pronto, tanto Feyre como los lectores, descubrimos que es quizá uno de los personajes más nobles en este mundo creado por Sarah J. Maas.

Rhysand es uno de los personajes favoritos en el fandom, pero hay que decir que a veces resulta demasiado perfecto, pero en cierto sentido eso no está mal. Y es que habiendo explicado el proceso por el que pasa Feyre y las actitudes machistas y controladoras que de la nada Tamlin sacó en este libro, que eventualmente lo convertirán en el villano.

Es así que, en contraparte, la autora nos muestra la personalidad de Ryshand, donde éste acierta en todo en lo que el otro falla, es atento, ayuda a la protagonista a salir de su ciclo de depresión, la deja decidir, le presenta a sus amigos, que eventualmente se convertirán en el cliché de la “familia encontrada” de la protagonista, y todo es hermoso y perfecto; a veces sólo le falta que salga con una remera con la leyenda “Soy feminista”.

Por lo mismo, no puedes evitar quererlo, por que es un contraste tremendo, se entiende lo que quería dar a entender la autora, y se le aplaude por ello, ya que si lo pensamos, estos libros en principio son dirigidos a un público adolescente, a pesar de que recientemente se les cambió de categoría debido a las escenas de sexo que hay (aunque quizá fue un poco exagerado que hicieran dicho cambio), es bueno que presente lo que ahora se denomina como una “relación tóxica” y que remarque que ciertas actitudes están mal y que se debe dejar de romantizar a estos personajes controladores que por lo general se encuentran dentro de esta rama editorial.

Sin embargo, a veces es difícil superar el hecho de que la autora presentó a Tamlin como un personaje que en apariencia estaba equilibrado, con el que la protagonista podía ser feliz, para luego destruir todo lo que era bajo el pretexto del estrés post-traumático y convertirlo en un personaje que llegas a odiar más que al propio Rey de Hyberno, que se supone es el gran villano. Hasta parece que a la propia novelista le daba asco escribir escenas donde aparecía nuestro antes querido Gran Señor de la Corte de Primavera.

Todo esto llega a funcionar como parte de un preludio a la historia donde dos personajes que han pasado por mucho, finalmente se encuentren y conformen la maravillosa pareja de compañeros (término utilizado para referirse a dos personas que básicamente están destinadas a estar juntas) que son Feyre y Rhysand, que mostrarán al mundo el ideal de una relación, pero ¿Conseguirán su final feliz? Eso y más se resolverá en Una Corte de Alas y Ruina.

No se pierdan muy pronto la tercera entrega acerca de esta saga, sólo aquí en Unplugged News, todo esto mientras seguimos este camino hacia la cuarta entrega, A Court of Silver Flames.