Claudia Santiago, desde el Istmo para México y el mundo

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Durante el marco del pasado Festival Internacional de Cine de Guanajuato, la actriz zapoteca Claudia Santiago fue una de las invitadas para hablar de la cinta Guiexhuba de la realizadora española Sabrina Muhate en la que comparte créditos con Humberto Busto y Norma Pablo en la que nos relatan la historia de un grupo de mujeres zapotecas que se organizan para enfrentarse y defender su territorio, especialmente su lugar en el mercado del pueblo, ante la amenaza de algunas fuerzas externas.

Grabada en el Istmo de Tehuantepec, la cinta propone un tema interesante y de reflexión hacia los derechos de los pueblos originarios y cómo han sido violentados. En Unplugged News tuvimos el gusto de charlar con su protagonista, oriunda del municipio de Ixtaltepec, que recientemente visitó la ciudad de Oaxaca para la presentación de la Tercera Muestra Internacional de cine del Istmo, acerca de este filme y su labor de lucha y representación.

«Guiexhuba fue un personaje que me significaba un tremendo respeto porque no hay un estereotipo o arquetipo que pueda definir a este tipo de mujeres que a través del amor que le tienen a su tierra tengan que verse en la necesidad de luchar por un territorio que les corresponde desde hace más de 15 mil años. Así que todas mis capacidades actorales se resumieron al estar presentes desde el amor. Lo que quería era entender y traducir este personaje en sus circunstancias y darle mi conciencia para que ella hablara», nos dijo Santiago acerca de la realización de su rol.

Darle voz a este personaje femenino tan fuerte implicó un diferente proceso para realizarlo. «A veces como actores hacemos lo contrario. Va uno definiendo por dónde va delimitando el personaje y te lo da el mismo texto. En el caso de Guiexhuba era algo más que eso, muy natural. Imagínate que se te fuera el agua o el viento, te preguntarías con qué intención los llamas, cuál sería tu estado anímico cuando estás en paz con todo ello. A ella le rompen esa armonía pero no deja de ser quien es y no va a responder de la forma que una persona de occidente lo haría sino con la naturalidad que le da los elementos como el aire, la tierra. Como actriz me permitió explorar todo eso más allá de los arquetipos, desde el amor que tengo por mi país y mi gente. Mi personaje se construyó de esa forma», añadió Santiago.

Aprovechando la plática acerca de la cinta y la gran labor que ha tenido en su carrera, Claudia Santiago nos comentó un poco de su propia lucha que ayuda a que tomemos en cuenta a los pueblos originarios y nuestra cultura mexicana. «A mi me han prohibido hablar mi lengua, el Estado causó eso. Tuve que salir de mi comunidad para crecer y mucho de lo que yo soy tiene que ver con una infancia creativa que tuve con mis compañeros alfareros, mis compañeras tejedoras, mi papá hablante de la lengua. Soy de la idea de que tenemos que ir construyendo y de que tenemos que tener más confianza en nuestras herramientas y nuestro lenguaje. Esta bonito que lo volteen a ver pero sólo queda en ello», declaró.

Y es que a pesar de las adversidades, la talentosa actriz egresada de la Escuela Nacional de Teatro del INBA tenía las metas claras acerca de su labor y lo que quería conseguir. «Desde que salí de mi comunidad tuve la intención de hablar de lo que yo era, de definir a través del teatro un lenguaje que me permitiera regresar a mi comunidad y poder darle voz a mi infancia. Me viene a la mente que lo único que no ha pasado con los pueblos originarios es la justicia, porque en lo demás todos somos iguales pero hay que entender que a estas poblaciones en cuanto a derecho y ley se les niega su derecho a la justicia y desde ahí, la extracción del territorio sucede. No debemos ni podemos decirles que hacer pero si necesitamos abrazar la necesidad que tiene el Estado mexicano de proteger a la gente que cuida estos territorios», aseveró fuertemente Claudia.

