Regresa el «El juego del Siglo». Reseña Space Jam: Una Nueva Era.

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¿El juego o decepción del siglo?

Han pasado 26 años desde el estreno de aquella película donde el ya entonces legendario jugador de los Chicago Bulls, Michael Jordan hacia dupla con el conejo de la suerte Bugs Bunny en la película Space Jam: El juego de siglo. A pesar de haber sido considerada como una apuesta arriesgada por parte del estudio, fue un total éxito en taquilla al recaudar la cantidad de 230 millones a nivel internacional convirtiéndola en el filme de baloncesto con mayor recaudación en la historia.

Con una primicia en donde podíamos ser testigos de un juego entre estos famosos dibujos animados y unos extraños seres del espacio, para todo aquel que vio este largometraje animado cuando era un niño fue un espectáculo de proporciones increíbles.

Por allá del 2014 se había asegurado una secuela con Lebron James como protagonista, aunque los representantes de este lo desmintieron al poco tiempo. Luego de varias negociaciones con diferentes personalidades como Justin Li, el mismo Joe Pytka (director de Space Jam), Ivan Reitman o Terence Nance, no fue hasta septiembre de 2018 cuando Ryan Coogler anunció que produciría la película y SpringHill Entertainment posteó una imagen para anunciar que serían los encargados de producirla.

Ahora, por fin ha llegado la esperada secuela protagonizada por quien irónicamente en un principio había negado este hecho, nos referimos al mismo LeBron Raymone James Sr. junto a Don Cheadle y Sonequa MartinGreen para traernos un nuevo encuentro de proporciones titánicas, aunque todo parece indicar lo contrario en Space Jam: Una Nueva Era.

El legado continua de la mano del “Rey”.

Con una intro con aires misteriosamente familiares, se nos presenta al pequeño Ray, quien llega acompañado de su madre a otro partido por parte de su equipo en el colegio. Ella lamentablemente no puede quedarse debido a su trabajo, pero le recuerda su apoyo incondicional, aunque él no está conforme con ello. Lamentablemente el chico falla un tiro dejando ocasionando una derrota para su equipo junto una decepción por parte de su entrenador, dejándole claro como su increíble talento  esta siendo desperdiciado al no tener la mente en el juego.

Damos un salto en el tiempo, con un Ray ya consagrado como uno de los mejores elementos dentro de la NBA, siendo toda una figura fuera y dentro de la cancha, pero ahora con el deseo de que sus dos hijos, Darius y Dom, sigan sus pasos, pero Dom, no comparte la misma visión de su padre al ser un prodigio cuando se trata de tecnología, teniendo el sueño de convertirse en desarrollador de videojuegos.

Por otro lado, LeBron es invitado al estudio de Warner Bros. y se le ofrece convertirse en una estrella de cine, pero rechaza la idea, mientras que su pequeño muestra interés en el software del estudio o en este caso la IA, denominada como Al-G Ritmo. Pero el “rey” insulta la idea de esta inteligencia artificial a la par del sueño de su hijo lo cual lleva a una discusión bastante fuerte acerca de su futuro. Al-G, quien en secreto se ha vuelto consciente de sí mismo aprovecha esto para llevar a cabo un plan secreto, atrayendo a estos dos para atraparlos dentro de la realidad virtual: “Warnerverso”.

El conjunto binario le dice a nuestro experto de la duela que la única forma de recuperar a su chico es venciéndolo en un partido y solo tiene 24 hrs para reunir a su equipo. Ante este suceso, es enviado al mundo de los Looney Tunes, encontrándose con el mismo Bugs Bunny, el cual le promete darle el “dream team” necesario para ganar este reto. Ahora tendrán que viajar a través de este multiverso para reunir al “Tune Squad” para el encuentro del siglo.

¿Ehm… y que hay de nuevo viejo?

Ante este argumento uno pensaría tener una historia realmente atrapante pero lamentablemente no es el caso. El hecho de ver como Bugs anhela el poder recuperar a sus amigos al haberse ido de su mundo persiguiendo sus sueños es una temática ya vista (cof..cof.. The Muppets Movie) si a esto le sumamos como se guían por la misma fórmula de la primera entrega, no se nos ofrece nada original narrativamente hablando.

