Melissa Elizondo: cosechando cultura y sembrando reflexiones

0

Desde el año 2018 en su debut en el Festival Internacional de Cine de Morelia a la fecha, la cinta documental de Melissa Elizondo, El Sembrador, ha arrasado y causado un gran impacto tanto en el público como en la crítica al contar la historia del profesor del poblado de Monte de los Olivos llamado Bartolomé y las formas en que ayuda al aprendizaje y desarrollo de sus alumnos.

Gracias a ello, en el presente año y después de su continuo paso por diversos espacios, la cinta formó parte de la programación de la 13va edición del Festival Cinema Planeta. Por ello, en Unplugged News tuvimos la oportunidad de charlar con su realizadora acerca de este interesante documental que nos ofrece una percepción diferente de la importancia de la educación en el país y en el mundo.

La forma en que surgió el interés por hablar de este tema fue porque le tengo un profundo respeto y admiración a la labor del docente pero, sobre todo, en el contexto rural porque en los espacios en los que he estado he tenido la fortuna de ver su vínculo con la tierra así como la manera tan humana de acompañar a las nuevas generaciones. Pero lo que en verdad le dio marcha al proyecto fue el inicio de la privatización de la educación con la cuestión de la reforma educativa”, inició comentándonos Melissa acerca del interés de contar esta historia.

Melissa Elizondo, directora de El Sembrador

Las ganas de contar un relato de esta índole se juntaron con la ayuda de una conocida que le abrió las puertas al mundo del maestro Bartolomé y sus alumnos. “Una compañera técnica asesora pedagógica fue quien me habló de Bartolomé. Desde que ella escuchó mis inquietudes me dijo que tenía ganas de presentármelo. Cuando conversé con él, su manera de compartir la palabra pero sobre todo su forma de ver la vida fue lo que me impactó en el sentido de decir que tenía que ser El Sembrador, título que desde un principio tenía en mente para este proyecto. Ver cómo existía una congruencia entre eso y la manera en que enseñaba a los niños era ideal para que la historia floreciera, misma que no solo habla de la educación sino de una manera más profunda nos enseña una diferente manera de vivir en este mundo e incluso de cómo resistir.”

La educación es el tema principal del documental. Sin embargo, desde el comienzo de la realización de su proyecto, Elizondo considera que sigue habiendo problemas en la importancia o falta de atención que se le pone a este punto, sobre todo en las zonas rurales. “Las grandes brechas en la educación siguen presentes. Incluso, me parece que la palabra desigualdad se queda corta con lo que sigue pasando. Pero lo que si creo es que este camino recorrido ha sido de transformación. Hace poco, Bartolomé me comentaba que estaban ya construyendo un domo en la escuela, ampliaron los baños, entre otras cosas porque la película detonó que se reunieran maestras y maestros de multigrados de todo el país para que el próximo año se realice el primer encuentro de escuelas multigrados y la primer sede será justamente en Monte de los Olivos. En realidad, vemos que más allá de estos contextos tanto campesinos como indígenas puedan acceder a las universidades de las grandes ciudades implica un paso para después construir sus propias escuelas. Compartimos esa visión con Bartolomé de tener su universidad y que no se tenga que salir de sus tierras para continuar estudiando en otros contextos donde el acompañamiento educativo se vuelve deshumanizado”, declaró la directora.

A pesar de ello, Melissa Elizondo cree que el panorama de la educación puede cambiar si es que recordamos el lado humano de la misma, ciertamente un punto interesante para reflexionar que la pandemia misma ha obligado a que le pongamos atención. “Se necesita seguir trabajando para crear estos espacios donde se pueda compartir sus teorías, la sabiduría, los movimientos, y lo que tienen esos alumnos, esa gente. Eso es importante y necesario. Eso es parte de a dónde nos ha llevado el documental y que, aparte, la cinta, en esta situación de pandemia y la educación virtual nos ha llevado a reflexionar si realmente estamos escuchando a la infancia y a las nuevas generaciones; cuestionarnos si realmente lo que necesitan es estar pegados a la pantalla por no sé cuantas horas y un exceso de tarea sólo por adquirir un papel en donde pareciera que en el proceso solo aprenden a memorizar y a obedecer. Si ya se estaba desdibujando esta cuestión de libertad, curiosidad, autonomía o exploración, la virtualidad lo ha venido a recrudecer”, aseveró la joven realizadora.

Es por ello que Elizondo aboga por cambiar este enfoque, escuchar de nuevo a los niños y sobre todo, a la naturaleza misma. “El mejor maestro de un niño es otro niño, pero ahora que están aislados, tal vez es hora de escuchar a sus abuelos, hermanos, padres. Buscar alejarlos un poco de la computadora o el celular y conectar más con la naturaleza de alguna forma. Toda esa reflexión se da en momentos tan complejos como el que estamos viviendo.”

Es por eso que la directora hace hincapié en pensar en el futuro, creando nuevas formas de educación y formación que abran las puertas de manera más equitativa a todos los jóvenes. “La cuestión está en buscar otras formas de construir un futuro que esté alejado de la deshumanización y situación de violencia en que vivimos, en general en el mundo pero particularmente en México, que es una situación compleja. Entonces, para imaginar y formar otros futuros debemos saber que la clave, la puerta principal es la de la educación y la cultura», afirmó en la plática.

Más allá de esa lucha, de la resiliencia y el ejemplo que Elizondo y su cinta ejemplifican en este proyecto que ha conquistado a quienes lo han visto, la directora se queda con ese cariño y la respuesta tan positiva que El Sembrador ha obtenido. «Hemos sido cobijados por muchos espacios que han buscado llevar la película a diversos espacios, ponernos en contacto con la gente para que pueda visualizarse lo más posible. Para mí, lo más importante y valioso en nuestro camino de la película más allá de los festivales y las muestras que nos han abierto un espacio para mostrarla, es el recibimiento del público que se ha dado con el mismo amor con el que la hicimos. Para todos los que formamos parte de la cinta, eso le da todo el sentido a lo que hacemos. Que el trabajo final sea útil, que tenga un impacto y un sentido.»

Y es que tal ha sido el impacto del documental que se ha visto reflejado en muy buenas noticias para Bartolomé, sus niños y la educación rural en sí. «Hace unas semanas me compartía el maestro Bartolomé las calificaciones de los pequeños y pequeñas que han seguido estudiando así como del primer niño que comparte sus resultados en la UPN, donde estudia Pedagogía. Ese encuentro ha sido muy significativo para todos y eso es lo más valioso que podemos cosechar en el camino de El Sembrador, sin duda», mencionó emocionada Elizondo.

Para concluir, Melissa Elizondo nos platicó que se embarcará a iniciar su próximo proyecto en el 2022, pero no sin antes haber aprendido mucho de la realización de El Sembrador y lo que quiere generar a futuro con su voz en el género. «Este documental me ha dejado muchísimo. Me ha enseñado otras posibilidades para aprender y volver a escuchar, mirar y habitar el mundo desde otras perspectivas y formas. Y deseo que en mis próximos proyectos pueda compartir una mirada honesta desde el corazón y que lo que construyamos, porque el cine no lo hace una persona, pueda ser algo de utilidad y con un significado para quienes lo vean.»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Translate »