De alguna manera, Santiago se ha convertido en una vocera, una representante de la tradición oral y cultural que busca generar una reflexión acerca de nuestro papel como mexicanos. «La historia se está tejiendo y ahora hay una gran reflexión en la que se está volteando a verlos. Es una responsabilidad, una necesidad, de llevar la voz de mis abuelos a otros espacios. Claro que me llena de un inmenso gozo que ahora puedan verlo y apreciarlo. Ha sido un trabajo constante, incluso en algún momento pensé que nunca voltearían a verlo pero aquí esta este boom que, de alguna manera, con todo y que sea motivado por el Occidente, está llamando la atención», acotó la actriz.

Sin embargo, Claudia también señala que no por el hecho de hablar de estos temas se tenga que crear una imagen de los pueblos indígenas que genere arquetipos, por lo que propone aceptar las diferencias que enriquecen a nuestro país. «Es delicado homogenizar a los indígenas. No todos somos iguales físicamente ni tenemos el mismo rostro. Hay diferencias en color, en la cultura, llenos de matices y entendimientos diversos. No es lo mismo ser del Istmo de Tehuantepec que ser de la zona de la mixteca. Existen estas cosmovisiones completamente distintas. Entre más nos fijemos y aceptemos la diversidad que tiene México, más relajados estaremos. Nadie quiere quitar nada. Nosotros vamos caminando desde hace miles de años y no podemos voltear y olvidarnos de ello porque ahí están todos los ancestros y es una manera muy diferente de ver el mundo la que tenemos», afirmó la talentosa actriz.

De aquí sale el tema del poder que tenemos no sólo como nación sino con nosotros mismos. «Siempre ha estado ahí, marcándonos el camino. Simplemente nos retiramos de repente de ese poder por creer que es más importante la fuerza de la competencia y lo único que eso hace es que te miren de forma distinta. El poder que tenemos siempre ha estado ahí y cuando queramos tomarlo, ahí estará. No hay que tener miedo de percibir ni nombrar de dónde venimos, qué es lo que nos compone, entender nuestras raíces y quienes son nuestros abuelos. Hay que reconocer nuestra casa como un territorio y vernos como un linaje de varias composiciones. Desde ahí tenemos que empezar, por abrazar este espíritu multicultural y de colores que nos forma. Con todo y que nos quieran confundir o cambiar los conceptos a conveniencia, ese poder está ahí, existe», aseguró entusiasmada la artista de raíces zapotecas.

El sentido de comunidad que tiene Claudia la hace una gran representante para los pueblos originarios, una luchadora de la conservación de este linaje cultural que es importante tener presente en nuestra comunidad. «Percibo a la comunidad como un término muy diferente al que propone Occidente. Para mí, se hace platicando juntos debajo de un árbol mientras que para otros es, tal vez, estar en un chat. Y estoy aquí gracias a todos aquellos que creen en mi. No dejo de resaltar que los pueblos originarios estamos preparados y claro que es un orgullo ser una voz para esta comunidad, que se ha alimentado todo este tiempo y que se ha permitido caminar el discurso del linaje a través de la sencillez», agregó la apasionada actriz.

Por último, Claudia Santiago nos habló de lo que se viene en su carrera. «Estaremos haciendo un programa llamado Tejiendo el Espíritu en el norte del país donde trabajo más en el rol de la investigación y en términos de producción y conducción con estos seis pueblos para conocer su cosmovisión a través del textil y entender las particularidades que habitan en cada comunidad para hacerlos protagonistas de su propia historia. Buscaremos la fórmula adecuada que me permita entrar sin imponerme ni verlos como monitos sujetos de estudio. Estamos trabajando este nuevo discurso con todo este tema del despertar de lo indígena y es muy importante verlo no como algo extraño sino que respetemos sus espacios, queremos que simplemente sean quienes son. Seguiremos apoyando este razonamiento para bien de nuestro México tan amado y tan profundo», concluyó.

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