Pero esto no es un indicador de tener un producto realmente pésimo, si bien estamos ante algo hecho meramente con fines de mercadotecnia, sería muy hipócrita tildar de horrible a “Un Nuevo Legado” sobre todo cuando su antecesora tampoco era la octava maravilla cinematográfica. Si bien contenía personajes carismáticos, al mejor ídolo del baloncesto y una banda sonora junto a gags verdaderamente memorables, no contaba con una historia totalmente funcional.

Igualmente, no debemos olvidar a quien va dirigido el filme: los más pequeños de la casa, quienes quedaran encantados con el espectáculo visual presentando. Este punto es realmente la “escolta” encargada de mantener nuestra atención en todo momento, si bien el cgi de los tunes es carente en algunos de estos, hay una excelente trabajo con respecto a los efectos especiales logrando una anotación de 3 puntos.

Si son amantes de los easter-egg y referencias, esta película contiene un numero inmenso de estos. Los personajes de Hanna Barbera, La Liga de la Justicia, El Gigante de Hierro, King Kong e incluso están presentes clásicos como Casa Blanca, The Matrix, La Naranja Mecánica o La Máscara; realmente esperamos tengan excelente vista para poder lograr identificar todos y cada uno.

Lebron, rey de los tiros, pero no de la actuación.

 Con respecto al elenco bueno no hay mucho por rescatar, sobre todo por parte del protagonista quien cuenta con un rango actoral equivalente al de una dinamita marca ACME. Jordan tampoco era un experto en esta área, pero tenía un cierto encanto, en el caso de James, no tenemos ni esto. Incluso existe una línea dentro de la cinta donde el mismo dice: “Los jugadores de básquetbol y el cine no se llevan bien, es un hecho” argumento totalmente verídico y comprobado por este mismo.

El personaje de Cheadle esta caricaturizado lo que le sigue, demostrando como su aparición fue solamente por el cheque. Cedric Joe quien interpreta al hijo menor de Lebron es realmente quien destaca a cuadro, aunque no tenía mucha competencia siendo realmente honestos. Hay una cameo sorpresa digno de enfurecer o lograr sacarte lagrimas por la risa, solo les advertimos: No hay puntos medios aquí, o lo disfrutas o lo odias.

Es inexplicable como el director Malcolm D. Lee en ningún momento tuvo una charla de coach a jugador con su protagonista para poderle dar instrucciones sobre su desempeño actoral. De cualquier manera, no había mucho por hacer ante este hecho y ni hablar del guion, aplica el famoso: “Hizo lo mejor que pudo con lo que tenía”.

Otro hecho lamentable es con respecto con la banda sonora; si algo representaba increíblemente a la primera parte era temas como “Space Jam” por Quad City DJs, “I Belive I Can Fly” de R.Kelly o ese tan famoso tema “Let´s Get Ready to Rumble” donde recordamos perfectamente la remotanda en el marcador de nuestros alocados héroes en contra de “Los Monstars”.


El marcador final es…

Space Jam: A New Legacy increíblemente supera en algunos aspectos a la vista en el año 1996, dándonos momentos bastante “Looney Tunes repletos de la esencia original de estos, pero adaptándose a las nuevas generaciones. No podemos alabar el denominando nuevo juego siglo debido a lo carente de este mismo, pero si podemos asegurarle que, si van en compañía de su familia al cine o verla en HBO Max, van a pasar un excelente rato.

Como puntos extras tenemos el doblaje en nuestro idioma latino, teniendo el regreso de actores legendarios como Alfonso Obregón Inclán interpretando de nueva cuenta a Bugs Bunny, Maria Fernanda Morales como la rompe-corazones Lola Bunny, Cesar Soto dando vida al temperamental Sam Bigotes o Hernán López dándole voz al ocurrente cazador Elmer Gruñon. Pero no podemos dejar de mencionar a la sangre nueva en la alineación siendo el cantante Rick Loera en remplazo del retirado Ernesto Lezama como Porky, Oliver Díaz Barba como Dom James.

 

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