Ernest & Bottom, amistades que cambian la vida

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Se tiene la concepción de que el clown, traducido al español como payaso, solamente aparecen para hacer reir, relacionándolo más con el acto circense que con el teatro. Y en parte, tienen razón ya que el arte de este espectáculo hacia énfasis en dos personajes: uno de nariz roja, ingenuo, torpe, al que usualmente todo le salía mal. En contraparte, existía otra cara de ello, el que era serio, representaba autoridad, elegante y aborrecía cualquier clase de broma además de que solía tener la cara de blanco.

Siguiendo un poco esta tradición llega el montaje teatral familiar de Nocturno Teatro llamado Ernest y Bottom, en donde la multidisciplina del clown se mezcla con la música para crear una obra en la que los protagonistas envuelven al público con sus acciones y actitudes, las gesticulaciones y las bromas, e incluso los momentos más serios o solemnes sin necesidad de decir una sola palabra.

La obra, que ya tuvo una corta temporada en el Teatro Milán, llega a su nueva casa en el Teatro Isabela Corona, para contarnos el relato de dos ancianos completamente opuestos que desarrollan una amistad memorable, enseñándole tanto a chicos como a los grandes la importancia de la amistad, la pasión por la vida y lo duro que son las despedidas.

Es interesante ver cómo el músico al costado del escenario rompe la cuarta pared para darle la bienvenida a la audiencia, anunciando las llamadas para tomar asiento hasta que comienza la obra con el telón ya abierto, donde veíamos a uno de los protagonistas interactuar, con su estado de ánimo alegre y una curiosa fascinación por el mar.

Su armonía se ve interrumpida por la llegada de otro anciano, uno mucho más amargado que parece aborrecer el contacto humano (o tal vez no quiera contagiarse de COVID-19). Este es llevado por una enfermera para ofrecernos la primer gran dinámica de los clown en esta obra, donde se revela el encuentro del serio con el absurdo. Poco a poco, comprendemos el porqué de la actitud de este nuevo visistante.

Conforme los dos protagonistas toman escena, la interacción entre ambos se vuelve divertida, pero sobre todo es interesante percibir el lazo de amistad que se va creando entre los dos, llevándolos incluso a formar un plan para escapar de su habitación y así uno ir a su adorado mar y el otro regresar con su amada mascota (mejor conocido como el misho misho).

La habitación azul colorida que se ensombrece o cobra vida conforme a la iluminación, el sonido del reloj como alegoría del paso del tiempo y la relación entre Ernest y Bottom se enaltece durante la hora y 10 minutos que dura la obra, llegando a un desenlace emotivo que nos hace comprender la importancia de vivir, reflexionando acerca de la idea de que nunca es tarde para hacer lo que uno quiere y que las cosas que nos apasionan nos motivan a cumplir nuestros más alocados sueños, y qué mejor que sea entre amigos.

Escrita y dirigida por Geralldy Nájera, protagonizada por Juan Cabello, Karim Torres y Lucía Pardo, la obra invita a todos a reflexionar sobre la actitud con la que vivimos nuestro día a día, recordándonos también la capacidad que tienen los clowns no sólo para hacernos sonreír, sino también llorar, llevando a la audiencia a vernos a través de un espejo para intentar hacernos ver y reconocer que, como seres sociales, necesitamos siempre los unos de los otros para existir y enfrentar hasta la muerte.

La nueva temporada de esta obra está ya desde el pasado sábado 11 de septiembre y durará en cartelera hasta el día 17 de octubre, con funciones los días sábado y domingo a las 13:00 horas. No se pierdan de este emotivo montaje y sobre todo de volver al teatro, para vivir este relato que nos enseña como existen amistades que cambian la vida. Los boletos estan a la venta en taquilla y en Ticketmaster.

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